Este artículo se publicó hace 16 años.
El Athletic paga sus propios errores
Iraizoz se comió el 1-1 y Amorebieta falló el 1-2 en el minuto 93
"La expulsión de Orbaiz y el hecho de que el Racing no ha estado a la altura como en otras ocasiones ha sido determinante". Así resumía Caparrós el encuentro. Acertaba el de Utrera en su análisis, pues eso fue lo que ocurrió. El Athletic salió, a diferencia de en otras ocasiones, a por el partido, pero ni aún así consigue arrancar la primera victoria de la temporada fuera de San Mames.
Una expectación justificada marcaba los minutos previos del choque, porque, a falta de equipos vascos en Primera, el cruce entre cántabros y bilbaínos ha asumido el papel de un derbi con todos sus aderezos: cercanía geográfica y rivalidad histórica. Sin embargo, la ausencia de emoción y la falta de ocasiones claras marco el transcurso de la primera mitad. A pesar de los serios problemas que viene padeciendo la defensa rojiblanca y de las novedades en la alineación, con un Koikili que no había disputado ni un solo minuto esta temporada, el Athletic se mantuvo firme y seguro atrás. Para ello salió muy arriba, presionando y con la posesión del balón. Lástima que el respeto y el miedo a perder de ambos, dada su igualdad en la clasificación, no les dejara lugar al fútbol.
Mucho más animoso fue el comienzo del segundo tiempo y rápidamente cambiaron las cosas cuando en apenas tres minutos Yeste, de falta directa, coló el balón al fondo de la portería racinguista. Primer y único tiro a puerta hasta el momento.
Perdía los nervios el Racing con las llegadas continuas al área de los rojiblancos y a punto estuvieron éstos de ampliar la distancia en el marcador tras un despiste de Garay, que dejó rematar a un solitario Garmendia. Pero esta vez sí, Toño estuvo atento.
La expulsión de OrbaizUn Athletic sin fisuras en defensa aguantaba las pocas acciones verdiblancas con peligro. Pero la zaga, con uno menos tras la expulsión de Orbaiz por una patada en la cara a Munitis, observaba con impotencia cómo perdían la posesión. Cuando más se gustaban los de Caparrós, Colsa se aprovechó de un descolocado Iraizoz, que se tragó el balón. "El Racing ha tirado a puerta dos veces y una ha sido el gol. Gorka es humano y esos balones se pueden fallar", se lamentaba el técnico sevillano por el error garrafal.
A pesar de los problemas que ha tenido Caparrós para formar el once esta semana, la defensa del Athletic sorprendía por una sobriedad fuera de lo habitual. Esta vez no hacía aguas atrás, aunque arriba, Fernando Llorente, acompañado de Velez en el primer tiempo y Garmendia en el segundo, no estuvo tan afortunado como en otras tardes.
El Racing, aprovechándose de la inferioridad numérica, apretó en los últimos minutos del encuentro. Sin embargo, un providencial Iraola salvaba el poco crédito que le quedaba al conjunto vasco y Amorebieta desperdiciaba una oportunidad de oro ya cumplido el minuto noventa que hubiera supuesto el 1-2.
Al final, reparto de puntos que no contenta a nadie, pero que salva una semana más, tanto al Racing como al Athletic, de los puestos más indeseados.
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