Este artículo se publicó hace 12 años.
Vigalondo: "A veces soy el director más raro de los comerciales y otras el más comercial de los raros"
El director cántabro estrena mañana su nueva película, Extraterrestre, un filme de ciencia ficción con pizcas de comedia romántica
Héctor Juanatey
Al director Nacho Vigalondo le gustan los ovnis. Un mes antes del estreno de su próxima película, Extraterreste, el cántabro se levanta de la silla desde la que lleva varias horas ofreciendo entrevistas y se explica: "La belleza del ovni reside en que es un artefacto de una civilización muy avanzada, superior a la nuestra, que ha venido desde la otra esquina del cosmos a través de millones de años luz y llega al planeta solo para sobrevolar un descampado durante unos segundos. Eso me parece bellísimo". En Domingo, uno de cortometrajes, Vigalondo situó por primera vez a un ovni como elemento central del film: una pareja discute porque él se empeña en grabar desde un descampado el aparato. Ahora, el realizador recupera esta marcianada para su próxima película. Reza la sinopsis: "Julio [Julián Villagrán] y Julia [Michelle Jenner] no se conocen el uno al otro, pero despiertan en la misma cama, después de una borrachera de la que no recuerdan nada. Él se enamora al instante. Ella no. Y por si la situación no fuese lo suficientemente incómoda, Julio y Julia se dan cuenta de que un gigantesco ovni flota sobre la ciudad".
Leyendo la sinopsis y viendo el cartel, uno no sabe si se trata de una comedia romántica, una película de ciencia ficción, las dos cosas o simplemente una comedia.
Es una película de ciencia ficción. Sí hay un elemento de comedia romántica muy presente, pero no deja de ser ciencia ficción. La ciencia ficción no es un género, como se le considera. Género es el western o el cine negro. La ciencia ficción es como un cajón de sastre, un contenedor donde caben un montón de ideas que pueden forzar la historia hasta unos límites a los que otros géneros no llegan. La ciencia ficción siempre lleva otro género dentro.
"No me veo consolidado ni parte de un Panteón, pero cada día existo un poco más"Han rodado la película en tres semanas y justo antes de sacar, por llamarlo de alguna manera, la otra gran película después de Cronocrímenes, Windows. ¿Tenía prisa por sacar algo rápido?
Sí, es como una necesidad. Quería hacer otra película porque no creo que los largos que quiero hacer necesiten tanto tiempo de desarrollo. Cronocrímenes debería haber sido una ráfaga de disparos y no fue así. No quiero cinco obras maestras, sino 50 películas buenas. El hecho de que entre Windows y Cronocrímenes quisiera sacar otra película es porque tenía ganas de hacer algo opuesto a las dos. Es seguir un poco el ejemplo de los hermanos Cohen, que hagan lo que hagan, será recibido por el público como algo suyo. Tarantino, por ejemplo, tendría problemas si hiciese algo no tarantiniano. Yo, por mi parte, ya hice mi thriller abstracto cerebral y quería hacer algo en lo que los personajes fueran el mecanismo, que todo dependa de ellos, de sus decisiones y sentimientos.
¿Y Windows qué paso es?
Es una vuelta a Cronocrímenes. Un thriller en el que volvemos a los giros, a la estructura laberíntica, el tiempo real...
Antes de Cronocrímenes, era conocido por todos sus cortos. Uno de ellos, 7:35 de la mañana, fue incluso nominado a los Oscar. ¿Se plantea regresar a ese mundo?
Tengo millones de cortos acabados, pero ya no es como antes, que cuando tenías un guión te ponías en marcha para hacerlo. Ahora hay que encontrar un buen momento, un buen marco, una buena oportunidad. Prefiero tener guiones en la recámara y si por ejemplo el Notodo [Notodofilm Festival] quiere contar conmigo ya tengo algo ahí.
"He pasado de ver el rodaje como un feo trámite a que sea lo que más deseo hacer"
¿Corto o largo?
No hay que escoger, todo es lenguaje cinematográfico.Pero normalmente sí hay un paso del corto al largo.
Sí, pero porque en la década pasada era más fácil levantar un corto que ahora. Ahora yo estoy jugando con mil platos chinos: con qué gente cuentas para el corto si están liados para largos, etcétera. Eso sí, tengo historias escritas que me daría pena no llegar a hacer.
Extraterrestre llega seis años después que Cronocrímenes. ¿Hay evolución en su cine?
Espero que sí. Yo sí noto una evolución desde este lado de la barrera. Me siento más a gusto rodando. Ya no tengo los ataques de pánico que tuve por ejemplo con 7:35 de la mañana. Hasta Cronocrímenes, el rodaje era una pesadilla: había que disimular la desesperación, intentar superar las ganas de coger un bus y largarte al pueblo... Ahora el rodaje va mejor. Es como una fiesta.
¿Y desde este lado?Hay mas interés, pero Cronocrímenes, por ejemplo, no fue una película que estallase en todas las direcciones. En Twitter veo que hay gente que la está descubriendo ahora. La película, para mucha gente, está aún por verse. Es un sentimiento un poco agridulce, porque no supuso un éxito en su momento, pero cada vez que ves que alguien la descubre es un regalo. No me veo ni consolidado ni parte de un Panteón, pero cada día existo un poco más. Eso sí, me queda mucho por demostrar, creo. Es lo normal.
Ese pánico del que hablaba, ¿tiene algo que ver con el éxito tan temprano que tuvo 7:35 de la mañana?
No, es solo pánico. Nadie te prepara para un rodaje. Nadie te enseña qué pasa cuando llegas a las seis de la mañana a un rodaje, por mucho que tengas todo preparado, un plan b... Aunque tengas memorizados todos los planos del día, de repente algo sale mal y hay que solucionarlo en tiempo real. Es la costumbre, la acumulación de días lo que arregla ese pánico. He pasado de ver el rodaje como un feo trámite a que sea lo que más deseo hacer.
"Nunca entendí eso de meter en el mismo saco Cultura y Deportes"¿Más que el montaje?
Sí, a mí me gusta llevar un montaje muy cerrado. Tampoco tengo mucho margen de maniobra. Luego trabajo con un montador y siempre salen cosas, pero no me gusta hacer montajes con muchas opciones.
La mayoría de sus cortos y ahora sus películas han pasado por muchos festivales. ¿Juegan un papel tan importante en el cine?
En mi caso sería desagradecido decir lo contrario. Les debo casi todo. Estrené Cronocrímenes gracias a los festivales y ahora Extraterrestre llega con una buena aureola también gracias a ellos. Yo me muevo un poco en la tierra de nadie entre hacer cine festivalero pero a la vez comercial. No he terminado de entender esa posición rara. A veces parece que eres el director más raro de los comerciales y el más comercial de los raros.
Sin festivales, entonces, se hace casi imposible llegar a las salas de cine.
Sin ellos, Cronocrímenes se habría estrenado en el garaje de mi casa.
¿Por qué tanto obstáculo para ver una película proyectada en las salas?
Porque son menos comerciales.
Hablamos de cine español. ¿Están fundamentadas las críticas constantes que recibe?
Eso viene pasando desde los noventa. Hay gente que dice: es que hay muchas películas de la guerra civil. Vale, dime cuáles. Y te dicen tres películas en cinco años; a mí eso no me parece mucho, quiere decir que un 300% del resto de películas son de otra temática. Son tópicos enquistados que sobreviven contra viento y marea.
¿A qué se debe?
No lo sé. Hay muchos factores y he dejado de intentar entenderlo. Ahora estrenamos Rec 3, Promoción Fantasma, Arrugas, Katmandú, Luces Rojas... En los Goya estaban No habrá paz para los malvados... Por el fin el cine español ha cambiado, dirá alguien. Pero es que el año pasado volverán a decir lo mismo con las siguientes películas. Llevo escuchándolo años. No sé por qué se retrocede a un punto cero de forma constante. La revolución del cine español se produjo en los noventa y seguro que dentro de diez o quince años se seguirá diciendo lo mismo. Hace quince años hablábamos de taquillazos por década, en los ochenta y en los noventa. Ahora se habla de taquillazos por año. El cambio es brutal pero sin embargo no cuajan esos datos en la conciencia colectiva.
"Convertir a Megaupload en bandera de la libertad de expresión me parece demencial"Hace poco salía un informe que decía que los cines españoles habían vendido el año pasado menos entradas, pero sin embargo, había aumentado la venta para ver cine español.
Me dan pereza los datos. Con los mismos índices se pueden hacer noticias contrapuestas. Todo va bien y todo va mal a la vez si se miran los números.
¿Qué opinión le merece la idea de salas de cine online como, por ejemplo, Filmin?
Me parece fantástico. Quiero que cada vez que haya una película en salas se pueda ver en internet en versión original. Yo quiero pensar que cualquier persona puede ver Drive en versión original desde cualquier lugar de España. Por supuesto, Extraterrestre se podrá ver en internet.
Una palabra: Megaupload.
Su legalidad está aún por definirse. Lo que me parece fatal es que se lucren con el trabajo ajeno. Los que salvan Megaupload por cuestiones legales y no plantean la legimitidad del asunto son los que, sin darse cuenta, están pidiendo que exista una ley que regule eso. Yo entiendo la agresividad y los peligros de la ley Sinde, pero los culpables de que exista también son las páginas que la han provocado. En internet hay dos facciones inventadas y a veces sus discursos parecen de campaña política. A veces ves retóricas interesadas y juegos florales que son muy criticables. A mí lo que sí me parece fatal es que la gente que tenía archivos subidos a Megaupload los haya perdido por culpa del FBI. Pero por otro lado, convertir a Megaupload en bandera de la libertad de expresión me parece algo demencial.
¿No pasará el modelo porque las productoras hagan el trabajo que ofrecía Megaupload?
Ya lo están haciendo, existe por ejemplo Netflix.
Pero en España...
Está Filmin, Filmotech... La diferencia con Megaupload es que los portales tienen que pagar. No es lo mismo.
¿Estaría a favor de una ley que regulase la propiedad intelectual?
Sí, pero tiene que distinguir muy bien entre lo que es colgar una foto en un blog y colgar el link de una película.
El PP ha eliminado Cultura como único Ministerio.
A veces, la cultura se refuerza de un problema. Lo que nunca entendí es eso de meter en el mismo saco Cultura y Deportes. Me parece un poco... ¿Por qué?
Directores como usted o Rodrigo Cortés utilizan mucho Twitter. ¿Es una herramienta que sirve para potenciar su trabajo?
No nuestro trabajo, pero sí su difusión. Nuestro trabajo es hacer películas, que empiezan en el primer plano y terminan en el último. Todo lo demás al fin y al cabo son juguetes, avalorios. Mi película será lo que sea al margen de lo que yo sea en Twitter.
¿Volverá a abrir un blog?
Sí, sí quiero. Lo echo mucho de menos.
De forma independiente, claro.
Sí, lo que tengo claro es que no me voy a asociar a una línea editorial. Luego todo se politiza, aunque no hables de política. A cuenta de lo que pasó en El País, toda la masa mediática me calificó como progre automáticamente; gente que seguro que no abrió mi blog ni una sola vez.
Para terminar, ¿se ve satisfecho?
Más que satisfecho, tengo que decir que asumo que todos los errores que pueda haber son culpa mía. La película, para bien o para mal es víctima de mí. Para mí ya es un logro, prefiero cometer mis errores a cometer los que me imponen otros.
¿Hace caso a las críticas?
Se aprenden a relativizar tanto las buenas como las malas. Hay un momento que sabes que ya has leído lo mejor y lo peor que te van a decir. A partir de ahí eres menos impresionable. No flotas con las buenas ni te hundes con las malas.
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