Este artículo se publicó hace 13 años.
El PP rechaza reducir las emisiones de CO2
Los conservadores rompen el consenso sobre el cambio climático y presentan un texto que avanza los ejes de su política medioambiental
El consenso sobre la necesidad de rebajar un 30% las emisiones de CO2 saltó ayer por los aires sobre las alfombras del Congreso de los Diputados. El Partido Popular decidió no votar a favor de las conclusiones de la comisión para el estudio del cambio climático y presentó en su lugar un informe propio en el que recomienda no apoyar ese esfuerzo de reducción de emisiones, y demanda que no se adquieran nuevas obligaciones en este apartado si no cuentan con el consenso de todos los países desarrollados.
La Comisión Mixta dedicada al estudio de los efectos del cambio global votaba ayer, después de más de dos años de trabajo, un informe con 101 recomendaciones y medidas para que ejecute el Gobierno. Algunas de ellas, tan relevantes que son aceptadas por todos los grupos, como la puesta en marcha de una Ley de Ahorro y Eficiencia Energética o una Ley de Energías Renovables. Sin embargo, los conservadores no han querido hacer suyas estas recomendaciones que pudieran convertirse en un mandato para un futurible Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy. Finalmente, los 17 votos del PP en la Comisión fueron para la abstención y el documento se aprobó con los 23 votos a favor del PSOE, Entesa Catalana, PNV, CiU e IU-ICV.
El Congreso aprueba un texto que aspira a la mejora del medio ambiente
Una de las principales ideas que defiende el informe del Congreso es la necesidad de revisar y establecer sistemas de fiscalidad ambiental que obliguen a reducir el consumo de combustibles fósiles. En concreto, recomienda la introducción de una tasa sobre las emisiones de CO2 que afecte al Fondo creado en la Ley de Economía Sostenible.
El informe pretende también que el Ejecutivo ponga en marcha incentivos fiscales que primen un uso eficiente y menos contaminante de los vehículos privados. Además, propone el establecimiento de deducciones fiscales a aquellas empresas que apuesten por el transporte sostenible en el desplazamiento de sus trabajadores hasta el centro laboral y hagan esfuerzos por evitar las emisiones dañinas según el consenso científico.
La posibilidad de aplicar esta fiscalidad verde es rechazada de forma tajante por el PP, que considera que "no es momento de subirle los impuestos a los españoles", en palabras de la portavoz de los conservadores en la Comisión, María Teresa de Lara. Según la representante del PP, "no es esta la línea [de actuación] de ninguna de las maneras", porque medidas como las propuestas perjudican la creación de empleo.
Los conservadores se niegan a firmar las propuestas pactadas por todos
Con respecto a la elaboración de una Ley de Cambio Climático, la Comisión pretende que obligue a señalar anualmente en los Presupuestos lo que España paga por sus emisiones de más. Además, pide que se determine cuál es la huella ecológica de los productos y reflejar qué emisiones se han producido durante su proceso de elaboración hasta llegar al consumidor.
Junto a esta, el texto aprobado reclama que se redacte una Ley de Energías Renovables que incentive el desarrollo de las tecnologías que favorezcan el uso de las energías emergentes que sean más seguras, más sostenibles desde la perspectiva medioambiental y que permitan mayor independencia de suministro y el desarrollo económico nacional.
Otra norma que la Comisión reclama al Gobierno en el documento es la Ley de Ahorroy Eficiencia Energética, sobre todo para transporte y vivienda, facilitando una reducción del consumo energético que reduzca este coste en la balanza comercial y la huella ecológica provocada.
El Partido Popular antepone la crisis económica al futuro del clima
Por otro lado, se propone que el Gobierno establezca un objetivo de reducción de las emisiones de CO2 en el sector energético en un 100% en 2050 y hasta del 80%, de manera doméstica, en comparación con las emisiones del año 2005. El texto reclama que se ha de intensificar la sustitución de combustibles fósiles como fuente energética en la industria española.
"Extrema gravedad"El Partido Popular se negó ayer a suscribir el documento de 342 páginas que contiene estas y otras medidas y en su lugar presentó un voto particular de 18 en el que desgrana la perspectiva de los conservadores para los asuntos medioambientales. La portavoz del PP señaló que la "extrema gravedad" que atraviesa la situación económica española es la principal de las razones por las que no podían votar junto con el resto de grupos de la Cámara a favor de las recomendaciones de la Comisión.
El partido de Rajoyse opone a la
Por ejemplo, la diputada De Lara señaló la inclusión de medidas fiscales en el texto, un "desacierto" dada la situación actual. Aunque añadió que su partido "siempre va a estar en contra de subir impuestos". La portavoz conservadora señaló que su grupo sólo apoyará políticas energéticas "en condiciones", que contengan "actuaciones dirigidas a crear empleo, no a destruirlo". Por estas razones, el PP optó por presentar su propio voto particular cuyos ejes son, según explicó De Lara, la creación de puestos de trabajo.
Para justificar la abstención y no el voto en contra, la diputada aseguró que valora algunas de las recomendaciones, como la creación de algunas de las normas propuestas, pero que no podía "aceptar el conjunto".
El documento alternativo del PP recomienda no apoyar el incremento de la reducción de emisiones hasta un 30% en el año 2020 en la UE, hasta que se disponga y evalúe el estudio de la Comisión Europea sobre el coste de ir más allá de una reducción del 20%. De Lara, sin embargo, no quiso aclarar si su partido aceptará la reducción del 30% en caso de que el informe de la Comisión lo dé por bueno: "No sería concluyente", reconoció.
Teresa Ribera cree que es «dramático» que se impida el acuerdo nacional
En la última cumbre sobre cambio climático, celebrada en Cancún, la Unión Europea ofreció una reducción del 30% sobre las emisiones de 1990 a partir de 2020, siempre y cuando otros países desarrollados ofrecieran reducciones comparables. Un consenso europeo que el PP no quiere mantener. Sin embargo, y a pesar de que incluso Alemania y Francia apoyan la medida, la portavoz del PP cree que con su decisión no se rompe ningún consenso: "Niego la mayor", zanjó De Lara.
Además, el texto presentado por el PP apuesta por mantener las actuales fuentes de energía, incluida las nucleares. Pero De Lara no cree que su voto particular sea un programa de Gobierno del PP en esta materia: "Si acaso, se puede considerar los ejes fundamentales de nuestra política medioambiental".
La secretaria de Estado para el Cambio Climático, Teresa Ribera, aseguró que la decisión del PP es "muy triste". "Lo más dramático es que se ha perdido la oportunidad de establecer un consenso de Estado en una cuestión de interés nacional tan relevante para el futuro de nuestro país". La secretaria de Estado sí considera que el documento del PP es el "adelanto de su programa electoral", que "lleva implícito mantener el modelo energético".
Según Ribera, el PP ha querido liberarse de los compromisos que le acarrearía firmar el documento de la comisión. "No podía votar en contra, porque sabe que se trata de políticas fundamentales. Pero tampoco ha querido firmar un contrato que le obligue en el futuro, si es que llega al Gobierno", señaló.
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