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Jimi Hendrix, en el 23 de Brook Street

Una muestra recuerda su paso por Londres

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

En una singular coincidencia en la historia de la música, Jimi Hendrix y Georg Friedrich Händel compartieron el mismo edificio con algo más de dos siglos de diferencia. El guitarrista de Seattle vivió en un piso del distinguido barrio londinense de Mayfair en 1968 y 1969. No es que hubiera huido de EEUU, pero su carrera allí no terminaba de despegar, y fue en Londres, con la formación del grupo The Jimi Hendrix Experience, cuando el genio que sacaba de la guitarra sonidos fuera del alcance de los demás comenzó a convertirse en leyenda.

La casa es hoy la sede de un museo dedicado a Händel. Con ocasión del 40 aniversario de la muerte de Hendrix, se ha organizado una pequeña exposición con los recuerdos que se conservan del paso del músico por Londres desde hoy hasta el 7 de noviembre, aunque la visita a lo que fue el piso donde vivía Hendrix sólo se puede hacer en la segunda quincena de septiembre.

'Era un lugar ideal para nosotros, en el corazón de Londres, cuando era el centro mundial de la música', recuerda su novia inglesa de entonces, Kathy Etchingham. Pagaban por la casa 30 libras mensuales, una cantidad considerable en esa época. No estaba muy lejos de los locales de ensayo y de los clubes en los que Hendrix actuaba, ni de los bares del Soho, donde él no paraba de beber hasta que se desmayaba, lo que no siempre ocurría.

Además, el edificio estaba casi vacío, y Hendrix podía ensayar con los amplificadores a tope. El único inconveniente típico de las casas inglesas era una escalera forrada con una alfombra y con peldaños estrechos e irregulares. Lo pudo comprobar Chris Wood, el saxofonista de Traffic, cuando rodó borracho por las escaleras con tanta fuerza que atravesó una ventana.

El piso de Brook Street fue la base de operaciones de Hendrix para sus conciertos en Europa. En la exposición, aparece su permiso de trabajo con fecha de 16 de diciembre de 1968. Su primera visita a Londres fue en septiembre de 1966, pero sin permiso no podía decir que venía a actuar. Otra persona llevó la guitarra y uno de los que lo recibieron dijo a los agentes de aduanas que era 'una importante estrella americana que venía a cobrar los royalties'.

Tendría que esperar algún tiempo para disfrutar del estatus de estrella. El blues desatado de Hendrix encontró en Europa un recibimiento más cálido que el que había tenido en Nueva York. La muestra recoge programas de los conciertos británicos de Hendrix. Era una época en que se mezclaba todo. Hendrix podía compartir cartel con Pink Floyd en diciembre de 1967. Y sin embargo, unos meses antes había coincido en el mismo escenario con Cat Stevens y ¡Engelbert Humperdinck!, al que muchos habrán escuchado sin saberlo en los ascensores de los grandes almacenes.

Los Beatles y los Rolling Stones acudieron a conciertos de Hendrix. Cada uno de ellos era diferente. Nunca dejó de volver a Londres. Su última aparición fue una actuación improvisada con el grupo de Eric Burdon en un club londinense en septiembre de 1970. Murió dos días después.

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