Esta es una idea de postre para la cena de Nochevieja, una receta saludable, dulce, colorida y muy sabrosa. Se trata de servir unos vasos con caqui maduro, nata, y unos trocitos de chocolate y/o galleta, junto a un punto de menta. Una delicia fácil de preparar que endulzará la cena y sorprenderá por su color, sabor y textura, a tus invitados. 

El caqui es una maravilla. Mezclado con yogur griego o cuajada, funciona como una mermelada pero saludable. Utilizando el mismo principio, esta vez con nata montada (aunque nada impide que los hagas con un yogur cremoso), se preparan unos vasitos llamativos y originales. Se sirven frescos y con los sabores armonizados.

Prepara el caqui y monta la nata:

Lava bien los caquis, pélalos y retira las semillas (si las tienen). 

Tritura la pulpa con una batidora hasta obtener un puré suave. Reserva en la nevera.

En un bol frío, bate la nata con el azúcar glas hasta que esté bien montada. Debe quedar firme, pero no te pases de batir para que no se corte.

En el fondo de cada vaso, coloca una capa de puré de caqui.

Añade una capa de nata montada.

Coloca una capa de galletas trituradas entre el caqui y la nata para aportar textura.

Repite las capas (caqui, nata, galleta) según el tamaño del vaso, terminando con nata.

Decora:

Decora la capa superior con una hojita de menta, trocitos de chocolate, o un poco más de galleta triturada.

Deja los vasos en la nevera durante al menos 1 hora antes de servir, para que estén frescos y los sabores se integren.