Este artículo se publicó hace 13 años.
Año de despedidas en la NBA, sólo los más grandes dejan huella
Shaquille O´Neal, Phil Jackson y Jason Williams se han retirado este año del baloncesto profesional
El año que viene la NBA será un poco menos espectacular sin tres hombres que dieron mucho juego en las dos últimas décadas: Shaquille O´Neal, Jason Williams y Phil Jackson se retiran del Baloncesto profesional. Los mates de O´Neal, las asistencias de Williams y las tácticas de Jackson ya forman parte de la historia de la mejor liga de baloncesto del mundo.
El 'Maestro Zen' es el más laureado de todos ellos. Apodado así por aplicar a sus jugadores un método de entrenamiento sacado de la filosofía oriental, Phil Jackson ha conseguido 11 anillos en 22 años de carrera como entrenador.
Cuando parecía que ya había dado todo lo que llevaba dentro con la mejor generación de jugadores de la historia de Chicago Bulls hasta la fecha, (Michael Jordan, Scottie Pipen y compañía) Jackson cambió de aires para recalar en Los Ángeles. Bajo el sol de la costa de la ciudad angelina ganó otros cinco anillos.
Artículo 34 de la NBA: "Hago lo que quiero, cuando quiero y como me da la gana"
Para el recuerdo de todos los españoles quedan los dos últimos título conseguidos con Gasol en plantilla, y para todos los aficionados los tres consecutivos donde consiguió sacar lo mejor de la relación de amor odio entre Kobe Bryant y O´Neal. Quizá la etapa de Los Ángeles fue la mejor del pívot de 2,16 y 147 kilos. Shaquille O´Neal nunca antes se había movido en la zona con tanta rapidez. Cuando Kobe soñaba una jugada, Shaquille la ejecutaba.
De aquella etapa viene el apodo que el desaparecido Andrés Montes imaginó para él: "Hago lo que quiero, cuando quiero y como me da la gana". Para el periodista español era el Artículo 34 de la NBA.
La magia del 'chocolate blanco'Esta última frase también se podría haber aplicado a Jason Williams. Apodado el ‘chocolate blanco' por su talento a la hora de imaginar asistencias, asombró con sus pases a la NBA durante sus primeros años en Sacramento Kings, que luego continuó en Memphis junto a Pau Gasol.
Su forma de jugar fue evolucionando y con el paso del tiempo los entrenadores moldearon a un jugador diferente, menos explosivo y visceral, pero con más control y seguridad. Perdió algo de magia para reducir las pérdidas de balón. Sin embargo, le faltó constancia para poder subir escalones en una liga tan competitiva. Fue en sus últimos años de carrera, ya en Miami Heat, donde pudo conseguir el anillo de la mano de O'Neal y Dwayne Wade.
Williams consiguió dejar grandes momentos de baloncesto. Entre ellos está su famoso pase con el codo en el All Star de los Rookies del año 2000. Ni siquiera el gran ‘Pistol Pete Maravich' había imaginado una asistencia así.
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