Este artículo se publicó hace 17 años.
El Barça sucumbe en Villarreal
En una primera parte soberbia, los de Pellegrini aseguraron su victoria por 3-1 ante un Barcelona que cometió excesivos errores en defensa.
El Villarreal ha sorprendido al Barcelona (3-1) anteponiendo el trabajo en equipo al telento que puso sobre el césped Frank Rikjaard. Además, el Valencia goleó por 2-4 al Deportivo en Riazor y el Sevilla volvió a tomar el pulso a la Liga ante un Levante que sigue en caída libre (0-2).
Con una alineación que disponía de Messi, Xavi, Iniesta, Deco, Bojan y Henry y a la que, desde el principio del segundo tiempo, se unió Giovani dos Santos, el Barcelona fue incapaz de superar a un Villarreal con la lección bien aprendida y que supo cerrar todos los caminos hacia la portería del uruguayo Sebastián Viera.
El partido no pudo comenzar mejor para el Villarreal. A los dos minutos, una brillante jugada de Santi Cazorla y el mexicano Guille Franco, con pase de tacón de éste incluido, se resolvió con gol del primero, al cruzar el balón a la perfección ante la salida de Víctor Valdés.
Una internada del francés Robert Pirés fue frenada con una falta en el área que supuso el penalti que el brasileño Marcos Senna convirtió en el segundo gol de la noche cuando apenas habían transcurrido trece minutos de juego. Conforme avanzó el partido el Barcelona se asentó y logró frenar el ímpetu de los locales.
La formación de Rijkaard comenzó a asediar el área local y aunque en principio ésta se mostró firme, el talentoso Bojan Krkic se coló por un resquicio del centro de la defensa para dar oxígeno al conjunto barcelonista con su primer gol con el Barcelona en Liga, en la primera ocasión que jugaba como titular.
Aunque el gol de Bojan reactivó al Barcelona, e incluso Lionel Messi pudo igualar el marcador, el Villarreal no se amilanó. Un nuevo penalti sobre Pires, esta vez cometido por Gabriel Milito, situaba el 3-1 en el marcador a los 34 minutos. Senna volvió a superar a Víctor Valdés desde los once metros.
Rijkaard se la jugó desde el inicio del segundo tiempo. Quitó un defensa, Oleguer Presas, y dio entrada a otro virtuoso del balón como es el mexicano Giovani Dos Santos. El partido estaba perdido y el holandés echó el resto en ataque y arriesgó en defensa. Esa osada apuesta estuvo cerca de costarle muy pronto el cuarto al Barcelona, pero Robert Pirés, que encaró a Valdés, prefirió dejar de tacón el balón a Cani, que terminó en nada.
El Valencia confirma su excelente racha fuera de Mestalla
El Valencia confirmó en Riazor su extraordinario momento lejos del estadio de Mestalla, sumó el cuarto triunfo de la temporada como visitante y endosó un nuevo mazazo al Deportivo de La Coruña ante la afición gallega. Más de una década después del penalti de Djukic, la rivalidad entre coruñeses y valencianos se mantiene, aunque ya no son aquellos duelos reñidos de no hace muchos años porque el potencial del Deportivo no es el mismo.Y
Para el Valencia era cuestión de paciencia, pero lo cierto es que no tuvo que esperar mucho (sólo diez minutos) para conseguir dejar encarrilado el partido, objetivo que consiguió gracias a una jugada personal de Joaquín, que cayó en el área después de una entrada innecesaria de Fabricio Coloccini. El internacional español, ante la ausencia de David Villa, convirtió la pena máxima y facilitó la misión a los valencianos, que ampliaron la renta seis minutos después tras una combinación entre Silva, Gavilán y Baraja, que remató a placer ante un nuevo error de la zaga deportivista, con Coloccini por medio.
Pero la desventaja de dos goles no tumbó al Deportivo, que se recuperó del mazazo y volvió a visitar la portería de Cañizares, a quien salvó el poste después de un centro del mexicano Andrés Guardado que el cancerbero valencianista casi convierte en gol. Fue el preludio del tanto deportivista, que llegó antes de la media hora y después de un nuevo error de Cañizares, esta vez a centro de Juan Rodríguez, que Xisco aprovechó para, con algo de fortuna, acortar la diferencia en el marcador.
Pero el Valencia, cuando estaba ante las cuerdas y agobiado por el Deportivo, sacó a relucir la tarjeta de equipo grande tras una falta dudosa sobre Gavilán que sirvió para que Morientes, a centro de Joaquín, apuntalara la victoria de los levantinos a siete minutos para el descanso.
El Valencia, cómodo al contragolpe, sentenció el duelo con un nuevo tanto de Morientes después de una jugada de Villa, que toreó a la zaga deportivista y asistió al ex madridista para finiquitar el encuentro con otro cabezazo. El Deportivo puso emoción en los estertores del partido con un tanto, a última hora, de Rodolfo Bodipo, pero a los blanquiazules ya no les quedaba tiempo para conseguir una remontada épica y fallaron por tercera ocasión esta temporada ante su afición.
El Sevilla regresa a la victoria
El Sevilla enderezó su rumbo en la Liga tras una racha de cuatro derrotas consecutivas con una cómoda victoria en el Ciudad de Valencia ante un Levante a quien ni siquiera el debut de su técnico, el italiano Gianni de Biasi, le salvó de seguir en caída libre.
El conjunto de Juande Ramos logró su primer triunfo a domicilio y abusó de un oponente que continuó sin presentar síntomas de mejora, pues además de ofrecer una pobre imagen, en ningún momento dio la sensación de poder sacar algo positivo de la visita del Sevilla.
Pese al tímido dominio inicial de los locales, las cosas se le pusieron muy pronto de cara a los sevillistas cuando Luis Fabiano, en un detalle de calidad, se revolvió dentro del área tras un pase de Alves para batir a Storari con un tiro raso y cruzado.
Todavía no se había cumplido el primer cuarto de hora y el partido se le puso claramente de cara al Sevilla cuando, de nuevo Luis Fabiano, transformó un inocente penalti cometido por Descarga por tocar el balón con la mano dentro del área.
Con todo a favor, el Sevilla se dedicó a controlar el juego y esperar su oportunidad para matar el encuentro a la contra, algo que pudo hacer Koné a la media hora con una doble ocasión clara para superar al meta italiano.
Lejos de mejorar, la medular levantinista siguió acumulando imprecisiones y el equipo entró en estado catatónico, algo que el Sevilla aprovechó para divertirse y aumentar sus reservas de confianza. Chevanton, Adriano y Renato disfrutaron de sendas oportunidades para aumentar el marcador, pero no acertaron a culminar cuando se quedaron solos ante Storari.
Las protestas de la afición, que pobló la grada de pancartas en las que solicitaban mayor apoyo de las instituciones y más atención de los medios de comunicación, fueron en aumento hasta el final del encuentro y una parte de la grada pidió la marcha del máximo accionista, Pedro Villarroel. Cuando Rubinos Pérez pitó el final del partido, la hinchada despidió al equipo local con una "pañolada" y gritos de "fuera, fuera".
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