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'Star Trek: Picard' reivindica la valía de las viejas glorias

Amazon trae a España una nueva serie basada en el universo de 'Star Trek' con Picard como protagonista y diez episodios por delante para disfrutar de Sir Patrick Stewart y su tripulación

Patrick Stewart como el capitán Jean-Luc Picard | CBS All Access/Amazon
Patrick Stewart como el capitán Jean-Luc Picard | CBS All Access/Amazon

Una serie está bien planteada y contada cuando pese a enmarcarse en un universo más amplio, sea este cinematográfico, seriéfilo, literario y/o procedente de los videojuegos, se puede ver, entender y disfrutar sin haberse sumergido nunca jamás en su mundo previo y, además, no tener esa sensación perenne que acompaña a otro título de reciente estreno de que hay algo que falta. En Star Trek: Picard, serie de CBS All Access que se estrena hoy en Amazon, da igual no ser trekkie y no haber visto ninguna de sus series o películas, cualquier amante de la ciencia ficción y las historias espaciales puede entrar de lleno desde el primer episodio.

Tener a Patrick Stewart como protagonista dando vida de nuevo al emblemático personaje de la saga al que interpretó por última vez en Star Trek: Némesis (2002) hace mucho. Aunque, siendo justos, el mérito no es exclusivamente suyo. Sir Patrick, siempre impecable, está muy bien arropado por los televisivos Santiago Cabrera, Harry Treadaway, Michelle Hurd y Alison Pill y la menos conocida pero crucial en la historia Isa Briones. Además, muestra un buen nivel de producción y una trama perfectamente anclada en los distintos puntos geográficos por los que transita y con los muchos personajes a los que involucra.

La acción arranca con Jean-Luc Picard retirado en una idílica casa de campo francesa rodeado de viñedos y acompañado por un par de sirvientes/amigos que le ayudan con eso de la vida de jubilado. Allí, con su perro Number 1, se lame las heridas que le dejaron los hechos sucedidos hace 14 años, cuando los sintéticos se revelaron en Marte y la Federación aprovechó para cancelar el rescate de los romulanos que promovía el que fuera capitán del Enterprise D y E. Este Picard vive sus últimos años, aislado del complejo mundo que lo rodea y añorando a su amigo Data (Brent Spiner). Su conexión con él y la que genera con una chica llamada Dahj (Isa Briones) que de pronto aparece pidiendo su ayuda le obligan a volver a la acción y salir de ese letargo en el que él mismo se había sumido. "No he estado viviendo, sino esperando la muerte", dice él mismo sobre su pasado más reciente.

Santiago Cabrera como el piloto de la nave de Picard y el experto ladrón |
El capitán Ríos, encarnado por Santiago Cabrera en la serie | CBS All Access/Amazon

En activo una vez más, con una misión autoimpuesta que cumplir y cierta búsqueda de redención por mucho convencimiento que tenga de que hizo lo correcto, lo primero es seguir las pistas para saber quién está detrás del complot a resolver y reunir a una tripulación dispuesta a arriesgarlo todo -mucho mejor si no tiene nada- por llevarle al espacio. Y así es como entran en acción los personajes de Raffi (Michelle Hurd), la doctora Jurati (Alison Pill) y el capitán Ríos (Santiago Cabrera). Tanto la primera como el último pueden dar buenos momentos. Alguno de ellos hay ya en esos primeros tres episodios facilitados a los medios antes del estreno. La primera, por su carácter y su complicada relación con Picard. El segundo, porque un tipo que fuma puros, lee a Unamuno y pilota una nave tiene que dar juego sí o sí. Fuera de la tripulación, el romulano Narek (Harry Treadaway) y el otro papel de Briones, que hace doblete, son colocados al otro extremo de su misión.

Ha dicho Alex Kurtzman, uno de los creadores de Star Trek: Picard y productor de la misma junto con Michael Chabon, Akiva Goldsman, Patrick Stewart y Rod Roddenberry, entre otros, que esta serie está planteada como una suerte de estudio de personaje. Y eso es, precisamente, lo que se plantea en ese primer tercio de una temporada compuesta de diez capítulos. La segunda ya ha sido confirmada. El personaje que se estudia es un Picard crepuscular visto como una vieja gloria por muchos (hay un personaje que lo define así) al que desde la Federación quieren cuanto más lejos y callado mejor. A la leyenda se la venera, pero en la distancia, parecen pensar los de arriba. Sobre todo cuando su imagen está manchada por una tragedia humanitaria. Por eso cuando se presenta en sus oficinas tirando de galones y experiencia lo que recibe es una negativa y un portazo. Su carácter, todo sea dicho, no ayuda mucho.

Por suerte para él, no todos los implicados comparten la idea de que los mayores no sirven y a partir de los setenta están mejor lejos de la acción. Todavía hay quien le escucha y está dispuesto a seguirle. Al final, de lo que trata esta serie, dentro de la complejidad y el atractivo de su mundo de infinitos planetas y múltiples razas, de su intrincada geopolítica, sus referencias a la realidad actual, sus naves espaciales y sus artilugios de siglos futuros, es de alguien que quiere hacer lo que considera correcto y que hace todo lo posible por conseguirlo aunque esa actitud le trajese graves consecuencias en el pasado. Ser fiel a sí mismo y a sus ideas es algo que caracteriza a Picard.

Patrick Stewart como el capitán Jean-Luc Picard | CBS All Access/Amazon
Patrick Stewart como el capitán Jean-Luc Picard | CBS All Access/Amazon

Explorar esa tesis es ya de por sí interesante y atrayente, pero al ser parte de Star Trek cuenta con el añadido de un universo rico, de todo lo que implica la ciencia ficción y, pese a que no haya ocurrido siempre con las entregas de esta saga tanto en el cine como en la televisión, esta producción de CBS All Access consigue ser entretenida. No es el divertido desenfreno de las dos películas de J.J. Abrams (le pesen a quien le pesen), pero tiene sus momentos de diversión y algo (no mucho) de acción. No todo son largos y graves discursos, que alguno también se deja caer.

Escrita por Akiva Goldsman y James Duff sobre la historia de Alex Kurtzman, Akiva Goldsman, Michael Chabon y Kirsten Beyer basada en los personajes de Roddenberry, los responsables de Star Trek: Picard han hecho algo muy inteligente: dar al espectador novel la oportunidad de disfrutar igual que lo haría un trekkie utilizando el discurso de otros personajes para dar a conocer la importancia de Picard en la larga historia de Star Trek. A veces, un buen resumen a tiempo evita problemas de entendimiento. Y los rótulos geográficos y temporales, también. No hay que subestimar su poder y su utilidad. En cuanto a los guiños a los fans de siempre, unos son más fáciles de detectar sin serlo que otros, como esa solemnidad de tomar Earl Grey o el momento engage.

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