Este artículo se publicó hace 17 años.
Los cimientos del hard rock nunca tiemblan
Led Zeppelin publica un recopilatorio antes de su regreso a los escenarios
El negocio musical ha impuesto una dinámica que comienza con la carrera del grupo y finaliza con su gira de reunión. Las modalidades son muchas, pero fundamentalmente se trata de un proceso de muerte, olvido, reivindicación y resurrección. El grupo de éxito se separa, pasan unos diez años de silencio absoluto sobre la banda, a continuación resurgen en forma de recopilatorios y discos en vivo –lo que alimenta a sus fans de siempre y consigue otros nuevos–, y finalmente anuncian su vuelta a los escenarios. Por supuesto, la gira de reunión va indefectiblemente asociada a un nuevo disco recopilatorio.
Hechas las presentaciones, aquí está ‘Mothership’, el recopilatorio de Led Zeppelin que sirve de apetitoso adelanto a su regreso a los escenarios en Londres, que tendrá continuación con una gira en 2008. El repertorio elegido para este grandes éxitos aporta pocas novedades. Prácticamente clava los dos volúmenes en los que anteriormente se recogieron sus mejores temas, titulados ‘Early Days’ y ‘Latter Days’. Una legendaria colección de canciones que viene acompañada por un DVD en vivo, a la postre lo más interesante de la recopilación.
Rock crudo
En disco, Led Zeppelin sonaban potentes y poderosos. No fue de los grupos que necesitaron reivindicar su directo como clímax del grupo. Pero sus conciertos, como testimonia el presente DVD, cuentan con el añadido de la crudeza. No es fácil ver a geniales instrumentistas sonando carroñeros. Led Zeppelin sacrificaron el perfeccionismo por la intensidad y la impulsividad. Al fin y al cabo, lo suyo era rock and roll. Pero un rock and roll que se diferenciaba de sus compañeros de generación –con los Stones en cabeza– por una visión mucho más trascendente de la música. Sus canciones rezuman una espiritualidad que los emparenta con la psicodelia californiana, pero al mismo tiempo en el escenario son capaces de comportarse como auténticas bestias. Hay pasajes del concierto que son puro sexo: descargas guitarreras electrizantes, Robert Plant gimiendo mientras imita una felación al micrófono, Jimmy Page retorciéndose en el final de un solo...
No es de extrañar que a las jóvenes y los jóvenes de las primeras filas se les salgan los ojos de las cuencas. ¿Quién no quería ser como ellos a finales de los 70? Clásicos como ‘Dazed and Confused’, ‘Whole Lotta Love’, ‘Rock and Roll’ o ‘Inmigrant Song’ sentaron las bases históricas del hard rock hasta nuestros días. Hay pasajes del DVD que si cierras los ojos y te dicen que estás oyendo el nuevo disco de Korn, te lo creerías. Crearon un repertorio bruto y sensible, una escalera hacia el cielo del rock que ninguna gira de reunión les podrá arrebatar.
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