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Netflix reescribe los libros de Roald Dahl y lo convierte en una cuestión de Estado en Reino Unido

La Roald Dahl Story Company (cuyos derechos pertenecen al gigante del 'streaming') y Puffin Books generan críticas por cambiar partes de las historias para que "puedan seguir siendo disfrutadas por todos en la actualidad".

Escenificación de 'Matilda', un musical basado en la famosa novela de Roald Dahl, en Madrid. Imagen de Archivo.
Escenificación de 'Matilda', un musical basado en la famosa novela de Roald Dahl, en Madrid. Imagen de Archivo. Alberto Ortega / Europa Press

Netflix no ha cancelado tu serie favorita (esta vez), pero se ha visto implicada en una nueva polémica. La Roald Dahl Story Company (cuyos derechos pertenecen al gigante del streaming) y Puffin Books se han convertido en foco de críticas tras reescribir partes de los libros de Roald Dahl para adaptarlas a los tiempos actuales. Algo que se ha convertido en una cuestión de Estado en Reino Unido, donde hasta el primer ministro británico, Rishi Sunak, ha mostrado su desacuerdo con la decisión.

Roald Dahl es uno de los referentes históricos de la literatura infantil. Entre sus obras más populares se encuentran Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante, Matilda, El gran gigante bonachón, Agu Trot Las brujas. Obras escritas entre mediados y finales del siglo XX y que no han envejecido muy bien, dado que el autor se ha visto envuelto en varias ocasiones por acusaciones de racismo, misoginia y antisemitismo. 

Tras su fallecimiento en 1990, los derechos de sus obras pasaron a la Roald Dahl Story Company, adquirida por Netflix en 2021. Puffin Books ha sido la editorial encargada de continuar publicando sus historias y en las últimas ediciones de las novelas del escritor británico de ascendencia noruega han incluido un mensaje: "Las maravillosas palabras de Roald Dahl pueden transportarte a diferentes mundos y presentarte a los personajes más maravillosos. Este libro se escribió hace muchos años, por lo que revisamos regularmente el lenguaje para asegurarnos de que todos puedan seguir disfrutándolo hoy". 

Esta serie de cambios en algunos conceptos planteados por Dahl en su momento han generado un acalorado debate sobre si los productos culturales deben ser modificados para adaptarse a los nuevos tiempos o son fruto de un contexto y un periodo determinado y así deben ser recibidos.

"Personas-nube" y Jane Austen

El diario británico The Daily Telegraph ha recogido algunos de los cambios que se han encontrado en las reediciones de las novelas de Dahl. Por ejemplo, los hombres-nube (Cloud-Men) que aparecían en James y el melocotón gigante han sido modificados y se han convertido en personas-nube (Cloud-People). 

Matilda, uno de sus libros más característicos tampoco se ha librado de algún retoque, como es el caso de una mención al escritor británico Rudyard Kipling que ha sido sustituida por otra a Jane Austen, señala el diario británico.

También han sido modificadas palabras asociadas al peso de los personajes, eliminando la palabra "gordo" y sustituyéndolo por otras expresiones como "grande". El informe publicado por el Telegraph recoge hasta 59 cambios en Las brujas.

En general, los insultos o expresiones insultantes como "cara de caballo", "estúpido", descripciones en torno al peso o la apariencia física de los personajes (erradicando adjetivos como "gordo" o "feo"), a la salud mental, a la violencia, al género, a la raza y todas aquellas cuestiones que pudieran ser potencialmente ofensivas han sido modificadas o eliminadas para evitar herir sensibilidades.

Una cuestión de Estado

El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha criticado los retoques realizados a las novelas de Dahl. Desde Downing Street, oficina y residencia oficial del primer ministro, un portavoz oficial señaló que "es importante que las obras de literatura y los trabajos de ficción se preserven y no se editen". 

"Siempre hemos defendido el derecho al libre discurso y expresión", observó. "Cuando se trata de nuestra rica y variada herencia literaria, el primer ministro está de acuerdo con el BFG (en alusión a El gran gigante bonachón) en que no deberíamos "gobblefunk" (nombre que recibe el léxico que inventó el autor británico) con las palabras", dijo.

Aunque Dahl falleció en 1990 con 74 años, continúa figurando con regularidad en lo alto de los autores favoritos del país. Las críticas no solo han venido desde su tierra natal, sino desde distintos puntos del mundo. En España, por el momento, no hay indicios de que se hayan producido tales modificaciones en las ediciones traducidas de los libros de Dahl.

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