'Fantasía nacerá de nuevo a través de tus deseos, que se harán realidad a través de mí'. La Nada amenaza a la Emperatriz de La Historia Interminable, quien recuerda a Bastián que hay que creer en sus sueños. Los madrileños Álvaro, David, Guille, Jorge, Juanma y Pucho hicieron suyas las palabras de la Emperatriz y formaron la banda Vetusta Morla, la tortuga que aporta las respuestas en la obra de Michael Ende. Y sus fantasías se hicieron realidad: sacaron el pasado 11 de febrero Un día en el mundo.

Los temas Autocrítica y Sálvase quien pueda anuncian un disco rock potente, digno de los directos de la banda. Acuerdos y primeras sensaciones que recuerdan a OK Computer, de Radiohead, y A Rush of Blood to the Head, de Coldplay. Esa sí que es una fantasía, pues las letras de los madrileños son una mezcla de rebeldía, amores perdidos, ironía, cinismo... Y en español. 'Escribimos canciones sobre lo que nos pasa, dando una vuelta al lenguaje', explica Juanma.

Guitarra y teclado, Juanma es sólo uno más de la aventura. Son seis, uno de los cuales es música las 24 horas. Un día en el mundo es un disco que cuidaron. Los que saben que Vestusta Morla es una tortuga comparan el trabajo de la banda con la lentitud del animal. Otra fantasía. Comparten los escenarios desde hace nueve años, aunque para Pucho, el cantante, 'llevamos toda la vida juntos'. Cierto, pero nada lento es el disco.

Puede, sin embargo, que sea mortal. Que sea el único disco de la banda...si se hace caso al sello que crearon para publicarlo, Pequeño salto mortal. 'Nuestras canciones son conquistas épicas, creemos en un mundo fantástico que se alimenta de la realidad', dice Juanma.

La realidad de Vestusta Morla fue pensar que lo mortal era dar vida a su más gran ambición, con un sonido preciso, casando melodías y letras sin divorcio posible.

Suena la canción número tres de Un día en el mundo: 'Mirame, soy feliz...'.