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"Nunca he deseado ser un héroe de acción"

Entrevista al actor Adrien Brody

ROBERTO ARNAZ

Con 14 años, Adrien Brody se escapó sin el permiso paterno a un pequeño cine de Santa Mónica (California) para ver Depredador (1987). La película le marcó pero, aunque ya soñaba con ser actor, jamás se imaginó que podría convertirse en el sustituto de aquel tipo capaz de acabar con un sanguinario extraterrestre embadurnado en barro ayudado por un cuchillo. Ahora, a los 37 años, Brody se ha olvidado del chico enclenque de El pianista que fue y se pone a prueba en el género de acción con la difícil tarea de hacer olvidar al mejor Arnold Schwarzenegger en Predators, la tercera entrega de la saga.

Después de verle en El pianista', sorprende el estado de forma que muestra en Predators'.

Entrenaba seis días a la semana después de trabajar 12 horas frente a la cámara. Fue muy duro pero necesitaba hacerlo para ser creíble en el papel de héroe de acción. Conseguí aumentar la masa muscular en más de 11 kilos. Afortunadamente tengo un metabolismo muy rápido y me adapto bien a los cambios de peso [risas].

¿No temía la comparación con Schwarzenegger?

No quise parecerme a Arnold, no me contrataron para eso. Habría sido una tontería y un fracaso seguro buscarle un sustituto. Él en Depredador está genial, es un superhumano.

El éxito siempre le ha llegado con papeles dramáticos, pero ahora se pasa a la acción, ¿por qué?

Nunca he deseado ser un héroe de acción, pero quiero ser maleable como actor, ser capaz de interpretar cualquier género. No quiero que se me encasille. Si tienes éxito en un tipo de personaje y lo repites una y otra vez, es muy difícil que el público te encuentre creíble en otro papel.

¿Siente que le sucedió algo así con El pianista'?

Cuando tienes un personaje como el de El pianista, que ha cosechado tanto éxito y ha conmovido a tantas personas, es difícil escapar de él. Durante toda mi carrera he hecho un esfuerzo consciente de buscar papeles que fueran diferentes de los que ya había interpretado.

¿Es esa la razón por la que eligió el proyecto?

Sí, me pregunté: '¿Qué es lo que el público no se espera de mí?'. Estoy acostumbrado a papeles más intelectuales y ha sido muy divertido interpretar a alguien más primario. Los soldados de hoy en día se parecen a mí y eso es lo que más me atrajo.

Después de la experiencia, ¿repetirá como héroe de acción?

Si Predators tiene éxito y mi papel resulta creíble para el público, lo volveré a hacer en los próximos años. La elección no ha sido un accidente. Me propuse convencer a los responsables de los estudios de que tenía las cualidades.

¿Es más difícil convertirse en asesino a sangre fría o meterse en la piel de un torero como Manolete?

Ambos han sido un reto. Manolete fue muy complejo, pero de otra manera. Ser estadounidense e interpretar a un icono de la cultura española de una manera creíble es una gran presión. Es como si un actor español que no tiene ni idea de balomcesto interpretase a Babe Ruth.

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