Este artículo se publicó hace 13 años.
El inaudito éxito planetario del rey de la comedia local
Tras batir récords con 'Bienvenidos al norte', Dany Boon estrena 'Nada que declarar', otra vuelta de tuerca cómica a las rivalidades identitarias
Un misterio sin resolver quita el sueño a la industria del cine europeo los últimos años: el atronador éxito internacional de Bienvenidos al norte (2008). El problema no es que la película dirigida por Dany Boon (Armentières, 1966) fuera mala (o buena). Es que su comicidad se sustentaba casi exclusivamente en los acentos, en pequeños matices fonéticos intraducibles, en chistes incomprensibles para todo aquel cuya lengua materna no fuera el francés.
Pero este detalle no pareció importar a los espectadores. Bienvenidos al norte se convirtió en la película francesa más vista de todos los tiempos (veinte millones de espectadores y más de 150 millones de euros de recaudación mundial), su milimétrico remake transalpino (Bienvenidos al sur) está haciendo estragos ahora mismo en la taquilla de varios países y Will Smith baraja comprar los derechos de la historia de Dany Boon para EEUU.
"Yo tampoco comprendo el éxito de mis filmes", explica Boon
La ultralocal historia de Bienvenidos al norte se ha transformado en una máquina de hacer millones. Un enigma insondable incluso para su creador. "Yo tampoco lo comprendo. Soy el primer sorprendido de su éxito universal. Realmente no me lo explico. He asistido a proyecciones en Los Ángeles y la gente se reía a carcajadas", explica el cómico Dany Boon, que pasó por Madrid para presentar Nada que declarar, otra vuelta de tuerca al cine de guiños regionales que se estrena el viernes.
Nadie lo entiende, en efecto, pero las consecuencias del fenómeno están a la vista de todos. Bienvenidos al norte ha dado vida al monstruo europeode los blockbusters nacionales. Todas las películas del viejo continente que han triunfado en 2011 están cortadas por el mismo patrón: son comedias de temáticas extremadamente locales. Películas como la alemana Kokowääh (T. Schweiger, 2011), las italianas Qualunquemente (G. Manfredonia, 2011), Femmine contro maschi (F. Brizzi, 2011) y Che bella giornata (G. Nunziante, 2011) y, claro, la francesa Nada que declarar.
Algunas de ellas comparten, además, otras características: un cómico conocido ejerciendo de hombre orquesta (director, actor y productor), chistes sobre los agentes de la ley, cameos de rostros populares de la televisión para atraer al público y uso de la caspa para reírse de la caspa.
"El racismo es universal porque la estupidez está en todas partes"
En efecto, la misma plantilla que Santiago Segura lleva utilizando hace años en la saga Torrente, cuyo capítulo de 2011 ha llevado hasta el paroxismo su condición de producto 100% español al recurrir a un casting de celebrities locales formado por Kiko Rivera (Paquirrín), Carmen Martínez-Bordiú, Ana Obregón, María Patiño, Belén Esteban, Kiko Matamoros, el Batu y John Cobra, entre muchos otros. Algo que no parece echar para atrás a Hollywood, siempre dispuesto a adaptar todo aquello que genere dinero por exótico que parezca. Si Will Smith está interesado en convertirse en Dany Boon, a Sacha Baron Cohen (Borat) le ocurre lo mismo con Santiago Torrente Segura.
Frontera cómicaMientras que Bienvenidos al norte se mofaba de los prejuicios de los franceses del sur hacia los norteños del país, Nada que declarar se centra en la rivalidad entre franceses y belgas. La acción transcurre en una aduana, entre Courquain (Francia) y Koorkin (Bélgica), los días previos a la creación de la eurozona (1 de enero de 1993). O la guerra de un agente belga de aduanas contra todo lo que huela a galo. Satinada, claro, con todos los chistes sobre belgas y franceses que se puedan ustedes imaginar.
Se trata de una oportunidad, según Boon, para "resaltar lo absurdo de la idea de las fronteras" entre países que "comparten lengua, religión y costumbres". El director utiliza al personaje del agente belga, amigo de expresiones como "vuelve a tu país, comequesos" o "esto es un coladero de gabachos", para hablar sobre el "racismo". Un tema adecuado para una "comedia universal" por un motivo de peso: "La estupidez humana está en todas partes".
Boon pone un par de ejemplos de racismo que marcaron su infancia. El cartel de "prohibido el paso a perros y franceses" que vio en la puerta de un bar fronterizo belga en los años ochenta. Y los problemas de su padre, argelino, para agradar a la familia de su madre francesa. "Rechazaban la relación", recuerda el cineasta.
Nada que declarar tiene mucho, por tanto, de historia personal. Lo que puede dar la clave del extraño triunfo internacional del cómico Dany Boon. "Cuando uno habla de sí mismo desde la sinceridad puede llegar a conmover a audiencias universales". Resuelto, pues, el misterio de su éxito.
Los filmes locales que triunfan en 2011'Nada que declarar' (Francia)
Dany Boon ataca de nuevo. 50 millones recaudados en Francia.
'Torrente 4' (España)
El policía más casposo de España va camino de superar los 20 millones en taquilla.
‘Che bella giornata' (Italia)
Otro poli inepto. 19 millones recaudados en 5 días. Produce Medusa (Silvio Berlusconi).
‘Qualunquemente' (Italia)
El cómico Antonio Albanese parodia a un político sureño. 15 millones de euros en taquilla.
‘Kokowääh' (Alemania)
Til Schweiger protagoniza y dirige la película más vista en Alemania este año.
‘Femmine contra maschi' (Italia)
Guerra de los sexos a la italiana. Producida por Medusa.
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