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Ruiz Zafón insiste en la misma fórmula para llegar al éxito

Mañana estará en las librerías 'El prisionero del cielo', la tercera novela de la tetralogía del escritor catalán.

HECTOR JUANATEY

El final de la tetralogía El cementerio de los libros olvidados del escritor catalán Carlos Ruiz Zafón está más cerca. El tercer libro de la saga, a la que el propio Zafón define como un 'caleidoscopio de hitorias' —son libros independientes pero interconectados—, fue presentado este miércoles en Barcelona ante más de 200 periodistas y libreros.

El prisionero del cielo (Planeta) continúa la historia iniciada en 2001 con la publicación del best-seller mundial La sombra del viento, cuyos principales personajes, Daniel Sempere y Fermín, vuelven como protagonistas. Lo hacen sin embargo en una época muy distinta: los años de la posguerra.

El lugar escogido para presentar la novela fue la Capella dels Àngels, un monumento gótico del siglo XVI que representa el ambiente en el que se suceden las tramas imaginadas por Zafón.

Durante una charla con la periodista Gemma Nierga, el escritor catalán anunció que El prisionero del cielo rompe con la oscuridad que centralizó el segundo libro de la tetralogía, El juego del ángel. 'Se trata de una novela más luminosa, que cruza ya el ecuador de la oscuridad de El juego del ángel', afirmó Zafón, para quien además 'todas las piezas de la saga comienzan a cobrar sentido'.

El gusto de Zafón por Barcelona nació, según recuerda, durante su infancia 'dickensiana'

Al igual que en sus anteriores novelas, El prisionero del cielo se ambienta en la Barcelona gótica que tanto atrae a Zafón, que ve la ciudad catalana como un personaje más de sus novelas. 'A Barcelona le gusta subirse al escenario y a mí me gusta darle un papel', dijo el escritor.

El gusto de Zafón por Barcelona nació, según recuerda, durante su infancia 'dickensiana', durante la cual, con 11 o 12 años, se dedicó a recorrer la ciudad ayudando a su padre en el cobro de seguros. 'Conocí todas las capas de la cebolla', comentó en relación a los distintas perspectivas de la urbe.

Aunque no desveló nada del final de la saga, Zafón si alivió una de las tensiones de sus lectores. En el último libro, del que todavía no se sabe el nombre, todas las tramas se cerrarán. Los seguidores de sus libros sabrán por fin, entre otras cosas, quién es el padre de Daniel. 'Lo que queda es la resolución final'.

Ese final no se conocerá hasta al menos dentro de dos años, el tiempo mínimo prudencial, según el escritor, para preparar una novela de estas características: 'Trabajar con plazos es peligroso, pero probablemente en dos o tres años ya se pueda leer el final'.

Ruiz Zafón ya explicó en más de una ocasión que no quería que sus novelas fueran adaptadas al cine. Hoy lo volvió a reiterar. Para él, sus novelas son 'libros que hablan sobre los libros, sobre los que los leen, los roban, los compran... Estaría mal transformarlos en otra cosa', señaló. 'No hace falta que todo se tenga que convertir en una película o en un videojuego'.

Y para los más insistentes, Zafón tiene un mensaje claro: 'La mejor película es la que el lector ve nada más abrir los libros. La ve en el teatro de su mente'.

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