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La Fiscalía pide cuatro años de prisión para la condesa Ruiz de Castilla por apropiación indebida de un Van Dyck

El Ministerio Público sostiene que la acusada se quedó la obra sin abonar a su propietario los 165.000 euros que acordaron y nunca la devolvió.

El cuadro 'Anna Sofía, condesa de Carnarvon', de Anthony Van Dyck Van Dyck. / WIKIMEDIA COMMONS

agencias

La Fiscalía Provincial de Madrid solicita cuatro años de prisión para Cristina Ordovás Gómez-Jordana, viuda de Juan de Goyeneche, conde de Ruiz de Castilla, por apropiarse presuntamente del cuadro Anna Sofía, condesa de Camarvon, atribuido al pintor flamenco Anthony Van Dyck.

En el juicio, que se ha celebrado este lunes en la Audiencia Provincial de Madrid, la condesa ha asegurado que "todo es una estafa preparada" y que es "víctima de un engaño".

El Ministerio Público sostiene en su escrito de conclusiones provisionales que la acusada se quedó la obra sin abonar a su propietario los 165.000 euros que acordaron, que nunca la devolvió y la vendió.

Por ello, además de la pena de prisión de 4 años por un delito de apropiación indebida, la Fiscalía pide una multa de 7.200 euros y que indemnice al propietario de la obra en la cantidad de 165.000 euros más intereses.

Ha insistido en que ella "jamás" vendió el cuadro en Zurich

La condesa ha destacado que pensaba devolver el cuadro cuando sufrió un robo en su casa y se dio cuenta de que la pintura había desaparecido. Así, ha explicado que en este momento se percató de que el cuadro no estaba en su posesión y que se lo había dado sin querer a un coleccionista alemán, que se llevó varios de sus lienzos para ofrecérselo a unos clientes. "No contaba con que se llevara ese, se equivocaría el criado al dárselos", ha apuntado.

En ese momento, ha afirmado que sus asesores fueron a buscar los cuadros pero que no quería devolverlos, a lo que ha añadido que fue una "estafa preparada". Ha insistido en que ella "jamás" vendió el cuadro en Zurich el año pasado. 

La acusada mostró interés en adquirirlo

Según la Fiscalía, el dueño de la obra -datada entre 1633 y 1641- la adquirió en una subasta en Christie's en Londres en 2009 por 38.557,79 libras y lo trasladó a la sala Ansorena de Madrid, donde salió a subasta en diciembre de ese mismo año. Dado que no se logró la venta, el cuadro permaneció depositado en la sala hasta que en junio de 2014 se le entregó a la acusada para su examen y posible compra. Como mostró interés en adquirirlo, inició negociaciones con John Raymond Gloyne y acordaron la venta por 165.000 euros.

Pero la acusada ni pagó ni devolvió el cuadro cuando le fue requerido a comienzos de 2015. La obra ha sido localizada en un almacén de Zurich junto con otra obra de su propiedad, y a día de hoy no ha sido recuperado pese a que el juez que ha investigado el caso remitió una comisión rogatoria internacional.

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