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Sinde apuesta por la serenidad

Carlos Cuadros, hombre de perfil opuesto a Guardans, asume la dirección general del Instituto de Cinematografía (ICAA)

 

SARA BRITO

El Consejo de Ministros confirmó este viernes a Carlos Cuadros como nuevo director general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA). Su perfil es el reverso del director saliente, Ignasi Guardans, al que el pasado jueves cesó la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, después de 18 meses de gestión marcados por los cambios estructurales en el sector, la polémica y los recortes presupuestarios.

Cuadros, que deja la dirección de la Academia de Cine, donde la propia González-Sinde, antes presidenta de la institución, lo situó hace tres años, tiene fama de hombre sereno y dialogante. De trabajador y buen gestor, capaz de escuchar a las partes de una industria que le reclama recomponer 'la relación de Cultura con los sectores del cine', como apuntó el portavoz de la Unión de Actores, Jorge Bosso.

'Confío en Cuadros, es una persona que escucha', opina Javier Rebollo

La elección responde a la búsqueda de un perfil menos agresivo y menos político que el de su antecesor, cuyo mandato será recordado por la aprobación de la Orden Ministerial que regulaba una Ley del Cine empantanada, la guerra abierta con el colectivo Cineastas contra la Orden, que criticaba que ésta ignoraba a las producciones pequeñas, la crítica a saco al Festival de San Sebastián o el intento de sustiuitir al director de la Filmoteca Española, Chema Prado, después de 20 años al frente.

'El mayor problema de Guardans era de formas, aunque tuviera razón, la perdía por sus maneras', apuntó el director de cine Javier Rebollo, miembro activo de la plataforma de oposición a la Orden Ministerial promovida por el ex directivo. 'Confío en Cuadros, es una persona que escucha. Nos gustaría plantearle una alternativa a la Orden que ilumine de verdad la famosa Ley del Cine', dijo.

'Me subo a un tren en marcha, con los raíles definidos', dice Cuadros

En efecto, Cuadros, nacido en Cazorla hace 39 años y formado primero en interpretación y periodismo y, luego, en gestión cultural en entidades como la Fundación Autor y la Fundación Aisge, admite que su virtud es que no le cuesta escuchar. 'Me subo a un tren en marcha, con los raíles perfectamente definidos. Ahora bien no tendré miedo en cambiar lo que haga falta ni en dejar lo que esté bien hecho. Los cambios que ha asumido mi antecesor han sido estructurales, y eso para un sector acostumbrado a trabajar de una manera determinada puede ser difícil de asumir, pero era necesario', contó Cuadros a Público.

El nuevo director general se mostró cauto a la hora de precisar retos concretos. Pero sí dejó claro que entre sus prioridades está trabajar la digitalización de las salas, dar respuesta a la demanda existente al consumo de contenidos en la red, y cerrar cuestiones técnicas como el cómputo de espectadores de festivales y online para las ayudas de amortización. Asimismo, y desmarcándose del recorte que Guardans había anunciado en promoción exterior del cine español, Cuadros se mostró dispuesto a reforzarla.

Algunos están más contentos que otros. Si los miembros de Cineastas contra la Orden y la Unión de Actores valoraron como positiva la destitución del director general, antes diputado europeo por CIU, Pedro Pérez, presidente de la patronal de productores (Fapae), habló de la valentía de Guardans. 'Que desaparezca la persona no quiere decir que lo haga su política. Hay cosas cerradas que seguirán aplicándose', aseguró.

El productor y director Gerardo Herrero, amigo personal de Ignasi Guardans, dijo que Cuadros 'conoce el sector y el mundo del cine', aunque matizó que 'llega en un momento de crisis económica en el que tendrá que equilibrar todos los problemas del cine español'.

Guardans exponía su estado de ánimo en sus perfiles de Facebook y Twiter: 'Llegan mensajes muy bonitos (alguno andará brindando). ¿Que qué tal? Serenidad, conciencia limpia, lealtad probada, vista puesta en el futuro'.

El sector del cine también mira a su futuro en medio del cambio. 'Quizás el mayor reto sea conseguir que el cine no parezca siempre un campo de batalla', asumió la guionista Lola Mayo. 'Los políticos pasan, pero el cine se queda. Incluso con Guardans se han hecho películas muy buenas y el cine español ha ganado en festivales como Venecia o San Sebastián', concluyó Rebollo.

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