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El bronce se esfumó en la 'foto-finish'

Margarita Domínguez no fue podio por una décima de segundo. La sincronizada vuelve a colgarse otras dos platas, en dúo y en combo 

IGNACIO ROMO

Margarita Domínguez conoció ayer la cara más amarga del deporte. Después de nadar 25 kilómetros durante casi seis horas, la española perdió la medalla de bronce por una décima de segundo. Los jueces de la prueba tuvieron que recurrir a la foto-finish para determinar la tercera posición y decidieron que la mano de la italiana Grimaldi estaba más adelantada que la de la española.

La vencedora fue la ucraniana Olga Beresnyeva, con un tiempo de 5h48:10.2, con sólo una décima de segundo de diferencia sobre la alemana Maurer. Pero ni siquiera hubo una décima entre la española y la italiana en la lucha por el bronce. Grimaldi y Domínguez pararon el crono en 5h48:30.8 en la última prueba de las pruebas de aguas abiertas disputadas en el lago Balaton.

Mientras, los Europeos de sincronizada terminaron como empezaron. Con las medallas adjudicadas por decreto, sin a más mínima posibilidad de que se produjera un sobresalto en las puntuaciones, una alteración del guión. Rusia, España, Ucrania. Y siempre por ese orden. Las dos platas obtenidas ayer por las españolas, en dúo y en combo, las conocía todo el mundo antes del inicio de la jornada.

Mínima diferencia tras 25 kilómetros y seis horas en aguas abiertas 

El dúo ruso tuvo una actuación extraordinaria en la final matinal. Natalia Ishenko y Svetlana Ragoshina demostraron estar por encima de sus rivales. Por velocidad y por altura, sus rodillas quedaban siempre muy por encima de la superficie del agua. 98,70. Fue el premio de las juezas a una actuación excelente. España, con Fuentes y Carbonell, realizó otro gran ejercicio y fue puntuado con 96,70. Medalla de plata. Una vez más Ucrania se llevó el bronce.

En la final de combo, especialidad totalmente libre, con diez nadadoras, en la que se pueden realizar solos, dúos y cualquier tipo de formación de forma simultánea, España se acercó más que nunca al equipo ruso. Quedó a sólo 1,30 puntos (98,30 frente a 97,00) y causó una gran impresión por la fuerza de su ejercicio. Aquí sí se vio la lucha entre las dos grandes escuelas de la sincronizada: la tradición rusa, siempre sustentada por la música clásica, frente a la innovación de las discípulas de Anna Tarrés, con un ejercicio acompañado por música rock. Ucrania fue tercera, superando (94,10 por 92,10) a las italianas.

La selección española cierra unos buenos Europeos. La ausencia de Gemma Mengual ha sido resuelta de forma satisfactoria, con una sobresaliente actuación de Andrea Fuentes. En noviembre espera la Copa del Mundo. Rusia ya no será la única rival. Esperan Canadá y China. Como en Londres 2012.

 

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