Este artículo se publicó hace 12 años.
Internet se apaga en EEUU contra su propia 'ley Sinde'
Wikipedia y miles de webs cierran hoy en protesta por su norma antidescargas, la SOPA.
Wikipedia, en su edición en inglés , estará cerrada durante todo el día de hoy. Protesta, junto a miles de páginas estadounidenses más, contra dos proyectos de ley que recuerdan a la ley Sinde española. Google incluye un enlace en favor de la protesta mientras Facebook y Twitter, también contrarios, decidieron no apuntarse. El presidente de la última aseguró que el cierre era una estupidez. Varias páginas españolas también se han ido a negro en solidaridad.
"Nuestra comunidad ha tomado una decisión extraordinaria. Y aunque lamentamos tener que impedir que el mundo tenga acceso a Wikipedia un solo segundo, simplemente no podemos ignorar el hecho de que la SOPA (Stop Online Piracy Act) y la PIPA (Protect IP Act) ponen en peligro la libertad de expresión, tanto en los EEUU como en el extranjero, y sentaría un precedente alarmante de censura en internet para el mundo", decía en un comunicado el fundador de la enciclopedia libre online, Jimmy Wales.
Jimmy Wales: "SOPA y PIPA ponen en peligro la libertad de expresión"
SOPA y PIPA son sendos proyectos de ley presentados el primero ante la Cámara de Representantes y el segundo ante el Senado de EEUU. Ambas normas, apoyadas por electos de los dos partidos políticos, los republicanos y los demócratas, establecen una serie de medidas (ver apoyo) para combatir las infracciones de la propiedad intelectual e industrial en internet. Aunque su objetivo son páginas web extranjeras (desde sitios de enlaces, hasta tiendas online), la industria tecnológica de EEUU se ha mostrado radicalmente en contra de las dos.
Las dos propuestas, aunque incluyen otras medidas, confían su eficacia a tres elementos. Los propietarios de derechos de autor podrán denunciar aquellas páginas que consideren que vulneran su propiedad intelectual o industrial. Para evitar que los internautas estadounidenses puedan acceder a los sitios acusados, las empresas de EEUU que alberguen las páginas deberán retirarlas de sus servidores. Si los servidores están fuera de ese país, las operadoras tendrán que bloquear el acceso desde suelo estadounidense. En estos dos puntos, las dos proposiciones son similares a la española ley Sinde. En lo que difieren es en el tercero: los buscadores tendrán que retirar este tipo de páginas de sus resultados de búsqueda.
"Si es aprobada, esta legislación perjudicará a la libertad y apertura de internet y traerá nuevas herramientas de censura de las webs internacionales dentro de EEUU", explican en un comunicado los miembros de Wikipedia. Por su carácter libre y comunitario, la decisión de cerrar hoy y redirigir a los que entren a un sitio con información sobre SOPA/PIPA no la ha tomado ni Wales ni ningún otro responsable de la Fundación Wikimedia. Han sido los propios wikipedianos, que tras un debate de tres días votaron a favor del cierre.
Los wikipedianos, tras un debate de tres días, decidieron el cierre
Pero Wikipedia no es la única que se ha ido a negro. Al cierre de esta edición, casi 7.000 páginas web estadounidense habían anunciado que hoy no abrían. Sitios como BoingBoing, Reddit, Digg o Twitpic cerrarán todo el día o 12 horas. Aunque en España no son tan conocidos, aparecen entre los cien sitios web más visitados de EEUU. Otros como WordPress, Mozilla o el sitio de la Free Software Foundation han anunciado que colocarán mensajes de protesta en su página principal. Facebook y Twitter, contrarias a las propuestas legislativas, decidieron no hacer nada especial para hoy. De hecho, el presidente de Twitter, Dick Costelo, dijo en su cuenta que la protesta le parecía "una estupidez".
A última hora de ayer, Bloom-berg aseguró que Google también se apuntaba. Aunque el buscador seguiría funcionando, pensaban poner un mensaje de rechazo en la web. "Nos oponemos a estos proyectos de ley, porque hay formas más inteligentes y precisas para cerrar sitios web extranjeros fraudulentos sin pedir a las compañías estadounidenses que censuren internet", dijo Samantha Smith, portavoz de Google, a Bloomberg. El buscador hará referencia a este rechazo en su página principal.
Los grandes impulsores de las dos iniciativas son las industrias del entretenimiento. Las discográficas, Hollywood, la industria del videojuego y la del libro apuestan por esta vía para acabar con la vulneración de su propiedad intelectual. En la coalición también aparecía la Business Software Aliance (BSA), la patronal del software. Pero acabó por retirarle su apoyo ya que empresas como Apple o Microsoft habían mostrado su rechazo a esta legislación y algunas como Karpersky habían anunciado que abandonaban la asociación en protesta. Entre sus apoyos también está la poderosa Cámara de Comercio de EEUU y el mayor sindicato de ese país, la AFL-CIO. Ambas organizaciones consideran que esta versión propia de la ley Sinde serviría para proteger la industria cultural estadounidense.
El presidente de Twitter dijo que la protesta le parecía "una estupidez"
Los argumentos usados allí recuerdan a los mantenidos en España. Por un lado, está la defensa de la propiedad intelectual, del trabajo de los que viven de la cultura y de los ingresos de toda la industria del entretenimiento. "Cada día, el trabajo de los estadounidenses se ve amenazado por ladrones desde páginas fraudulentas en el extranjero. Esta deplorable situación persiste porque la aplicación de las leyes de EEUU no tiene herramientas para combatirlos", denunciaba en un comunicado reciente el vicepresidente de la MPAA, la patronal de las productoras cinematográficas, Michael O'Leary.
Una defensa numantinaEn el otro lado están todos los grandes de internet, las empresas tecnológicas de Silicon Valley, asociaciones de ciber-activistas y pioneros de la red. Lo primero que denuncian es que, con la excusa de proteger la propiedad intelectual, se abra paso la censura en la red. También consideran que esta regulación crearía inseguridad en la red y afectaría nega-tivamente a la innovación. Algunas de las empresas, en particular los buscadores, no quieren convertirse en los policías de internet y acarrear con el coste social, de relaciones públicas y económico que supondría.
Los impulsores de las leyes son las industrias del entretenimiento
Los opositores también advierten de que la legislación propuesta tendrá consecuencias fuera de EEUU. De hecho, Stop American Censorship (que reúne a los contrarios) pide también la movilización a los internautas no estadounidenses. A los que crean que es sólo un asunto doméstico, esta organización les recuerda que la mayoría de las páginas extranjeras que están en el punto de mira están alojadas en servidores de EEUU. Además, su implantación podría ser emulada en otros países. En esto España ya se les ha adelantado.
Una de las fórmulas para el bloqueo de los sitios extranjeros consistiría en alterar la resolución de un dominio. Las direcciones web deben ser convertidas a una dirección numérica o dirección IP que las máquinas entiendan. Este mecanismo, llamado DNS, podría provocar que los internautas acabaran llegando a sitios de cibercriminales.
Pase lo que pase hoy, la Casa Blanca ya anunció el fin de semana pasado que se opondría a la ley SOPA tal como estaba redactada. De hecho, sus postulantes han aplazado su debate, previsto inicialmente para hoy, hasta conseguir un mayor consenso y ya han anunciado que borrarán del articulado el bloqueo por DNS. Pero aún sigue su curso la PIPA. El Senado de EEUU la verá la semana que viene y todo parece indicar que internet se volverá a apagar.
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