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Casado se queda sin medalla e Higuero se consuela con el bronce

El Jurado de Apelación ha recalificado Mekonnen, ganador de la final de los 1.500. Además, Josephine Onyia y Jackson Quiñonez han fallado en las finales de los 60 metros valla.

AGENCIAS

Cuando el atletismo español celebraba las dos medallas de Juan Carlos Higuero y Arturo Casado, el Jurado de Apelación ha recalificado al etíope Deresse Mekonnen en la final de 1.500 metros por lo que el keniano Daniel Kipchirchir Komen vuelve a ocupar el segundo puesto, Juan Carlos Higuero el tercero y Arturo Casado pierde la medalla de bronce que había ganado con la descalificación del ganador.

Los jueces habían descalificado a Mekkonen y a Micholas Willis en virtud del artículo 163.3 del reglamento, que castiga con la expulsión de la carrera a los atletas que se salen de los límites de la pista, como hizo el etíope en la curva de tribuna.

Mekkonen había ganado en 3:38.23 por delante del keniano Daniel Kipchirchir Komen (3:38.54) y de Higuero (3:38.82), mientras Arturo Casado (3:38.88) se desesperó tras perder el bronce.

Onyia y Quiñonez fallan en las finales de 60 vallas

Josephine Onyia tropezó con la última valla en la final de 60 y se dejó en el suelo al menos la medalla de bronce, cuando progresaba en el último tramo de la carrera. Estados Unidos hizo doblete con Lolo Jones (7.80) y Candice Davis (7.93), y la cubana Anay Tejeda completó el podio con 7.98. Glory Alozie, dos veces subcampeona del mundo, había quedado fuera en primera ronda con una marca de 8.19 segundos que no le dio opción de pasar a semifinales en la repesca.

En la final de vallas masculina, Quiñónez, que llegó a soñar con medalla, sobre todo tras la estúpida eliminación del favorito, el cubano Dayron Robles, llegó muy justo de fuerzas a la final y terminó séptimo con 7.66.

Después de haber hecho el mejor tiempo en la primera ronda (7.58), en semifinales Quiñónez se durmió en la salida y tuvo que esperar a la repesca por tiempos (7.63), lo que le relegó a la calle uno en la final, alejado del fragor de la batalla central. Venció con autoridad el chino Liu Xiang (7.46), campeón mundial y olímpico, por delante del veterano estadounidense Allen Johnson (7.55) y del ruso Evgeniy Borisov (7.60).

Mayte Martínez, única representación en los 800 

Mayte Martínez ofreció una gran sensación en semifinales de 800, acompasando sin problemas su larga zancada a la de María Mutola en la última vuelta. La mozambiqueña, que en su último año en activo, con 35 años, persigue su séptima medalla de oro, se impuso en la primera serie con 2:01.81, seguida de Mayte (2:01.86).

La australiana Tamsyn Lewis se fue por delante durante dos vueltas (1:00.60 en el 400) y Mayte la rebasó por dentro al toque de campana. La española y Mutola pudieron relajarse en la recta, vigilando por el rabillo del ojo a sus rivales.

En la segunda semifinal, Margarita Fuentes-Pila salió muy atrás, muy forzada ante el ritmo que impuso la ucraniana Tetiana Petlyuk (57.60 el 400), y ya no pudo recuperar. A la última vuelta llegó muy descolgada y terminó última con 2:05.58.

Los dos hombres de 800, el sevillano Manuel Olmedo y el toledano Eugenio Barrios, corrieron igual suerte: ambos quedaron eliminados pese a utilizar tácticas muy diferentes. Sólo pasaban los dos primeros, y Olmedo fue quinto, siempre a cola de grupo, mientras que Barrios fue tercero tras dar la cara en las primeras vueltas y vaciarse en la recta.

Montaner y Beitia, en las finales de longitud y altura

La valenciana Concha Montaner luchará este domingo por las medallas en la final de longitud tras superar la ronda de calificación con los 6,64 metros de su tercer intento. Montaner, cuarta en Moscú 2006 con la misma marca (6.76) que la tercera, la portuguesa Naide Gomes, hizo hoy una primera ronda en franca progresión. Empezó con 6,31, continuó con 6,45, que ya le bastaba para clasificarse, y cerró con un buen salto de 6,64, cuarta mejor marca de las ocho finalistas.

También estará el la brega por los metales la cántabra Ruth Beitia, que logró su pase a la final de altura sin derribar el listón una sola vez en cinco saltos, hasta conseguir la marca de 1,96 metros exigida para entrar en el concurso decisivo.

La plusmarquista española, que obtuvo la medalla de bronce hace dos años en Moscú, comenzó a saltar con la barra en 1,81 y fue superando todas las alturas (1,86-1,90-1,93 y 1,96) a la primera, confirmando su excepcional momento de forma.

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