Actor y gastrónomo, Juan Echanove participa este año en Madrid Fusión, la cita clave de la cocina española de vanguardia. Junto al chef Paco Roncero y su equipo se atrevió esta mañana a elaborar cuatro platos de vanguardia en sólo 20 minutos, en cerrada competición con Sergi Arola y los suyos. Poco después reflexiona para Público sobre la evolución de la gastronomía en España.

Como gran aficionado a la gastronomía que es, ¿cómo cree que ha evolucionado esta disciplina en España en los últimos años?

Yo creo que una de las cosas que más ha contribuido a la modernización de nuestro país es la gastronomía, y uno de los vehículos de mayor promoción internacional no sólo del turismo, sino de nuestra cultura, es la gastronomía de la mano de los grandes cocineros.

¿Se sigue comiendo bien en España o es un mito?

Hay países donde culturalmente se come muy bien y otros donde no se come tan bien, y en este sentido España es, en este momento, a lo mejor el sitio donde mejor se come del mundo o uno de los mejores, lo que da una calidad de vida excepcional. Y eso ocurre no sólo en los grandes eventos y las grandes cocinas, sino también en las cocinas familiares, de todos los días. Somos un país donde culturalmente comemos bien.

¿Cómo se compagina con la cocina de siempre que, gracias a la globalización y a través de los grandes hipermercados, sea posible llevar productos de importación de cualquier parte del mundo a cualquier cocina?

Creo que como en todo, la cocina nunca puede caer en el aburrimiento. Los descubrimientos de otras culturas, los productos orientales, e incluso europeos y americanos... Hay que estar abiertos a toda esa fusión. El que defiende a ultranza algo meramente local está muerto.

Gracias a la serie de TVE Un país para comérselo Imanol Arias y tú os dedicáis a deleitar a la audiencia con las exquisiteces de toda la geografía española...¿Cómo casa esa cocina tradicional con la vanguardia que se aprecia en citas como Madrid Fusión?

Pues sí casa bien porque nosotros, a la vez que mostramos una realidad del país con referencia a productos tradicionales, nuestro programa habla más de los productores que de los restauradores; pero a la vez se complementa muy bien con la alta cocina e intentamos buscar a la gente que hace un esfuerzo de modernidad y de investigación. Es un programa infinito, interminable.

¿La idea es seguir adelante con el programa?

Sí, pero en televisión todo es relativo. Tenemos mucha audiencia pero vivimos en unos momentos en los que es difícil hacer un programa como el nuestro, pero lo intentaremos en todo caso.

¿Si te dieran a elegir un sitio para comer mañana mismo por gusto, cuál sería?

Si fuera cerca de Madrid me iría a Aranjuez a comer al restaurante de Rodrigo de la Calle, y si tuviera un par de días me subiría a Lasarte a que me diera de comer Martín Berasategui por todos los lados, a que me pusiera como un pulpo del revés.