Este artículo se publicó hace 14 años.
Josep María Castellet gana el Premio Nacional de las Letras
El galardón, el más importante después del Cervantes, reconoce la trayectoria literaria y la obra del escritor
El escritor Josep Maria Castellet, nombre esencial en la historia de la cultura catalana de las últimas décadas, ha ganado el Premio Nacional de las Letras, dotado con 40.000 euros, en reconocimiento a su trayectoria literaria y a su importante labor como editor.
La balanza se ha inclinado a favor de Castellet porque "ha servido de puente" a lo largo de su vida entre la cultura catalana y la del resto de España, según han señalado fuentes del jurado, que también ha tenido en cuenta los libros de memorias del premiado.
"Sospecho que me han dado el galardón por toda una serie de actividades que he desarrollado en mi vida y por el interés enorme por hacer contactos entre las lenguas", ha señalado al conocer el premio.
En esta edición del Premio Nacional de las Letras, el más importante en el ámbito literario después del Cervantes, Castellet competía con candidatos como Juan Eduardo Zúñiga, Agustín García Calvo, Emilio Lledó, Luis Mateo Díez, Bernardo Atxaga, Javier Marías o Enrique Vila-Matas.
Este premio lo convoca cada año el Ministerio de Cultura para distinguir la trascendencia de un autor y de su obra, escrita en español, en gallego, catalán o euskera.
Impulsor de los nueve novísimosImpulsor de la legendaria antología Nueve novísimos poetas españoles, Castellet (Barcelona, 1926) ha sido "el gran editor catalán de los últimos cuarenta años", en palabras de Teresa Muñoz Lloret, su biógrafa.
Uno de sus primeros hitos fue la antología Veinte años de poesía española (1960), publicada poco después del homenaje a Antonio Machado en Colliure y considerada entonces un manifiesto a favor de la poesía social.
"Yo me destaqué mucho en la época franquista por defender el diálogo Cataluña/España"
Aquella antología fue polémica y convirtió a Castellet, según ha dicho Muñoz Lloret en alguna ocasión, "en el crítico español por antonomasia de los años sesenta".
"Yo me destaqué mucho en la época franquista por defender el diálogo Cataluña/España y con la base del grupo que formaban Laín Entralgo y Dioniso Ridruejo. Ellos fueron los primeros que incluso dentro del régimen tuvieron cierta atención hacia la literatura catalana", explica Castellet.
Tres años más tarde vería la luz la antología Poesía catalana del segle XX, coescrita con el crítico Joaquim Molas y considerada "el manifiesto" de dicha tendencia.
En 1970 publicó la mítica Nueve novísimos poetas españoles, que, según dijo Castellet cuando se presentó la reedición en 2001, le sirvió para liberarse de "la pesadilla estética" que él mismo había "contribuido a montar" con su primera antología.
Este libro, que con el tiempo se convirtió en objeto de estudio académico y que causó cierto escándalo en el mundo de las letras, se centraba en la obra de Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Manuel Vázquez Montalbán, Ana María Moix (miembro, hoy, del jurado) Guillermo Carnero, Leopoldo María Panero, Vicente Molina Foix, José María Álvarez y Antonio Martínez Soria.
Castellet fue el autor que mosqueó a 9.991 poetas
En 2001, ocho de los protagonistas de la antología coincidieron con Castellet en la presentación de la reedición, y, como recordó con humor Vázquez Montalbán (fallecido en 2003), el libro "fue una provocación" que hizo reaccionar "airadamente a 9.991 poetas" no incluidos en el libro.
El nuevo Premio Nacional de las Letras, que esta tarde ofrece una rueda de prensa en Barcelona, es autor también de Iniciación a la poesía de Salvador Espriú (1971); Literatura, ideología y política (1976); Maria Girona, una pintora en llibretat (1977) y sus memorias después de tantos años en el mundo de la edición, Memòries poc formals d'un director literari (1987), o las más personales de Els escenaris de la memòria (1988).
Su dos últimas obras ha sido Sis personatges en temps adversos y Seductors, il·lustrats i visionaris, en 2009, en las que evoca la experiencia vivida junto a sus amigos en los años del franquismo.
La mayor parte de sus obras han sido traducidas a otros idiomas y han conocido varias ediciones y reimpresiones.
Fue el primer presidente de la Asociación de Escritores en Lengua Catalana y delegado de la Institución de las Letras Catalanas, de la que es decano desde 2006.
Cuenta con numerosos reconocimientos, entre ellos los premios Taurus de Ensayo (1970); Gaziel de Periodismo (1977); Josep Pla (1978) y el de Literatura Catalana de la Generalitat de prosa de no ficción, por Els escenaris de la memoria, 1989.
Está en posesión de la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya, de la Medalla de Oro de las Bellas Artes, de la medalla Pro Cultura Hungarica de la República Popular de Hungría y de la Orden Nacional del Mérito, de Francia.
El director general del Libro, Rogelio Blanco, ha presidido el jurado, que ha estado formado también por Rafael Sánchez Ferlosio y Juan Goytisolo.
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