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La gran tragedia griega de Joyce Carol Oates

La novela Ave del paraíso' explora las relaciones obsesivas entre padres e hijos

LÍDIA PENELO

Las novelas de Joyce Caro Oates (Nueva York, 1938) están habitadas por supervivientes. La gran dama de la novela norteamericana siente predilección por los personajes arañados por el sufrimiento, y su última novela traducida al español, Ave del paraíso (Alfaguara), no es una excepción. El lector conoce la historia a través de los puntos de vista de los dos hijos de un padre acusado de asesinato. 'Mi padre murió dos años antes de que escribiera esta novela y quería explorar la fuerte relación entre un padre y su hija. En la novela, la hija está convencida de que el padre es inocente y pasa toda su vida obsesionada en demostrarlo', detalló la autora ayer, en la presentación de la obra.

La trama es una combinación de veracidad histórica y de imaginación, según afirmó la escritora. 'Los personajes son de ficción, pero la situación sucedió', añadió.

«En las tragedias afloran aspectos positivos del ser humano»

Una mañana de 1983, el joven Aaron encuentra el cuerpo de su madre, una cantante de blues llamada Zoe Kruller. El principal sospechoso es su amante Edward Diehl. La hija de Diehl, Krista, es la única que mantiene una fe ciega en su inocencia.

Sparta, una pequeña ciudad situada en el norte del estado de Nueva York es el escenario en el que se desencadena la acción y donde sucede la mayor parte. Se trata de un lugar similar al que se crió la escritora. Son también los que se ha dedicado a observar para escribir sobre el comportamiento humano.

En su próxima novela reflejará el choque personal de una mujer con éxito

El eco de las tragedias griegas resuena en los argumentos de Joyce Carol Oates: 'Me siento identificada con esa tradición, pero mi visión no es oscura, porque en esas situaciones también afloran aspectos positivos de la condición humana'.

La relación entre distintas generaciones es un tema que no ha dejado de interesar a la autora de La hija del sepulturero (2008), novela en la que exploró el tema de la identidad. 'El gran drama de la inmigración americana es que la segunda generación, cuando es joven, intenta mantener una distancia con sus orígenes porque tiene deseos de americanizarse', argumentó. Convencida de que su país vive problemas raciales dice que 'ahora que Obama es presidente, muchos cuestionan su identidad, sobre si es norteamericano o no'.

A sus 73 años, Oates mantiene un prolífico ritmo de escritura. Ya tiene en mente su próxima novela sobre una mujer de éxito con un conflicto entre su vida personal y profesional. Algo que ella asegura conocer bien.

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