Este artículo se publicó hace 13 años.
"Las españolas no se atreven con todo a la hora de vestir"
Rocío Ponce
Tras 'Honolulu Dark', una colección oscura que emulaba el paso al apocalipsis, al fin de una era, María Escoté nos devuelve "a la luz" con 'El Ansia'. La colección primavera-verano 2012 de una de las diseñadoras "rebeldes" se presentó en la última jornada de Cibeles Madrid Fashion Week.
Para esa vuelta a un mundo brillante y romántico, Escoté ha utilizado "patchwork de tejano y ganchillo, combinado con pelo que va apareciendo poco a poco". Así lo hace ella y si consigue o no el resultado que pretende, lo deciden los que compran su ropa. Puede que su propia felicidad actual sea la culpable de este giro en su estilo de aires góticos, se atrevió incluso a cerrar el desfile con una pareja camino del altar. Eso sí, no podían negar que el que se case con un diseño de la barcelonesa no pretende dejar indiferente a nadie. "Nunca puedo desprenderme del momento que estoy viviendo y cada colección lo refleja", dijo Escoté.
Y aunque diga que propone "un camino de luz que guía hacia el paraíso eterno", el punto de oscuridad que le caracteriza se mantiene en la colección, que parte del negro y poco a poco se vuelve blanca e impoluta. "Por mucho que lo intento no me desprendo de él, aunque en realidad tampoco quiero hacerlo a día de hoy", responde la diseñadora.
Pertenecer a este selecto grupo rebelde de la semana de la moda madrileña tiene sus ventajas y sus inconvenientes, "pero me encanta ser una de ellos", admite entre risas a Público. Lo positivo es que, según la diseñadora, España está en un momento en el que se valora "la personalidad de los profesionales sean de la rama artística que sean". Pero por otro lado, tanta "locura" tiene un coste de oportunidad y es "no llegar a la gran masa". Escoté conoce perfectamente a su público, uno "mucho más reducido, pero también más especial, fiel y exigente".
Consciente de que en España aún hay prejuicios, María Escoté reconoce que ella vive en su "propio mundo", un círculo reducido en el que los tabúes a la hora de vestir no existen. "Las españolas no se atreven con todo", explica la diseñadora al comparar las ciudades españolas con otras como Londres o Nueva York, donde cree que sí hay más libertad en este sentido. Pero hay esperanza, Escoté cree que "las nuevas generaciones", tanto de diseñadores como público, están "abriendo sus mentes" y ya se ve por las calles gente "como mucho estilo y clase". De hecho, siempre vende antes las prendas "más especiales, exclusivas y diferentes" (explica refiriéndose a una cazadora confeccionada con pelo sintético rosa, tul blanco y lentejuelas), su público es así desde el principio, reconoce.
La diseñadora cree en esa incipiente libertad a la hora de vestir porque se ha sentido respaldada desde que comenzó su carrera presentando sus colecciones en 2007 en El Ego, plataforma de los nuevos diseñadores de Cibeles. "Mi producto no es fácil y ese apoyo es una buena señal", explica.
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