El guitarrista Manolo Sanlúcar anda empeñado en la grabación de una enciclopedia viva del flamenco, aunque es consciente de que, hoy por hoy, 'el cante está un poco parado en sus propuestas y lo que más alcance tiene es el baile y la guitarra'. El problema, según Sanlúcar, es que en el baile es muy claro lo que se ve, pero en el caso de la guitarra la situación está más bien regular. 'Y es natural, porque la música tiene una complejidad interior que es más difícil analizar. En estos momentos la guitarra tiene muchas cosas por hacer, es una cultura musical que se ha movido siempre por la intuición', añade Sanlúcar, que insiste en que la intuición depende de la capacidad del individuo. 'La generación a la que pertenezco simplemente captó los valores principales de la música de la escuela de occidente', remacha.

El guitarrista considera que la escuela actual del flamenco está 'un poco confusa y en peligro', sobre todo porque no se analizan otros movimientos paralelos a ella. 'Cuando aparece en Francia el impresionismo en la pintura, hay otro impresionismo en la música. Aquí y ahora, el flamenco asume ideas que se hicieron ya hace 40 o 50 años en la música escolástica europea', afirma.

Sanlúcar lamenta que, al hablar de la guitarra actual, se meta todo en una misma olla. 'La gente de la época de Niño Ricardo, de Melchor, de Diego del Gastor, se desprecia porque la gente de la propia guitarra del flamenco no tiene preparación para poner las cosas en su contexto. Y preguntan, por ejemplo, si te gusta más el estilo de Diego o el de Paco de Lucía, auténticas barbaridades, porque se trata de dos tiempos distintos'.