Apoyado en una transparencia que proyectaba el impacto de la crisis económica en las ligas europeas, Jordi Bertomeu, directivo ejecutivo de la Euroliga, adelantaba el orden de poder del futuro. 'Sólo las competiciones del primer nivel subsistirán dentro del mercado televisivo', avisaba, a mediados del pasado abril, en un foro sobre el modelo económico sostenible de la Euroliga. En su análisis, Bertomeu ligaba la proyección de una liga en el exterior, y su capacidad para generar recursos, con su consumo mediático interno.

'En Francia', explicaba Bertomeu, 'la audiencia apenas sigue la liga doméstica, ve poca Euroliga y consume masivamente NBA'. En España, sin embargo, el gráfico jerarquiza sus preferencias: Primero, la ACB; después, Euroliga y, en último lugar, la NBA. 'Cuanto más interés genera la ACB, más competencia se genera entre los equipos', proseguía Bertomeu, 'y, por tanto, más se eleva el nivel general de la competición'. Grecia, sin embargo, es la única excepción de este razonamiento. El dominio económico de Olympiacos y Panathinaikos frustra el desarrollo de una liga que acapara tanta atención mediática como la NBA.

La moraleja de la explicación es exquisita en el caso de España. A falta de un partido para que expire la primera fase de la Euroliga, el dominio del basket español prima en la máxima competición europea.

Si la pasada temporada, Unicaja, Barcelona y TAU se clasificaron como líderes de sus respectivos grupos para el Top 16 (el CSKA evitó la primera plaza del Real Madrid), este curso, el primer trimestre de competición puede repetir estadística. Confirmada la primera plaza del Barça, con su temporada inmaculada, Madrid y Baskonia necesitan una victoria para lograr un liderato que le asegurase un mejor cruce en la segunda fase de la competición.

El dominio del basket español prima en la máxima competición europea

'El partido llega en un momento en el que estamos mejorando el tono y la confianza', asegura Messina, que recupera en la convocatoria para el choque ante el Armani Jeans a Garbajosa, Llull y Bullock. Su ex equipo, el CSKA de Moscú juega mañana a favor de cancha para evitar la victoria del Baskonia. Una situación que no preocupa a Ivanovic. 'Nosotros vamos a luchar por estar lo más arriba, sea donde sea', promete Dusko.

En Lituania, Unicaja pretenden frenar, con un triunfo ante el Lietuvos que confirmaría su segunda posición, la marea interna que ha supuesto su exclusión de la Copa. 'Sólo me plantearé la dimisión cuando no tenga fuerzas para dar el máximo', avisa Aíto.