Este artículo se publicó hace 13 años.
El cántico canalla se escapa sin sanción
Antiviolencia reprueba el acto, pero dice que no localizó a los autores
El mal gusto mantiene su barra libre. A diferencia de los esfuerzos concretos de la FIFA por erradicar a través de sanciones las voces racistas que salen de las gradas, el fútbol español no se anima a entrar de lleno contra los cánticos canallas que ensucian un día sí y otro también sus tribunas. El último, ese "ea, ea, Puerta se marea" con el que una numerosa porción del sector ultra del Calderón ofendió hace dos semanas los oídos decentes, también se va de rositas. Pese a la indignación general, a la propia y enérgica reprobación del mismo Atlético avergonzándose de esa parte de sus seguidores, los organismos pertinentes no han entrado a castigar la acción. Competición se lavó las manos en su día porque el árbitro, siguiendo una costumbre que se ha convertido en regla, no incluyó en el acta la desagradable mofa hacia el futbolista del Sevilla fallecido y despachó el comportamiento del público como "normal". Y Antiviolencia, más apretada para actuar, tampoco ha hecho nada. Justificó su pasividad en que no localizó a los autores. Eso sí, quizás como fórmula para lavar su conciencia, condenó los hechos.
En la nota de prensa que facilitó, tras reunirse en el Ministerio del Interior, la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte explicó así su decisión de no intervenir: "Ante los hechos ocurridos el pasado domingo 2 de octubre durante la celebración del encuentro Atlético-Sevilla, la comisión permanente manifiesta que no se ha podido identificar a los autores que profirieron gritos en el interior del recinto deportivo y que fueron recogidos por algunos medios de comunicación".
Pide a los clubes que actúen con firmeza para evitar que los insultos se repitan
"Sin embargo", añade el dictamen, "esta comisión condena y reprueba tales actos realizados por una minoría de aficionados presentes en este estadio y recuerda que dichas conductas no hacen más que desacreditar el buen nombre del deporte en nuestro país y solicita a los clubes de fútbol que actúen con firmeza para evitar que hechos similares se vuelvan a producir durante una celebración deportiva".
Así que el citado organismo, pese a las cámaras internas de las que dispone y las imágenes que se emitieron por televisión, no logró identificar a ninguno de los hinchas que se dejaron llevar por los cánticos canallas. Y aunque no localizó a los autores, los reduce a una minoría. El caso es que Antiviolencia, en cambio, sí fue capaz de identificar y por tanto sancionar a seis hinchas que ese mismo día tuvieron un comportamiento violento.
Sí identifica y castiga a seis hinchas que tiraron sillas y vidrios
La nota lo cuenta así: "Multa de 5.000 euros y prohi-bición de acceso a cualquier recinto deportivo por un periodo de dos años a cada uno de los seis aficionados identificados, quienes, formando parte de un grupo radical y violento, y con motivo del partido Atlético-Sevilla, agredieron y arrojaron botellas de vidrio y sillas a un grupo de aficionados del equipo visitante".
Los expertos insisten en que la Ley contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte de 2007 es suficiente instrumento para atajar la proliferación de los cánticos canallas. Pero la comisión que vela por su cumplimiento tampoco esta vez se ha animado a utilizarla. Sigue la barra libre.
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