Este artículo se publicó hace 14 años.
Harrison Ford: "No me gustan las películas con mensaje"
Harrison Ford presenta en Madrid el drama médico Medidas extraordinarias, su segundo filme como productor
Fuera del Hotel Santo Mauro un grupo de adolescentes nerviosos hacen corro en espera de la estrella de turno. ¿Robert Pattinson? ¿Hannah Montana? No, Harrison Ford, que a los 67 años no sólo es el ídolo de mujeres y hombres entrados en años. El actor que se lanzó a la fama tras el estreno en 1977 de La guerra de las galaxias, y que desde entonces no se ha bajado del olimpo de las estrellas más carismáticas y mejor pagadas de Hollywood,estuvo ayer en Madrid para demostrar que lo de la sonrisa socarrona que ha convertido en el sello de identidad de Indiana Jones o incluso del capitán John Book de Único testigo (1985) no es cosa del hombre de carne y hueso.
"Hollywood se ha puesto mucho peor para conseguir financiación"Harrison Ford es un tipo serio. Enrojecido, con arete en la oreja izquierda y una chaqueta negra, llegó a Madrid para presentar el pequeño drama Medidas extraordinarias, que supone su segunda incursión en la producción, después de su experiencia con Kathryn Bigelow en K-19. "Es una cineasta fantástica", dijo sobre la directora que suma con En tierra hostil nueve nominaciones para la próxima gala de los Oscar.
Drama sin mensajeEn el drama que protagoniza junto a Brendan Fraser, y que se estrena el 19 de marzo, Ford asume el papel de un científico de maneras poco ortodoxas, que tiene entre las manos el tratamiento para una enfermedad de las denominadas raras. La historia, basada en hechos reales, está inspirada en The Cure, un libro ganador de un Pulitzer, en el que se narra la lucha de un padre por conseguir una cura para la enfermedad genética de sus hijos.
No hay duda, la cosa suena un poco a drama de sobremesa, aunque Ford aclaró: "No me gustan las películas con mensaje, así que tampoco quise crear una polémica con este filme, sino darle al espectador una experiencia emocional. El cine nos ayuda a sentirnos parte de la tribu humana. Ese ejercicio emocional es la religión verdadera", afirmó sin sombra de duda.
"El cine nos ayuda a sentirnos parte de la tribu humana"
Dice el actor, que encarnó al mítico Rick Deckard en Blade Runner, que esta película es el resultado de una búsqueda para dar con "un papel diferente" a los que le suelen llegar "y diferente también de las expectativas del público" respecto a él.
"El material que se está moviendo en Hollywood responde a la rentabilidad. Las cosas se han puesto mucho peor para conseguir financiación. El cine-espectáculo es el que copa la taquilla o, si no, la repetición de fórmulas que han tenido éxito antes. Si quieres algo en particular debes meterte a productor".
Un momento, ¿significa esto que Ford dejará de prodigarse en sagas, secuelas y otros productos palomiteros? "He hecho esas películas en el pasado y volveré a hacerlas, me gustan, pero de vez en cuando me apetece probar otras cosas. Me pasa con la comida", concretó.
Así que, que no cunda el pánico. Harrison Ford podría volver a coger el látigo y ponerse el sombrero que mejor le sienta, el de Indiana Jones. Sin embargo, el actor no dio fechas ni habló de contratos cerrados: "Spielberg, Lucas y yo tenemos que ponernos de acuerdo antes de empezar", dijo con el clásico tono evasivo de estrella de Hollywood. Ford, por ahora, hace la ruta por Europa con el objetivo de que Medidas extraordinarias no se desplome en las taquillas europeas como ya hizo en las americanas.
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