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Tim Robbins: "No me interesan las canciones políticas"

El actor y director norteamericano debuta en la escena musical con un disco y una gira que pasará por España

BRAULIO GARCÍA JAÉN

Tim Robbins estrena carrera musical a los 51 años, después de un Oscar al mejor actor de reparto por Mystic River, una nominación a mejor director por Pena de muerte y una compañíade teatro que fundó hace casi 30 años. También es una figura pública, cuyas opiniones sobre los problemas de su tiempo han calzado a menudo sus casi dos metros estatura. Él, sin embargo, subraya que su primer disco no tiene nada que ver con ninguna de las dos cosas. 'Este es un álbum de muchos años escribiendo canciones', cuenta a Público desde su residencia norteamericana. 'Llevo la música en la sangre'.

Hijo de una actriz, Mary Robbins, y de un cantante de folk, Gil Robbins, Timothy Francis Robbins, que nació en una pequeña ciudad de California en 1958, aunque se crió en Nueva York, creció con la música siempre de fondo. 'En casa no teníamos mucho dinero, pero teníamos un buen estéreo y mis padres tocaban todo el tiempo. No teníamos televisión y el único entretenimiento era la música y la radio. Así que recibí influencias de todo tipo: desde música clásica al folk, el rock and roll, el gospel, blues, jazz... Todo lo que se tocaba en casa'.

El disco, que sale a la venta el próximo 27 de septiembre, refleja algunas de esas influencias de manera sutil. Tim Robbins and The Rogues Gallery Band, que es el sucinto título del álbum, reúne nueve canciones hiladas por la voz de Robbins sobre un colchón folk-rock de guitarras, armonios, baterías, algún violín y acordeones, con destellos de Johnny Cash, y de Bob Dylan. Algo más patentes suenan los de Bruce Springsteen en el tema más rockero del álbum, Time to kill.

'Me gusta hacer cine y seguiré haciéndolo', aclara el actor

La música ha sido importante en la vida de Robbins y, desde hace años, también en su carrera profesiona: en su papel de Ciudadano Roberts (1992), que fue también la primera película que dirigió, interpretaba a un músico y corrupto político republicano. Robbins rechazó entonces una oferta para convertir en disco la banda sonora original. 'Dije que no porque no quería que se oyeran esas canciones fuera de su contexto. Pero también porque no quería utilizar mi fama como actor para hacer un álbum. Respeto demasiado la música como para eso', aclara.

¿Qué ha cambiado esta vez? El origen de este álbum radica sobre todo, según él, en la confianza de un amigo. El conocido productor Hall Willner, que ha producido a Lou Reed y Leonard Cohen, entre otros. Él fue el primero que oyó la maqueta original de 15 canciones. 'Yo confío en él, así que le pedí: dime si lo que hay ahí dentro crees que puede ser un álbum. Y me dijo que sí, que lo tenía que hacer. Su energía y sus ánimos fueron los que han hecho posible este álbum', dice.

Tim Robbins and The Rogues Gallery Band tampoco es el disco de la crisis de los 50, y conviene aclararlo. The middle life crisis album, como él mismo lo llamó, bromeando, en un programa de radio de la BBC. Un chiste que no todos entendieron. 'A partir de aquello, algunos periodistas empezaron a montar historias en las que describían que yo estaba en mitad de una crisis vital e incluso, junto a uno de esos artículos, había también el de un psicólogo describiendo qué es una crisis de ese tipo y comparando el caso con el de un artista que había sido internado en un centro de salud mental. Crearon una ficción absoluta y lo hicieron sobre mi ruptura', explica.

La gira europea de Robbins pasará por Madrid y Zaragoza en octubre

Se refiere a su ruptura sentimental con la también actriz Susan Sarandon, que había sido su pareja desde que se conocieron en el rodaje de Los búfalos de Durham (1988) y con la que tiene dos hijos. 'A partir de ahí todas las canciones tenían que ver con mi ruptura con Susan. Y nada de eso es verdad. Las canciones son muy anteriores a eso', aclara para zanjar la polémica. Luego añade: 'Sobre eso quizá será el próximo', y entre risas: '¡Es broma! Esto también es un chiste!'

Lo que no es un chiste es que de ella, de Susan, habla la segunda canción You are my dare, viejo regalo de cumpleaños. 'Es una canción sobre una amiga, muy cercana, y sobre el origen de esa relación, y sobre los hijos surgidos de esa relación', según él mismo explica en un vídeo promocional. Cuando se le pregunta directamente, sin embargo, prefiere no reconocerlo explícitamente: 'Es una canción sobre la relación con una amiga mía, y sobre los niños, sí. Eso es'.

Es, sin duda, la canción más personal del disco. Las demás, según su autor, tratan 'sólo de seres humanos y de las historias que tienen que contar', nada que ver con 'el momento político actual'. La aclaración viene a cuento porque al periodista le había parecido intuir una cierto contenido político en algunos de sus temas, y le había preguntado si no había de alguna manera intentado también dar testimonio de su tiempo. 'No estoy de acuerdo contigo', aclara. 'No me interesan las canciones políticas. Mis canciones tratan de seres humanos y de las historias que tienen que contar'.

Sin embargo, de Time to kill, él mismo ha dicho que es una canción 'para dar testimonio' de un caso, de una experiencia personal. El caso de un joven soldado que a su regreso de la guerra de Irak le contó su historia en persona al propio Robbins en un bar de Gran Junction, Colorado, en 2007. Un hombre perdido que no sabe si es él o son las calles, las que han cambiado. Sus amigos lo felicitan cariñosamente. Su familia lo considera un héroe. '¿Saben que maté a algunos niños a las afueras de un lugar llamado Kik?', entona Robbins, que por entonces andaba rodando The lucky ones, en el disco.

'Mis temas tratan de seres humanos y de las historias que tienen que contar'

Crush on you, otro de los temas, es algo así como la canción que un chico escribe 'desde el más allá', según Robbins, a su joven asesino, el mismo al que un día antes de morir había declarado su amor. Robbins, que se inspiró para la canción en una noticia leída en un periódico, asegura que no debe escucharse sobre el fondo de intolerancia contra los homosexuales que sigue impidiendo que la legalidad del matrimonio gay sea reconocida federalmente en Estados Unidos, más allá de los cinco estados que sí lo contemplan. 'No tiene nada que ver con el momento político actual', aclara. La última canción del disco está dedicada a Nelson Mandela.

Robbins sigue al teléfono: 'Me parece que es importante que la gente escuche las canciones desde su propia perspectiva. Mis canciones son reflexiones de experiencias, pero que no deben tomarse literalmente. Las canciones te hacen sentir algo. No me gusta dar demasiada información sobre ellas'.

De su nueva carrera musical, Robbins disfruta especialmente los directos: 'Son excitantes porque cada audiencia es diferente', explica. Algo comparable en cierto modo a la sensación que sienten los actores de teatro sobre las tablas. Él mismo dirige un grupo teatral, Actor's Gang, desde 1981, con el que ha adaptado la novela más conocida de George Orwell, 1984.

La gira con la que recorrerá los escenarios de Europa hará dos paradas en España. En Madrid el 7 de octubre y en Zaragoza al día siguiente. Tim Robbins no piensa, sin embargo, en dar por acabada su exitosa y multipremiada carrera cinematográfica. 'Sigo haciendo películas. Me gusta tener la posibilidad de tocar, que además es más barato que hacer una película. Pero me gusta hacer cine también, y voy a seguir haciéndolo. Son sólo dos formas diferentes de contar una historia'.

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