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"Es parte de nuestra familia"

Los fans del cantante en España lloran su muerte tras confirmarse lo que nunca quisieron creer

ISABEL REPISO

Nico no fue este viernes al trabajo: estaba de luto. Tenía cinco entradas para estar en el regreso de su ídolo en Londres. Ahora piensa en acudir al funeral. '¿No lloras?', preguntaba con sorna un anciano de 80 años a su amigo. 'Ha muerto Michael Jackson'. '¿Como que 50 años?' una de las dos adolescentes no daba crédito '¿No tenía 30?'. 'Ya verás qué cola otra vez en la SGAE', le decía la pequeña sobrina a su tío durante el desayuno.

Llevaban meses soñando con su vuelta en Londres, pero ayer sus fans fueron derrotados. María Sánchez-Moreno, presidenta del club MJJ Nation, tenía entradas para ocho fechas distintas de estos conciertos, pero el corazón del cantante dijo basta. Ella conoció la noticia por Internet y acostumbrada a los bulos sobre su ídolo, se pegó a la CNN. 'Viví la agonía al segundo. Hasta que no hubo confirmación, no quise dar por hecho lo que se decía', recuerda. Evita la palabra muerte, porque sus canciones siguen ahí.

La repercusión de la noticia ha tenido una dimesión sin precedentes gracias a la popularidad del cantante, pero no hubiera corrido tanto sin las redes sociales. El volumen de mensajes en Twitter llegó a ser de más de 5.000 por minuto, informa Christian González. En tres horas, más de la mitad de las búsquedas en páginas estadounidenses destacadas en Google tenían a Jackson por objeto. Y en las diez horas posteriores a su muerte, la Red recibió 30.000 mensajes relacionados con el asunto, calcula empresa de audiencias Nielsen Online.

Sus fans explican por qué: 'Era muy penetrante. Apenas entiendo inglés, pero su música, sus clips y sus actuaciones me llegaban. A todo el mundo le removía el alma', dice Marcos Aguilar, que ayer se acercó al Museo de Cera para hacerse múltiples fotos con su ídolo (la estatua permaneció todo el día en plena calle). 'Para mi generación es de verdad el rey, porque no llegamos a conocer a otros grandes como Elvis', agrega este hombre de 39 años.

El impacto emocional por su muerte resulta difícil de entender para quienes viven al margen de los foros y las comunidades digitales en torno a la estrella. Gabriel Oré toma aire antes de hablar porque las lágrimas pueden ahogar su voz en cualquier momento. 'Estoy tocado', se disculpa.

La influencia de Jacko fue tan grande a lo largo de toda su vida que le llevó a dedicarse profesionalmente a la música. 'Michael es y será siempre un motor. Todas sus canciones tenían un mensaje positivo, y eso ha marcado mi forma de ser. Para mí es un hermano mayor'.

Este productor musical lo conoció personalmente en la edición de 2006 de los World Music Awards, en Londres. 'A pesar de que en la distancia ya lo conocía, me surgieron interrogantes que él disipó por completo: su disposición a hacerte sentir bien, su inmensa sonrisa', recuerda.

La percepción de Oré coincide con la de Sánchez-Moreno, que también pudo conocer en persona a Michael Jackson en Tokyo, en 2005: 'Desprendía un aura especial. Hay muchos artistas sensibles pero él iba más allá'.

Este viernes uno de los puntos de peregrinaje obligado era el Hard Rock Café de Madrid. En sus vitrinas descansan los zapatos que Jacko calzó en un encuentro con el productor Quincy Jones. De charol rojo, no resulta difícil imaginarlos en los pies del rey del pop. Talla, sobresaliente, de 9 y medio. Hasta allí se desplazó ayer Raúl Conejero. 'Para nosotros Michael es como parte de nuestra familia. Hemos crecido con él', dice. Y no exagera. En 2005, cuando Jackson aguardaba el fallo del tribunal que lo juzgó por varios cargos sexuales fue declarado no culpable Raúl viajó hasta Los Ángeles para apoyarlo.

El dramatismo por la pérdida de Jackson ha sido mayor por la inmediatez con que se ha seguido su muerte. 'Ha sido impactante. Cada minuto se desvelaban nuevas informaciones que no conseguía asimilar', dice María. Precisamente, la única espina clavada en los seguidores del cantante son los ataques que recibió por parte de los medios en cuestiones tan íntimas como su vida familiar, sus operaciones estéticas o las acusaciones por pederastia.

'Los medios fueron extremadamente crueles. Se ha oído de todo y es algo que no se ha hecho con nadie', recrimina Gabriel. Y el miedo persiste (hay quien elude fotografiarse con sus discos de Jackson por miedo a ser retratado como un friki). Es lo que pasa cuando las canciones quedan huérfanas y cada cual se apropia de las palabras que necesita. Hoy, la mejor despedida para Michael sale de él: Gone too soon.

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