Al mediodía de este domingo, nada más poner el pie en suelo japonés, los jugadores del Barcelona, felices tras la exhibición de fútbol ofrecida en el Bernabéu (1-3) y somnolientos después de un festivo viaje de 13 horas, conocieron que el Al Sadd será su rival en las seminifinales del Mundial de Clubes, el próximo jueves. En los cuartos, el conjunto catarí superó por 1-2 al Esperance Sportive tunecino y completó así el cuadro de enfrentamientos de la competición cuya final se disputará el próximo sábado en Yokohama. La primera semifinal la disputarán el miércoles el Santos brasileño y el Kashiwa Reysol japonés.

Entrenado por el uruguayo Jorge Fosatti, el Al Sadd sufrió de lo lindo para superar al representante africano que vio cómo le anulaban dos tantos por dos supuestos fuera de juego en los últimos minutos. Khalfan y Koni marcaron para los cataríes. Darragi para el Esperance, con media hora aún por disputar. Todos los intentos de los tunecinos por igualar fueron en vano. Los secretos del Al Sadd no son del todo desconocidos para Pep Guardiola. En su paso como futbolista por Qatar, el club de Doha ya dominaba la competición del emirato (acumula 12 ligas). También conoce el técnico del Barça a Keïta, delantero del Al Sadd cuando Guardiola vestía la camiseta del rival ciudadano, el Al-Ahli. Keïta, el jugador más internacional de los de Fossati, pasó luego por Lyon y el Galatasaray, antes de regresar a Qatar.

Como el Barça arribó a Yokohama aterrizó en Tokio y se desplazó a su destino final en autocar en la noche nipona, los azulgranas se fueron directamente a dormir para intentar reponerse lo antes posible del temido jet-lag hay ocho horas de diferencia. Durante el larguísimo vuelo, que tomaron nada más abandonar el Bernabéu, los preparadores no permitieron que los jugadores durmieran más de cuatro horas seguidas para acelerar la adaptación. Hoy realizarán su primer entrenamiento.