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Javier Gutiérrez: "Las comedias de 70 minutos son inaguantables, se estiran como un chicle y nunca se acaba"

El protagonista de ‘La isla mínima’ ha presentado, junto a Malena Alterio y los guionistas y directores Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero, 'Vergüenza', nueva serie de Movistar+ que se rodará en julio y explorará ese sentimiento de bochorno y vergüenza ajena en una comedia de diez episodios de 30 minutos de duración cada uno.

Javier Gutiérrez y Malena Alterio en la presentación de la serie 'Vergüenza'. /MOVISTAR +

MADRID.- “Incómoda”. Esa es la palabra más repetida durante la presentación a los medios de Vergüenza, comedia producida por Movistar+ que cuenta con Javier Gutiérrez y Malena Alterio como protagonistas y Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero como creadores, guionistas y directores. Incómoda porque se centra en una pareja que tiende a vivir situaciones de esas que producen el sonrojo ajeno. De esas que todo el mundo ha vivido en alguna ocasión, ya sea en carne propia o como testigo de una situación embarazosa.

Fernández Armero explica que lo de incómoda tiene que ver con el hecho de que la comedia no está en las réplicas de diálogos rápidos, sino que “la comedia la generamos con situaciones que pueden ser más intrascendentes a las que les sacamos toda la mala baba que hay debajo”.

Javier Gutiérrez es Jesús, un fotógrafo de bodas con aires y aspiraciones de artista casado con Inés, Malena Alterio. “La cuestión es quién no la caga una vez, dos, tres y cuatro. El problema es que en esta pareja es constante y eso hace que los demás se alejen de ellos. Ella al menos tiene amigas, pero el círculo de amigos de mi personaje es inexistente, le han ido haciendo el vacío pero él no es consciente de lo que le pasa. De hecho es un tipo feliz, muy enamorado de su mujer”, explica Gutiérrez. Ambos actores no se ponen muy de acuerdo en si sus personajes dan pena o más bien grima.

Al final, tras una breve y alegre discusión, el ganador de un Goya y un premio Feroz por La isla mínima llega a una conclusión: “No doy pena, ¿sabes porqué? Porque provoco bochorno y, además, Jesús, mi personaje, tiene un punto oscuro, tiene como un reverso, una esquina que no sabes dónde colocarlo. El tuyo sí [a Malena] porque es consciente, el mío no”. Aunque promete que “los espectadores se van a enamorar de ellos”.

'Vergüenza', que empezará a rodarse en julio y constará de diez episodios de 30 minutos de duración gira en torno a ese sentir vergüenza ajena que todo el mundo ha vivido decenas de veces en su vida cotidiana

Y ahí queda la cosa. Vergüenza, que empezará a rodarse en julio y constará de diez episodios de 30 minutos de duración –a la americana– gira en torno a ese sentir vergüenza ajena que todo el mundo ha vivido decenas de veces en su vida cotidiana y que provoca cierta incomodidad a la hora de verlo en la pantalla, porque puede que el espectador se vea reflejado en alguna de esas situaciones embarazosas que hacen que se revuelva en el sofá. “Si buceas y piensas en tu familia o en tu círculo más íntimo hay dos o tres de estos que no es que te den pena, es que hay una energía chunga, que no te apetece estar con ellos, que hay algo que no fluye”, avisa Gutiérrez.

Las referencias están ahí. Vergüenza promete ser una de esas series con unos protagonistas que son antihéroes, gente normal que se mueve entre la pena y la repulsa. Serie de personajes de los que el éxito huye y cuyas influencias han ido madurando con el tiempo. No en vano ha tardado siete años en llegar hasta el punto de estar a solo unos meses de comenzar el rodaje. The Office, Extras, Shameless… son algunos de esos nombres que salieron a colación durante la presentación y que puede que le persigan para siempre. Pero Vergüenza, cuyo piloto se grabó hace siete años con los mismos protagonistas y ha tenido que esperar guardada en el cajón todo este tiempo a la espera del momento oportuno para que viese la luz, aún tiene que buscar su propio estilo. Están en ello, con los guiones cerrados, toca dar con una estética visual que les diferencie. “Nos gusta el naturalismo, pero con un punto de sofisticación, que no sea la vida sin más, si no elegir qué vida contamos. No manipular sino crear nuestro espacio visual”, avanza Fernández Armero.

Explosión de series españolas

El resultado no podrá verse hasta el próximo año, cuando la estrene Movistar+, que continúa con la estrategia anunciada hace unas semanas en la presentación de La peste de estrenar entre ocho y diez producciones propias por temporada siendo, más o menos, la mitad comedia y la mitad drama. Una explosión de ficciones nacionales alimentada por la llegada de Netflix y el futuro desembarco de HBO. Las plataformas de televisión que hasta hora albergaban en sus canales los grandes títulos de ambos gigantes han visto como el futuro incierto se acercaba y se han lanzado a la producción propia para contraatacar.

Una explosión de ficciones nacionales (Netflix ha anunciado ya la suya propia) con una buena acogida entre los actores y directores implicados en Vergüenza, pero que abre un debate. Si no se estará saturando el mercado y si realmente hay público para tanta serie. Una oferta que Fernández Armero califica de “abrumadora” y para la que Cavestany pone el foco en las propias cadenas, que son las encargadas, al fin y al cabo, de “generar esa necesidad” de ver sus series.

Malena Alterio: “Es un lujo, no lo he visto nunca. Arrancar una serie que ya está escrita de principio a fin, que puedes ver el arco del personaje y no tienes que inventarte nada ni presuponer…"

Lo que sí parece claro es que la apuesta de Movistar+ por el sistema de trabajo más a la americana abre una puerta interesante para que otros le sigan. Rodar teniendo ya los guiones de todos los capítulos es algo muy raro en la televisión española, como reconoce Malena Alterio: “Es un lujo, no lo he visto nunca. Arrancar una serie que ya está escrita de principio a fin, que puedes ver el arco del personaje y no tienes que inventarte nada ni presuponer… En la tele muchas veces se va construyendo sobre la marcha. Aquí la partitura está hecha”. Y no solo, eso.

Una comedia a la americana, de media hora

La duración de las nuevas series de Movistar+ (tiene 20 proyectos en marcha con capítulos de 30 minutos para la comedia y 50 para el drama) es otra de las bazas con las que jugará la plataforma. Los creadores de Vergüenza están de acuerdo como guionistas y directores en que todo el mundo es consciente de que 70 minutos por episodio es demasiado. Todo el mundo quiere un cambio pero nadie se atreve, al menos en abierto. Gutiérrez incide en que las más perjudicadas en este sentido son las comedias: “Habría que cambiar la visión de las cadenas. A lo mejor con estas plataformas, Netflix y Movistar+, cambia un poco la idea. Sobre todo le vendría muy bien a las comedias, porque las comedias de 70 minutos son inaguantables, se estiran como un chicle y nunca se acaba eso. Es lo que acaba degradando al final el producto. Un drama lo aguanta mucho más”.

Cierto es que es algo de lo que se lleva hablando años y con lo que pocos se han atrevido a arriesgar. Refugiados, por ejemplo, lo hizo. En Vergüenza era uno de los requisitos indispensables desde el inicio y lo que hizo que el proyecto no encontrase comprador durante todo este tiempo. “Es la razón casi principal por la que hasta que no ha llegado Movistar+ no ha tenido una ventana idónea. Es un formato [los 30 minutos] que a las generalistas no les sale rentable”, reconoce Fernández Armero, quien, como su compañero, quiere dejar claro en todo momento el mérito que tienen los guionistas de este país consiguiendo mantener durante tanto tiempo el interés del espectador “sobre todo en la comedia”. “No venimos a descubrir la pólvora”, sentencia Cavestany. Hacer comedias de 30 minutos por capítulo no es nuevo, por mucho que en España lo parezca. Algo está cambiando.

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