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¡Esto es un atraco! o lo parece

Hay atracos legendarios que hacen correr ríos de tinta. Otros no se merecen ni un breve en los periódicos

OSCAR LÓPEZ FONSECA

Hay atracos legendarios que hacen correr ríos de tinta. Otros no se merecen ni un breve en los periódicos. Existen delincuentes capaces de convertirse en un auténtico quebradero de cabeza para la Policía durante años. Unos pocos lo son durante media hora, en el mejor de los casos. No faltan los ladrones que marcan estilo e idean ingeniosos sistemas para cometer sus robos. Algunos no resisten ni siquiera una comparación con Chiquito de La Calzada. Cada día se cometen en España más de 5.000 delitos y faltas. La inmensa mayoría pasarán inadvertidos para todo el mundo salvo para sus víctimas y las estadísticas policiales. Sólo unos pocos saldrán a la luz pública. Y lo harán por su gravedad o porque merecen pasar a los anales de la estulticia humana.

Es el caso de Antonio, un veterano atracador que el pasado 1 de abril intentó asaltar con un arma de fogueo una sucursal bancaria en Martorell (Barcelona). Hasta aquí, todo normal, incluido el hecho de que no consiguiera ni un euro de botín. Lo que no es tan habitual es que perdiera una mochila con su documentación dentro. Y menos aún que al día siguiente volviera a por ella. Los Mossos dEsquadra estaban esperándole. Más fácil, incluso, se lo puso a la Policía un joven de 20 años que robó en el interior de una casa de campo cerca de Elche (Alicante) en febrero de 2006. Al saltar la verja de la vivienda, el ladrón perdió varios ejemplares de su currículum con todos sus datos personales, profesionales y una fotografía suya reciente. Más pistas, imposible. También olvidadizo era el asaltapisos que detuvieron hace unos días en Madrid: se dejó el móvil. Los agentes sólo tuvieron que rastrear las últimas llamadas que había hecho desde él para cazarlo.

El asaltante de dos bancos de Málaga aseguró que iba disfrazado porque rodaba una película de pistoleros convencido por unos extraterrestres

En otras ocasiones, lo llamativo son las coartadas. El pasado mes de marzo, la Fiscalía de Málaga pidió cinco años y diez meses de prisión para un individuo por sendos atracos cometidos en Benamocarra y Totalán, dos localidades del interior de la provincia andaluza. El acusado, en su defensa, no sólo negó los hechos, sino que aseguró que si iba disfrazado con peluca, barba postiza y gafas de sol era porque estaba rodando una película de 'pistoleros' convencido por unos 'extraterrestres'. El hombre llegó a alegar que él no había pisado los bancos, sino bares del Lejano Oeste a los que había llegado a caballo. Incluso achacó las heridas que presentaba a la flecha y la zancadilla de un pérfido piel roja. De camisa de fuerza.

Y de la locura, al morro. El pasado mes de mayo, dos policías detuvieron en Granada a un joven de 22 años que les había pedido que le dieran indicaciones para poder sacar sin rayar de un garaje un todoterreno de alta gama. Algo que no sería delito si no fuera porque el vehículo no era suyo. También en mayo, los Mossos detuvieron a Marius, un joven rumano que simuló su secuestro durante cinco días. Durante este tiempo envío decenas de mensajes a su ex novia para exigirle el pago de 5.000 euros haciéndose pasar por el jefe de la peligrosa banda del Este que le tenía retenido. Como la joven no le hacía ni caso, el detenido fue rebajando el rescate. Cuando le detuvieron iba por los 200 euros. De chiste de Condemor.

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