Este artículo se publicó hace 12 años.
Santiago Carrillo: "Yo sé que soy uno más entre millones de individuos"
'Mi testamento político', la última obra del histórico líder comunista, se ha publicado tres meses después de su muerte
"Se comprenderá que casi todo lo que tengo que decir lo he dicho ya. Pero pienso que se escribe siempre el mismo libro". Son algunas de las palabras que escribió Santiago Carrillo poco antes de morir, cuando seguía volcado en lo que siempre fue su pasión, plasmar con su puño y letra sus análisis político sobre una realidad cambiante, la misma que le hizo cambiar a él. Lo escribió consciente de que sería su último legado a la historia y, sabiéndolo, lo tituló para la ocasión: Mi testamento político. Sin embargo, la muerte le encontró antes de poder terminarlo.
Lo ha presentado esta mañana al público "la mesa que hubiera querido Santiago", como ha reconocido su propio hijo, Jorge. Junto a él se han sentado Joan Tarrida, director general de Galaxia Gutenberg, editora de la obra; Miguel Herrero de Miñón, con quien Carrillo se sentó tras la muerte de Franco junto a otros cinco para redactar la Constitución; Raúl Morodo, amigo y también compañero de viaje en el camino a la democracia y, finalmente, Julián Ariza, uno de sus eternos camaradas que le acompañó desde la juventud hasta poco antes de morir. Pese a que al volumen "le faltaban algunos fragmentos" lo terminamos con estractos de otras obras, ha explicado Tarrida.
"Yo sé que soy uno más entre millones de individuos, y que cuando desaparezca físicamente estaré definitivamente acabado" dice Santiago Carrillo en las Palabras previas de su obra. Sin embargo, él no está acabado, sigue viviendo en el recuerdo de los que compartieron trozos de vida con él. Y plasmado en la historia de España, pues "es una de las personas que más ha contribuido a la instauración y el mantenimiento de la democracia en España", como ha explicado Herrero de Miñón, quien "si no le hubiera conocido estaría hoy también aquí por la gran admiración que tengo hacia este hombre de Estado". Ha recordado todo lo que compartió con él, "de tertulia en tertulia, de Antena 3 a la Ser, 24 años de mi vida" los ha pasado junto al eterno comunista. Y éste, su tercer libro que presenta, "lleno de análisis y perfiles personales", es "el retrato de lo que fue Carrillo".
"Creyó en un horizonte utópico y lo supo ensamblar con los rigorosos análisis de la realidad"
Nunca utilizó un ordenador para escribir, Santiago escribía a mano y Carmen, su fiel compañera, le transcribía todos los textos. Luego, los revisaba y corregía él mismo una vez impresos. Así es como su hijo, Jorge Carrillo, recuerda la que fue la principal actividad de su padre durante sus últimos años de vida. Pero con la vejez le llegó también la ceguera. Por eso, durante sus últimos meses de vida, por primera vez empezó a usar un ordenador con una gran pantalla y un programa que le leía los artículos de El País. "La obsesión de Santiago siempre fue escribir hasta el último momento".
"Este no es un libro más de memorias, es un testamento. Cuando se hace un testamento es para explicar algo. Y él explica su evolución, no sólo personal sino de lo que él representó", ha continuado explicando Raúl Morodo. Él conoció a Carrillo en París, en el exilio, en las reuniones de la Junta Democrática, momento decisivo para lo que aún estaba por venir y en el que Carrillo puso en práctica todo su compromiso y habilidad política para acercar posturas con aquéllos enemigos declarados del comunismo. "Creyó en un horizonte utópico y lo supo ensamblar con los rigorosos análisis de la realidad".
Para terminar ha tomado la palabra Julián Ariza, el único de la mesa que se "identificaba con él políticamente" y con el que compartió durante sus últimos años almuerzos dos veces al mes. Como el comunista que fue Carrillo, él mira al pasado para entender el presente e intentar cambiar el futuro. Por eso se ha quedado con el recuerdo de una de sus últimas conversaciones, en la que hablaron "de la Crisis, con mayúscula".
El anciano comunista, que nunca rompió su carné pese a haber dejado el partido, sentía que "en este momento hay una situación muy similar a que había en los años 30. Hoy nos encontramos una creciente expansión del miedo entre los ciudadanos y una contrarrevolución en la que poderes financieros quieren imponer un modelo que tiene muchos paralelismos con el pasado". Sorprendido cada vez que Rajoy anunciaba un nuevo recorte, Carrillo se preguntaba: "¿Pero qué es lo que quieren?"
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