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Alemania nos deja sin oro

La selección española de hockey pierde la final olímpica por 1-0 ante Alemania. Los de Hendriks intentaron la victoria en todo momento sin suerte y se cuelgan la medalla de plata 

EUROPA PRESS / EFE

La selección española de hockey hierba se ha colgado la medalla de plata en la competición masculina de los Juegos Olímpicos de Pekín, después de una final frustrante contra Alemania (0-1), en la que los pupilos de Maurits Hendriks no han podido romper el cerrojazo impuesto por los germanos tras un gol en el primer tiempo de su estrella Christopher Zeller.

En un encuentro muy trabado, Alemania calcó la victoria de la primera fase y volvió a superar a los españoles en el partido decisivo de los Juegos, ya que en Atenas se impuso en el duelo por el bronce. En cualquier caso, España finaliza con orgullo un gran torneo que le ha permitido hacerse con la cuarta medalla del equipo masculino, tras el bronce de Roma'60 y las platas de Moscú'80 y Atlanta'96.

El minuto 16 marcó irremediablemente la suerte de la final, hasta entonces una frenética demostración de intensidad por parte de los 22 jugadores que se rifaban la gloria en la pista de hockey del Parque Olímpico. Un penalti-corner cortó las alas de un partido que se antojaba espectacular. Christopher Zeller golpeó con violencia la bola y Cortés manoseó el aire sin premio: uno a cero para Alemana.

El gol culminaba unos minutos de tibio dominio alemán, pero España ya había demostrado en semifinales que nada gustosa a contraorriente, así que no perdió un instante en buscar la portería defendida por Weinhold con toda la artillería. Espoleado, el trío atacante empezó a fluir a pesar de la merma de Pol Amat, lastrado por un esguince de rodilla.

Tres minutos después del zarpazo de Zeller, España disfrutó de su mejor oportunidad a lo largo de los 70 minutos de encuentro. Alegre le puso el penalti-corner a Santi Freixa, pero el lanzamiento del especialista en esta suerte se estampó en el poste. El árbitro concedió un segundo lanzamiento consecutivo que se marchó fuera, sintomática de cómo iba a transcurrir el resto de la final.

España pasó a dominar el partido, tocaba, buscaba huecos, luchaba, pero la falta de profundidad enterraba sus posibilidades, sobre todo por el 'catenaccio' que practicaba Alemania, alérgica a la pelota el resto del primer tiempo.

Conscientes de que la gloria se escurría, los españoles salieron más templados del vestuario. Alemania se llevó un meneo inesperado y durante cinco minutos, sólo cinco en toda la final, perdió su solidez granítica. 'Eddie' Tubau intentó aprovechar el lapsus con una estupenda jugada individual, pero cruzó en exceso ante el guardameta alemán.

La réplica alemana encontró un muralla en Kiko Cortés, capaz de espantar con la manopla un gol cantado que hubiera cerrado la final a falta de 20 minutos. No le hizo falta a Alemania porque su rival sólo disfrutó una ocasión en el resto de la final, un penalti-corner que otra vez se marchó fuera.

La expulsión de Sergi Enrique en los últimos minutos fue el último clavo en el ataud que enterró a España. Los de Hendriks, que no pudo llevarse su tercer oro olímpico, deberán esperar unos días para valorar el mérito de su plata. Ahora es imposible, después de caer en una final frustrante.

El seleccionador español, Maurits Hendriks, dijo tras el encuentro que España 'no ganó la final de milagro', y reconoció que su equipo 'es un grupo tremendo de jugadores y personas que lo ha dado todo, y no se puede hacer más'.

'Ya lo dije después de la semifinal, este es un grupo tremendo de jugadores y de personas. Lo han dado todo. Un equipo que ha jugado tan ofensivo como España ha tenido dos partidos con resultados de fútbol y eso no es normal en hockey', comentó.

Hendriks, doble medallista olímpico con Holanda en Atlanta 96 y Sydney 2000, lamentó esta situación y señaló que 'es una lástima porque a España le gusta atacar'. 'No vamos a dejar de hacerlo', añadió. 'Ellos saben defender. Son los mejores del mundo haciéndolo. En un campo que hubiera estado rápido habría sido más fácil. No es una excusa. Hemos puesto raza, hemos dado todo lo que se puede, hemos jugado en la final yendo a saco. No se puede pedir más'.

Por su parte, el delantero español Santi Freixa, que hoy no pudo marcar en ninguno de los tres penaltis córner, declaró que el equipo estaba 'destrozado' después de perder la medalla de oro contra Alemania (1-0) y recordó la decepción que supuso perder el bronce hace cuatro años en Atenas.

'Es una final que queríamos y que hemos salido a buscar, pero nos hemos encontrado con el área repleta de alemanes. Cuando Alemania se pone por delante es muy complicado marcarle gol. Estamos destrozados pero en una final hay un ganador y un perdedor. Hace cuatro años estábamos peor', añadió antes de recoger su medalla de plata.

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