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Imprenta Municipal Artes del Libro De los bandos de Tierno Galván a un libro de personas enterradas en el Valle de los Caídos: los tesoros de la Imprenta de Madrid

Este auténtico santuario de la impresión tradicional es la segunda institución cultural más antigua de las que dependen del Ayuntamiento. Fue creada en 1853, cuando el edificio en el que se situaba, el Asilo de San Bernardino, acogía a las personas más necesitadas de Madrid.

Fachada del edifico de la Imprenta Municipal de Madrid.

La Imprenta Municipal, que llegó a tener en nómina a un centenar de trabajadores, tuvo su época de apogeo desde la posguerra hasta la década de los setenta del pasado siglo. Todos los documentos y publicaciones del Ayuntamiento de Madrid llevaban su sello.

En 1986, tras la aplicación de las leyes de convergencia europea que prohibían a las instituciones tener imprentas propias, se convirtió en una sociedad de capital público, la Imprenta Artesanal, que asumió la salvaguarda del patrimonio histórico que albergaba, y que derivó, en el año 2011, en lo que hoy se conoce como Imprenta Municipal-Artes del Libro

Este centro, que cuenta con un museo de las artes gráficas, tiene como misión ofrecer al ciudadano contenidos culturales ligados a la historia de la imprenta, del libro y de las artes asociadas a ellos, con la aspiración de convertirse en un centro de referencia sobre este patrimonio cultural.  

La institución oferta también, con carácter gratuito y en grupos de diez personas, una serie talleres profesionales sobre impresión tipográfica, encuadernación artesanal, encuadernación artística y restauración. 

En sus 143 años de historia, la Imprenta Municipal ha editado trabajos importantes, como una colección completa de manuales de caligrafía que van del siglo XVI hasta nuestros días y una amplia muestra de grabados realizados en los Países Bajos con arreglo al modelo propuesto por el pintor flamenco Pedro Pablo Rubens. 

Esos trabajos destacados también se han hecho en épocas más recientes, y van desde la edición, el año pasado, de los bandos del alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván, con motivo del centenario de su nacimiento, hasta la publicación de un libro con la relación de personas enterradas en el Valle de los Caídos.

Encargo de Patrimonio Nacional 

El libro, que se conserva en la Biblioteca del Palacio Real, fue un encargo hecho por Patrimonio Nacional a la Imprenta Municipal, a través de quien fuera el último jefe de la Casa Civil de Franco, el general Fernando Fuentes de Villavicencio.

Se trata de un ejemplar encuadernado en piel de alta calidad, con estampaciones de oro y adornos de plata, que constituye uno de los mejores trabajos hechos por la imprenta, según ha explicado a este diario Francisco José Marín Perellón, director de la Imprenta Municipal-Artes del Libro. 

Doctor en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid y funcionario facultativo del Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios del Ayuntamiento de Madrid desde 2011, Marín Perellón lleva tres años al frente de la institución. 

Orgulloso de pertenecer a una familia en la que hay encuadernadores desde el año 1870, recuerda que las artes gráficas han experimentado en los últimos años un gran salto cuantitativo y cualitativo, al pasar de las impresiones en offset a otras soluciones que no tienen que ver nada con los formatos tradicionales, como las impresiones en chorro de tinta o láser, que permiten hacer grandes tiradas con costes muy competitivos. 

Trabajadores de la Imprenta de Madrid en una foto de 1928.

Trabajadores de la Imprenta de Madrid en una foto de 1928.

"Ahora", explica, "se concibe el libro como un objeto y todos los procesos han cambiado enormemente, principalmente los de maquetación y diseño, que están automatizados a través de programas informáticos. Pasa lo mismo en la encuadernación. Ahora no se trabajan las ediciones de rústica, todo va mecanizado. En nuestros talleres de encuadernación y tipografía por caja sí que mantenemos esos procesos artesanales de creación del libro". 

Marín Perellón dirige a un equipo formado por unas cincuenta personas, entre los que figuran impresores, encuadernadores (tanto en la rama artesanal como en la artística), facultativos de archivos y museos, y expertos en catalogar y describir las distintas colecciones que forman parte de la institución.

La "Planeta"

De las más de 3.000 piezas procedentes de las artes gráficas de los últimos 200 años con que cuenta la Imprenta Municipal-Artes del Libro, su director destaca la "Planeta", una máquina de imprimir de formato cero, de la que han salido todos los bandos municipales escritos por los alcaldes de Madrid desde 1932. Otra joya de la corona, a su juicio, es una prensa de imprimir del siglo XVI, en perfecto funcionamiento y preparada para poder hacer demostraciones prácticas. 

La Imprenta Municipal se ha encargado también del regalo tradicional que para navidades le suele encargar el Ayuntamiento: un libro de poesía impreso en caracteres móviles, encuadernado en piel o en papel tela. 

Otras de las peticiones del protocolo municipal atendida por los artesanos de la imprenta tienen que ver con los Libros de Oro y de Honor de la ciudad, editados en gran formato y encuadernados en la modalidad de artística. 

Taller de tipografía en la Imprenta Municipal de Madrid.

Taller de tipografía en la Imprenta Municipal de Madrid.

Cada vez que un jefe de Gobierno o Estado visita Madrid por primera vez, el alcalde le recibe y le invita a firmar en una hoja del Libro de Honor. Posteriormente, los trabajadores de la imprenta caligrafían manualmente la firma en letra cancilleresca (del siglo CVI) e incluyen el sello del país correspondiente en oro de 24 kilates. Similar procedimiento se emplea también en el Libro de Oro, dedicado a visitantes ilustres que no tienen la consideración de mandatarios de alto nivel. 

"Mi trabajo", concluye Marín Perellón, "es coordinar que un centro que tiene una larga tradición para que siga la línea de difusión y preservación de las colecciones que alberga. Y eso con los presupuestos que se nos asignan y con el trabajo de los funcionarios. La Imprenta está firmemente asentada y es la segunda institución cultural más antigua del Ayuntamiento, por detrás del Archivo Municipal. Y en ese empeño estamos".

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