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El médico de Jackson, culpable de homicidio involuntario

Tras nueve horas de deliberaciones, el jurado considera a Conrad Murray responsable de la muerte del artista en junio de 2009

ISABEL PIQUER

Conrad Murray, el médico personal de Michael Jakcson, que atendió al ídolo del pop en sus últimas horas, fue declarado ayer culpable de homicidio involuntario por un jurado de Los Ángeles que decidió que existían pruebas suficientes para responsabilizarle de la desaparición del cantante. Así termina el triste epílogo de una muerte que sorprendió al mundo y conmocionó a miles de fans, justo cuando Jackson preparaba su vuelta a los escenarios.

Después de un juicio de seis semanas, el jurado, siete hombres y cinco mujeres, empezó a deliberar el pasado viernes, descansó el fin de semana y retomó las discusiones brevemente ayer. En total, han sido nueve horas de deliberaciones que sellaron el destino del médico. El veredicto fue unánime y cuando se hizo público, desde la sala del tribunal se oyeron gritos de alegría de las decenas de personas que se acercaron a la puerta de la sala, donde irónicamente también fue juzgado O. J. Simpson en 1995.

Murray aceptó el veredicto impasible, casi tetanizado, incluso cuando los policías le esposaron para llevarle a la cárcel. En la última semana de juicio, el médico, que siempre clamó su inocencia, estuvo considerando testificar, pero finalmente desistió, convencido por uno de sus abogados de que sus palabras sólo podían perjudicarle. Murray, de 58 años, no ha hecho declaraciones públicas desde que fuera interrogado por la Policía dos días después de la muerte de Jackson hace dos años y medio. Durante el juicio, con cara compungida, siempre pareció estar totalmente desbordado por los acontecimientos.

El juez Michael Pastor, que ayer denegó la libertad provisional y decidió meterle entre rejas, fijará la sentencia el próximo día 29. Murray se enfrenta a un máximo de cuatro años de cárcel y puede dar por terminada su carrera.

Michael Jackson fue encontrado sin vida en su mansión de Los Ángeles el 25 de junio de 2009, cuando tenía 50 años. Posteriormente, se diagnosticó que había muerto de una sobredosis de sedantes y propofol, habitualmente utilizado en operaciones quirúrgicas de cierta envergadura.

Murray admitió haber dado a Jackson una dosis de propofol para ayudarle a dormir, pero sus abogados argumentaron que el cantante de Thriller causó su propia muerte administrándose una dosis extra letal junto a un puñado de sedantes, sin el conocimiento de Murray. La Fiscalía sostuvo por el contrario que Murray era culpable de negligencia grave por administrar la droga en un domicilio, no vigilar correctamente a la estrella, no llamar a tiempo a los servicios de emergencia y no informar al personal médico de que había suministrado propofol al cantante.

El médico fue esposado en la sala del tribunal y quedó bajo custodia 

Los abogados defendieron al médico argumentando la falta de pruebas. 'Para que se pruebe un crimen, la Fiscalía tiene que mostrar que el doctor Murray mató a Michael Jackson', dijo el abogado defensor Ed Chernoff al jurado. La acusación 'quiere que ustedes condenen al doctor Murray por las acciones de Michael Jackson. Si fuera cualquier otra persona y no Michael Jackson, ¿estaría aquí este médico?', añadió el letrado, que pidió obviar el estatus del fallecido. 'Si van a culpar al doctor Murray, no lo hagan porque es Michael Jackson. Esto no es un reality show. Es la realidad', dijo Chernoff.

La defensa argumentó que el cantante dependía de propofol para dormir y que desesperado por descansar se autosuministró una dosis fatal del poderoso anestésico, además de ingerir una cantidad de sedantes, sin el conocimiento de Murray, teoría que el fiscal, David Walgren, calificó de 'ciencia basura' .

'Las pruebas del caso son muy claras: Conrad Murray actuó con negligencia criminal, Conrad Murray causó la muerte de Michael Jackson, Conrad Murray dejó a Prince, Paris y Blanket sin padre', dijo Walgren al jurado, refiriéndose a los tres hijos del cantante.

Jackson 'pagó con su vida' la negligencia criminal de su médico personal, concluyó el fiscal en una presentación muy dramática al recordar que Murray, según mostraron los registros telefónicos, estuvo atendiendo asuntos personales 40 minutos después de darle al cantante una dosis de propofol hacia el fin de una noche para ayudarle a conciliar el sueño.

En un momento clave, que se interpretó en su momento como claramente favorable a la acusación, el juez Pastor explicó al jurado que podía inculpar a Murray incluso en el caso de que Jackson hubiera contribuido a su propia muerte, si creían que el médico no actuó para evitar el desenlace.

El juicio, que contó con la presencia de muchos familiares de la estrella, entre ellos sus padres, Katherine y Joe, y sus hermanas Janet y La Toya, tuvo momentos espectaculares. Cuarenta y nueve testigos desfilaron por la sala. En el primer día, el 27 de septiembre, el fiscal hizo escuchar una grabación del propio Jackson, en la que, con una voz de ultratumba apenas audible, aparecía profundamente angustiado por su vuelta a los escenarios. 'Todo deber ser fantástico. Cuando la gente salga del show, quiero que digan que no han visto nunca nada igual, que era alucinante, que han visto al mejor cantante del mundo, y usaré ese dinero, esos millones, para el hospital para niños Michael Jackson'. Unas declaraciones realizadas el 10 de mayo de 2009. '¿Y que hizo Murray al ver así a su cliente? Pedir más dosis de propofol dos días más tarde', declaró el fiscal.

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