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El aprendiz de Simeone

Del Moral sueña con debutar esta noche como internacional

ALFREDO VARONA

Aún no es mayor Manu Del Moral (Jaen, 1984), pero los años van pasando , 'y uno se da cuenta de que ya no es un chaval'. Buena edad, los 25, para ir por primera vez convocado con la selección absoluta. 'La llamada me pilló buscando casa en Sevilla con mi novia', reconoce el ya exjugador del Getafe, recién fichado por el conjunto del Nervión.

También nota el paso de los años y su crecimiento en el patrimonio que ha conseguido. 'A los 14 años vine a vivir a Madrid a una residencia, después pasé a un piso alquilado y ahora tengo mi propia casa en Boadilla del Monte'. Pero Manu se acuerda de una imagen, siendo todavía adolescente, cuando aterrizaba en el vestuario del Atlético de Madrid. Estaba entusiasmado con Kiko, 'al que vitoreaba desde la grada', y se encontró con Simeone. 'Desde el primer día, me impresionó lo que se cuidaba. Antes de bajar a desayunar, ya había ido al fisioterapeuta'.

'El Cholo te mostraba el secreto para llegar a viejo en el fútbol'

Aún era un chaval, pero, viendo a esa leyenda, Manu interpretó que 'Simeone estaba mostrando el secreto para llegar a viejo en el fútbol'. Por eso ahora, que tiene 26 años y que ve que esto pasa muy rápido, se cuida a fondo. 'Mi novia está cansada de comer espaguetis, pero yo la convenzo de que es la mejor comida para deportistas'. Tampoco escatima en largas siestas, 'porque descansando también se entrena', y él le debe buena parte de su vida a esta profesión. 'Soy un afortunado, lo reconozco. Por ejemplo, cuando veo a mi hermana, que trabaja de teleoperadora en una empresa privada y que no tiene comparación con lo que yo hago'. Si retrocede a su infancia pasa lo mismo. Se acuerda de su padre, que todavía trabaja en el mantenimiento de un hospital de Jaén, levantándose a las siete de la mañana. 'O a mi madre, que ahora es conserje en un Centro Cultural, pero antes, hasta que una hernia discal se lo impidió, trabajaba de limpiadora'.

En esa familia de clase media de Jaén, donde se echa de menos el fútbol de élite, creció Manu Del Moral. A los 14 años cruzó el puerto de Despeñaperros y se despidió de esos paisajes llenos de olivos y de las aceitunas que marcaron su infancia. 'Jugué un campeonato de Andalucía y me fichó el Atlético'. La aventura acompañó al sueño y en su hoja de servicios figura que compartió delantera con Torres en el cadete B.

Sin embargo, su nombre nunca terminó de imponerse en el Calderón. 'A veces, es cuestión de que alguien apueste por ti'. Y él no tuvo esa suerte en el Atlético. 'Pero llevo cuatro años en Primera, he jugado la UEFA, dos finales de Copa... No es mal balance, sobre todo si me comparo con chicos que jugaron conmigo en categorías inferiores del Atlético y han dejado el fútbol. Otros como Molinero, por ejemplo, juega en Rumanía. Y a toda esa gente que me refiero, Toche, Usero, Antonio Moreno..., todos me parecían mejores que yo'. Sin embargo, es él quien hoy puede debutar con la campeona del mundo.

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