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El brote verde del bronce

La Roja conquista la tercera plaza, un éxito que debe ayudar económicamente a la ASOBAL, una liga llena de deudas. Suecia ofertó emoción apoyándose en las paradas de Sjostrand y los goles de Kallman

MIGUEL ALBA

Todo comienza donde terminó. Con el pecho alardeando de bronce. El metal que resumió tres semanas de Juegos en Pekín. Entonces, sonó a fin de ciclo. Hoy, a todo lo contrario. A inicio de todo. Otro bronce para decorar un Mundial que ha devuelto a España al gran escenario. El premio a la calma de un presidente (Juan de Dios Román) que siguió creyendo en el mito (Valero Rivera) cuando el fracaso (13º puesto en el Mundial de Croacia'09) pedía al cuerpo ajusticiarlo. Incluso intensificó su defensa tras el sexto puesto del último Europeo, hace justo un año, otra clasificación insuficiente. El premio a la humildad de un entrenador con una sala de trofeos para sentirse un divo. El premio a un grupo de jugadores con hambre de catarsis. El premio insospechado ante el verdadero objetivo: lograr una de las siete plazas para el preolímpico.

Toda esa apuesta emocional, España la ha complementado con balonmano en Suecia. El país desnudo de éxtasis en su Mundial. Lo sintió por momentos. Cuando Sjostrand, el portero que se exhibe habitualmente en el Palau, jugó a ser impenetrable. Paró penaltis a Iker Romero. Contragolpes a Viran Morros. Lanzamientos al brazo ejecutor de Aguinagalde. Frenó en vuelo a Rocas, Juanín, Ugalde y Parrondo. Sacaba pies a los tiros por bajo de Alberto Entrerríos.

Y, aun así, entre tanto gol asfixiado por Sjostrand, España se mantenía por delante (5-4, m. 16). Ganaba, pero, sin embargo, todo era un ejercicio de supervivencia defensiva en un partido trabado, impreciso y, por momentos, fuera de nivel para repartir una medalla. Si España no llegó al coma fue por Sterbik. Fue bajar su efectividad y los de Valero entraron en barrena (16-13, m. 37). El oxígeno volvió de repente con una doble exclusión sueca y seis goles consecutivos (Iker, Parrondo, Gurbindo, Juanín, Alberto Entrerríos y Parrondo) entre el silencio de los anfitriones (nueve minutos sin anotar). 

La grada reclamaba un héroe. Kallman se puso la capa roja. Ofreció su brazo en cada ataque para terminar la obra (21-21, m. 54) iniciada por la presión ambiental. España perdió dos minutos a Aguinagalde para ganarlo después como héroe, junto a Alberto Entrerríos, autor del gol definitivo, de un final en el que Suecia abrió su defensa para intentar conquistar ese último pase que se quedó en manos de Juanín, uno de los tres extremos con los que Valero oxigenó la circulación.

En las manos de Juanín se perdió ese balón que evita al balonmano perder el paso en la década de oro. Para este deporte, sin embargo, la edad de oro, en lo mediático, incluso desde el papel couché, se sucedió durante el pasado siglo. La actual generación, con algunos supervivientes del oro mundialista en Túnez 2005, tiene asumido ese rol secundario, aunque su juego sigue siendo igualmente solvente que el que invade ya los recuerdos. Igual de sacrificado, pero más castigado económicamente. El sábado, el Valladolid anunció una reducción de 600.000 euros para el presupuesto del próximo año. Hace dos semanas, Ademar, una rebaja del 40% en sus cuentas. Los dos últimos damnificados de una liga castigada por los concursos de acreedores y plantillas pendientes de cobro. Una crisis que encontró su gran brote verde.

23 - Suecia: Sjostrand; Ekberg (1), Carlen (4), Karlsson (1), Jernemyr (-), Kallman (6) y Doder (2) -equipo inicial- Andersson (ps), Gustafsson (-), Lennartsson (-), Arrhenius (-), Larholm (5), Jakobsson (1), Larsson (), Petersen (-) y Ekdahl du Rietz (3)

24 - España: Sterbik; Rocas (-), Maqueda (1), Raúl Entrerríos (2), Cañellas (2), Ugalde (1) y Aguinagalde (4) -equipo inicial- Hombrados (ps), Roberto García (2), Gurbindo (4), Chema Rodríguez (-), Alberto Entrerríos (3), Romero (4, 1p), Morros (-), Juanín García (1p) y Garabaya (-)

Marcador cada cinco minutos: 1-2, 3-4, 4-4, 6-5, 8-8 y 11-11 (Descanso) 14-12, 16-16, 17-19, 20-21, 21-22 y 23-24 (Final)

Árbitros: Krstic y Ljubic (Eslovenia). Excluyeron por dos minutos a Karlsson, Carlen, Jakobsson, Jernemyr y Kallman por Suecia; y a Aguinagalde (2), Ugalde y Cañellas por España.

Incidencias: Partido por la medalla de bronce del Campeonato del Mundo de Suecia disputado en el Malmoe Arena ante unos 12.000 espectadores.

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