La XXV edición de los Premios Goya, emitida la noche del domingo en La 1, congregó a 4.340.000 espectadores ante el televisor (25,4% de cuota de pantalla). Esta gala, retransmitida en directo desde el Teatro Real de Madrid, fue el espacio más visto del día. Aun así, la transmisión de la ceremonia perdió 316.000 seguidores respecto a la del año pasado, según se desprende de los datos de Kantar Media facilitados por Barlovento Comunicación.

A pesar del morbo por ver juntos al presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, y a la ministra Ángeles González-Sinde; por seguir las pullas que lanzó el presentador Andreu Buenafuente por el terremoto vivido en la Academia tras la aprobación de la ley Sinde o por escuchar el último (e incendiario) discurso de De la Iglesia al frente de la institución, la gala del domingo registró peores cifras que la del año pasado.

El minuto de oro fue a las 23.31 horas, cuando 5.274.000 televidentes seguían en directo la entrega de los premios del cine español. En algún momento de la noche, la gala fue seguida por casi 14 millones de espectadores.

En 2010, un total de 4.656.000 personas disfrutaron de la gala la primera emitida íntegramente sin anuncios publicitarios en TVE que se convirtió en la más vista de la historia. Aquella edición obtuvo un 26,4% de share.

Desde 1994, la peor audiencia de esta ceremonia tuvo lugar en 2004 (2.112.000 espectadores), aunque aquel año la retransmisión de los premios finalizó más tarde que nunca (2.15 de la madrugada).