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HBO 'The Deuce' entrega el protagonismo a ellas en una segunda temporada centrada en perseguir los sueños

La serie de David Simon y George Pelecanos vuelve a los años setenta para continuar su retrato sobre el mundo del porno y el negocio del sexo en una Nueva York que quiere cambiar la imagen de Times Square.

Un fotograma de la segunda temporada de 'The Deuce'.

Si algo dejó claro la primera temporada de The Deuce es que debajo de esa etiqueta de ‘las crónicas de Times Square’ cabía prácticamente de todo. Eso y que era mucho más que el retrato de unos años, primeros de la década de los setenta, en los que el porno daba sus primeros pasos como industria de éxito. La segunda tanda de episodios, que constará de uno más que la anterior y llega hoy a HBO España, salta cinco años en el tiempo para mostrar cómo les ha ido a los emprendedores Vincent Martino (James Franco) y Candy (Maggie Gyllenhaal) en sus andaduras profesionales. El primero, con su nuevo local nocturno de moda. La segunda, como directora novel de cine para adultos. Y con ellos, todos los demás. Personajes de profundo calado y pegados a la realidad.

La primera escena del regreso de The Deuce es toda una declaración de intenciones. Ella, Maggie Gyllenhaal, como absoluta y única protagonista caminando por las sucias calles de Nueva York con paso firme y la cabeza bien alta. En esta nueva temporada ellas llevan la voz cantante a tenor de lo visto en los primeros cuatro capítulos. Protagonistas en un ambiente hostil en el que todo el mundo persigue cumplir un sueño a pesar de alguien o a costa de otro alguien. Da igual cuál sea el objetivo a conseguir, alcanzarlo no resulta fácil en un ambiente viciado y tremendamente machista en el que cuesta deshacerse de las etiquetas preestablecidas. Candy ha dejado atrás su pasado como prostituta y empieza a hacer sus pinitos como directora y guionista bajo la protección de Harvey Wasserman (David Krumholtz). Quiere prosperar, salir adelante, llevarse a su hijo adolescente con ella y recuperar la dignidad que algunos no están dispuestos a devolverle.

Un fotograma de la segunda temporada de 'The Deuce'.
La fuerza y el realismo que desprende su Candy no lo tienen ninguno de los hermanos Martino

Gyllenhaal, que incomprensiblemente no fue ni siquiera nominada al Emmy en la pasada edición, vuelve a apoderarse del papel, de la pantalla y del guion. La fuerza y el realismo que desprende su Candy no lo tienen ninguno de los hermanos Martino, a los que esta vez es más fácil de diferenciar por el corte de pelo que lucen uno y otro. Vincent, el gemelo ‘bueno’, sigue siendo el tipo tranquilo y con don de gentes de antes, dueño de un local de éxito y amigo de sus amigos. Frankie tampoco ha cambiado, su adicción al juego está más que presente y continúa dando bandazos de un lado a otro esperando que su hermano esté siempre detrás para solucionarle la papeleta.

Simon y George Pelecanos continúan adentrándose en un mundo lleno de claroscuros en el que la discriminación no le es ajena a nadie

La acción se ha trasladado a 1977, la música disco resuena en las discotecas neoyorquinas, el porno es casi una institución con gala de entrega de premios propia y la suficiente presencia en la sociedad como para que grupos de manifestantes salgan a la calle para protestar por su existencia. Simon y George Pelecanos continúan adentrándose en un mundo lleno de claroscuros en el que la discriminación no le es ajena a nadie. Darlene (Dominique Fishback) prosigue en su empeño por estudiar. Lori (Emily Meade) se ha hecho un nombre dentro de la industria que no puede aprovechar por la relación asfixiante que la une a su proxeneta, C.C. (Gary Carr), que se siente inferior y con cierto miedo a ser abandonado al verla prosperar. Y fuera del negocio del sexo, en Abby Parker (Margarita Levieva) comienza a despertar cierta conciencia de género mientras Paul (Chris Cory) sigue la estela de su propio sueño, como el resto.

Un fotograma de la segunda temporada de 'The Deuce'.

Protagonismo femenino

Aunque puede dar la impresión de que nada se mueve en The Deuce, de que todo pasa lentamente, en realidad hay mucho bajo esa capa de lo cotidiano en la vida de sus personajes. Pequeños avances personales y sociales que hacen que todo vaya encajando y moviéndose en un mismo sentido: el mayor protagonismo de las mujeres. Ellas son el centro gravitatorio de la serie que hoy vuelve a HBO. Son mujeres, poderosas, luchadoras y retadoras algunas de ellas, se alzan y se apoderan de un universo mayoritariamente masculino. Porque, aunque son solo destellos, esa chispa de hermandad y solidaridad que despierta en Abby tras las barra también cala en el resto poco a poco. La sororidad de quienes se necesitan para poder salir adelante.

Hay dos escenas que suponen un claro ejemplo de que esta temporada de The Deuce es suya. Una es la de arranque, mencionada un poco más arriba. La otra, una corta protagonizada por un personaje que aún es pronto para saber si pasaba por allí o tendrá más recorrido, pero que tiene un mensaje muy profundo que dar. De nuevo, como en la temporada anterior, C.C. sentado en un banco en la estación de tren reclutando jóvenes ingenuas que llegan a la gran ciudad. Su objetivo, engañarlas con promesas de fama y dinero. Así reclutó a la mayoría de sus chicas. Sin embargo, esta vez hay algo diferente. Esta provinciana es distinta. Le escucha, se deja querer y todo para acabar diciéndole que ella lo que quiere es ser actriz de cine para adultos, que si sabe dónde debe ir. No la engaña, sabe qué quiere y dónde se mete. Es su elección.

Un fotograma de la segunda temporada de 'The Deuce'.
La nueva temporada de 'The Deuce', compuesta de nueve episodios, llega a HBO España llenando el hueco dejado los lunes por 'Heridas abiertas'

En cuanto al contexto social en el que se desarrolla la trama para esta temporada, con el porno viviendo sus años dorados y todo el mundo intentando sacar tajada de él, la policía se afana por limpiar las calles. No quieren prostitutas, camellos y chulos en Times Square. El mandato que reciben es darle aires nuevos a la zona, convertirla en el germen de lo que es hoy en día. Quieren descolgar los carteles de hoteles de dudosa reputación y cabinas eróticas por luminosos de teatros. Ahí es donde entran en juego el ascendido Chris Alston (Lawrence Gilliard Jr.) y un fichaje nuevo. Luke Kirby interpreta a Gene Goodman, a quien el recién elegido alcalde de Nueva York ha encargado la difícil tarea de adecentar la zona y para lo que no cuenta con el apoyo de la mayoría de los agentes de una comisaría donde miran hacia otro lado ante la ilegalidad siempre y cuando saquen algo a cambio de ello.

La nueva temporada de The Deuce, compuesta de nueve episodios, llega hoy a HBO España llenando el hueco dejado los lunes por Heridas abiertas. Retomar la de David Simon es una buena opción para mitigar el vacio dejado por la serie protagonizada por Amy Adams. Si este año los Emmys están más acertados, ambas deberían competir por la estatuilla.

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