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Poniatowska evoca la rebeldía de Carrington

La escritora firma en 'Leonora' un carta de amor a la pintora surrealista

PAULA CORROTO

Una vida intensa quizá sólo pueda ser novelada por otra biografía igual de apasionada. La escritora mexicana Elena Poniatowska (París, 1932), descendiente de aristócratas polacos, activista política y periodista, firma en Leonora último premio Biblioteca Breve de Seix Barral todo un tributo a la pintora surrealista Leonora Carrington, en la que no soslaya ninguno de los aspectos vitales de la artista. Desde su rebeldía, su amor por Max Ernst, su locura y, sobre todo, su inagotable pasión por la pintura. 'Quería escribirle una carta de amor a una personalidad muy notable e inteligente y cuyos cuadros me parecen únicos', señaló ayer la escritora.

Poniatowska conoce a Carrington desde hace más de 50 años, cuando la pintora se afincó en México. Después de una entrevista, se estableció entre ambas una gran amistad quizá debido a los paralelismos entre sus vidas. Al igual que Carrington, Poniatowska siempre buscó su independencia, 'aunque creo que en mi caso fue más difícil, porque yo no tengo su talento. Ella vuela con sus propias alas y nunca se estrella', afirmó la escritora con su voz dulce, moldeada a partir de los tres idiomas que domina (francés, inglés y español).

'Ella jamás se dejó doblegar y le salió caro en términos de soledad'

Ni siquiera la fuerza del amor pudo con la pintora, apuntó Poniatowska. En la novela relata la apasionada relación entre Leonora y Max Ernst, pero 'ella jamás se dejó doblegar. Esa es su gran cualidad. Y jamás fue el reflejo de las ideas y voluntades de otros hombres. Esto le salió caro en términos de soledad, pero siempre tuvo a su pintura', señaló la autora de La piel del cielo.

Si Leonora tuvo en el arte pictórico su tabla de salvación, Poniatowska siempre se aferró a las letras. Primero en el periodismo, al que llegó en una época en la que 'el espacio de las mujeres todavía era la casa, la cocina y educar a los hijos', recalcó. Esta equivalencia también se halla entre las dos mujeres. Mientras Leonora se encontró en París con un grupo de surrealistas que trataba a sus musas 'como las que lavaban el excusado', Poniatowska tuvo que trabajar en una redacción en la que 'los temas importantes siempre se los llevaban los hombres. En las mujeres no se invertía porque de ellas se decía que trabajan en MMC, es decir, Mientras Me Caso', detalló la escritora. Unas barreras, que según ella, hoy no han acabado de caer: 'Es mucho más difícil que reconozcan a las mujeres. Siempre tienen que romper obstáculos. Incluso en los sueldos, que siguen siendo más bajos para las mujeres'.

'Cuando yo empecé en periodismo, las mujeres eran MMC: 'Mientras Me Caso''

En los encuentros entre la escritora y la pintora ha habido bastante espacio para la política. 'A ella no le gusta el presidente [Felipe Calderón], aunque ahora lo que más le preocupa es su perro', confesó con sorna Poniatowska. Ella también está desencantada: 'El dinero que debería ir a cosas importantes se va a los cochinos partidos políticos'.

Por eso prefiere refugiarse en la ficción, 'donde tengo más libertad que en el periodismo'. Y ya prepara lo próximo: una novela sobre los Poniatowski polacos. El cierre a una intensa vida.

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