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Últimos estrenos ‘Small Axe’ abre de par en par la puerta del racismo en Reino Unido

Movistar+ estrena en España esta antología del director Steve McQueen sobre el racismo social e institucional en suelo británico.

Small Axe
Fotograma de la película Small Axe. Movistar +

Hechos reales narrados de una generación a otra y experiencias vividas en primera persona han servido a Steve McQueen (Londres, 1969) como base para crear Small Axe, una antología de cinco películas (miniserie para algunos) en la que se asoma, plasma y muestra el racismo vivido en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta en Reino Unido. Un trabajo el del director de 12 años de esclavitud con el que reivindica el movimiento Black Lives Matters en su país y el valor de la comunidad como muro de contención ante un sistema injusto y abiertamente racista.

Según ha explicado el ganador de un Oscar, el germen de este proyecto surgió hace 11 poco después de Hunger, su primera película. Pensado en un principio como serie de televisión, "a medida que se desarrollaba, me di cuenta de que estas historias tenían que ser independientes como películas originales y, al mismo tiempo, formar parte de un colectivo". Y así surgió esta antología en la que en realidad da igual el cajón el que se le quiera meter, el cinematográfico o el seriéfilo. Lo importante es su contenido y la forma dada al mismo.

El resultado, presentadas sus dos primeras partes en el Festival de Cannes, fue dedicado por su creador tanto a George Floyd -muerto a manos de la Policía en Mineápolis en mayo de este año- como "a todas las demás personas negras que han sido asesinadas, vistas o invisibles, por ser quienes son en los Estados Unidos, el Reino Unido y otros lugares".

Dicho esto, el primero de los cinco títulos que componen esta antología coproduccida por BBC One y Amazon Studios es The Mangrove, que supera las dos horas de duración. Ambientada a finales de los años sesenta y comienzos de los setenta en Notting Hill, cuenta la historia de los conocidos como los ‘nueve del Mangrove’, acusados y enjuiciados tras los disturbios registrados durante una manifestación. El barrio en el que transcurren los hechos reales narrados nada tiene que ver con el vecindario cosmopolita visto en el cine más reciente. Entonces, más de cuatro décadas atrás, se trataba de un lugar de encuentro para los migrantes de las islas de las Indias Occidentales que llegaban a Londres en busca de un futuro mejor.

Allí fue donde se instaló Frank Crichlow (Shaun Parkes), quien cumplió su sueño de abrir un restaurante que pronto se convirtió en mucho más que eso. El Mangrove, además de comida, ofrecía a la comunidad negra en Londres un espacio de encuentro, información y organización para hacer frente común a las injusticias de una sociedad con muchas cuentas pendientes en el terreno de la igualdad. El acoso policial que tan bien refleja la cámara con las incesantes e injustificadas visitas de los agentes al local acabó por la organización de una marcha de protesta pacífica que acabó en enfrentamientos con la policía. Era 1970.

Por aquello sentaron en el banquillo a nueve hombres y mujeres de color que, para asegurarse de que sus voces eran escuchadas, decidieron representarse a sí mismos con la ayuda de Ian MacDonald (Jack Lowden), un abogado que durante toda su carrera y hasta su muerte luchó por la igualdad ante la ley de todos. Ante el juez, el propietario del Mangrove junto a la líder del movimiento británico Panteras Negras Altheia Jones-LeCointe (Letitia Wright), Darcus Howe (Malachi Kirby), Barbara Beese (Rochenda Sandall), Rupert Boyce, Rhodan Gordon (Nathaniel Martello-White), Anthony Innis, Rothwell Kentish (Richie Campbell) y Godfrey Millett (Jumayn Hunter ).

El material de partida era ya de por sí atractivo para ser convertido en un guión audiovisual notable. Sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de ficciones estrenadas sobre esta temática están ambientadas en territorio estadounidense mientras la realidad de otros países como el británico, por ejemplo, se escapa al conocimiento del espectador internacional. Pero es que, además, en manos de McQueen, quien ha colaborado en la escritura en gran medida con Alastair Siddons, se convierte en un relato poderoso y vibrante haciendo llegar al otro lado una imagen de lo que suponía ser negro en el Londres de entonces.

The Mangrove lo logra gracias a la consistencia del texto y de la historia, pero también merced a unas actuaciones portentosas en las que Letitia Wright y Shaun Parkes llevan la voz cantante. El ímpetu del reparto en su conjunto y el poder entregado a la palabra, al mensaje, hacen que el movimiento Black Lives Matter y sus reivindicaciones cobren vida en cada escena. La seguridad de McQueen en la importancia de lo que está contando y en su trascendencia se traduce en decisiones visuales tan arriesgadas como enfocar objetos inanimados como las patas de unas sillas para que prime, sobre todo, el discurso oral. O apostar por sombras y primeros planos de rostros para reflejar la violencia institucional y policial sin necesidad de mostrar una violencia física explícita.

El valor de The Mangrove como ventana a la que asomarse para conocer una realidad pasada con fuertes resonancias en el presente queda patente desde el inicio y cierra con una escena cargada de emoción planteada como una llamada de atención en forma de sacudida emocional y moral. Porque, como defiende uno de los protagonistas de la película, no se trata de buscar solo justicia, sinode algo más. Y eso es lo que trata Small Axe.

Las otras cuatro entregas de ‘Small Axe’

El Mangrove es la primera entrega, la que estrena Movistar+ este jueves 7 de enero. Cada jueves, una nueva. En Lovers Rocks se cuenta la historia de amor entre dos jóvenes en una de esas fiestas con ritmo reggae que la comunidad negra organizaba en casas debido a que su presencia no era bien recibida en discotecas y pubs. El guion está coescrito junto a Courttia Newland y lo protagonizan Amarah-Jae St. Aubyn y Michael Ward.

Rojo, blanco y azul tiene como protagonista a John Boyega en el papel de Leroy Logan, un joven que se convierte en policía tras ser testigo de como dos agentes asaltan a su padre en un intento por hacer frente al racismo en el cuerpo desde dentro. Un cometido nada fácil de llevar a cabo y que le convierte en objetivo de los ataques de algunos de sus nuevos compañeros.

En Alex Wheatle McQueen y Siddons cuentan la historia del escritor Alex Wheatle, encarnado por Sheyi Cole. La cámara le sigue desde su adolescencia como un chaval criado en un centro institucional para blancos a sus primeros años de juventud y cómo encontró esa ‘familia’ que nunca tuvo en Brixton. Como contexto histórico, el conocido como levantamiento de Brixton de 1981, en el que Wheatle fue arrestado.

Por último, Educación, centrada en Kingsley, un niño de 12 años obsesionado con el espacio al que un día los responsables del colegio al que acude deciden enviar a un centro especial. Con la educación segregada como trasfondo, el cineasta británico cierra esta antología incluida en varias listas de lo mejor del año, tanto de series como películas, en distintos medios internacionales.

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