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Casillas vs Mourinho, el reencuentro más morboso que dividirá Oporto

El portero y el técnico, que vivieron en el Real Madrid una de las relaciones más tormentosas que se recuerdan, se vuelven a ver las caras en el duelo de Champions entre el conjunto portugués y el Chelsea. La ciudad, dividida entre dos ídolos.

Casillas escucha unas indicaciones de Mourinho en la época que compartieron en el Real Madrid. /EFE

EFE / PÚBLICO

OPORTO (PORTUGAL).- "Estoy convencido de que algún día nos volveremos a encontrar y tomaremos una coca cola en una mesa". Es la conciliadora frase que formuló hace dos años Iker Casillas, el ahora meta del Oporto, que se reencontrará este martes con su extécnico en el Real Madrid, José Mourinho. Más allá de los tres puntos que se disputen la escuadra portuguesa y el Chelsea inglés en la segunda jornada de la Champions, el partido transciende lo meramente deportivo. Y es que la relación que mantuvieron ambos en el Real Madrid llegó a ser una de las más tormentosas que se recuerdan en el mundo del fútbol. 

En el estadio Do Dragao de Oporto estará mañana dividido entre el ídolo recién llegado y el técnico que le hizo grande hace una década. Un joven Mourinho comenzó a engrandecer su figura en los años 2003 y 2004. Entonces, Mou llevó al Oporto a la madurez con dos Ligas, una Copa de la UEFA y una Liga de Campeones. Este martes, el técnico llega como estilete del enemigo. Pero muchos en Oporto todavía le siguen siendo fieles.

Al otro lado del ring, Iker Casillas. Que se ha ganado a la hinchada blanquiazul desde que puso sus pies en la ciudad del Duero. Bautizado por Lopetegui, Casillas ha encontrado en Oporto el refugio que necesitaba para volver a sentirse útil y valorado en su profesión. Por eso, este martes todos los flashes de las cámaras estarán muy atentos a cada gesto del capitán de la selección española y a cada ademán del entrenador portugués. Sin duda, será el reencuentro más morboso de esta Champions.

Será la primera vez que se midan en un partido oficial desde que Mourinho dejó de compartir vestuario en el Real Madrid con el legendario guardameta español. El último encuentro en el que coincidieron fue en la derrota en la final de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, el 18 de mayo de 2013 en el Bernabéu (1-2).

Desde entonces, sus caminos se separaron. Mourinho se fue al Chelsea y Casillas permaneció dos años más en Chamartín, hasta que este verano puso rumbo a Do Dragao. Pese al talante conciliador que impuso Carlo Ancelotti, Casillas no recuperó ni la confianza de la directiva blanca ni de un sector de la hinchada madridista, que siguiendo los dictámenes de Mourinho, no perdonó al de Móstoles aquella acusación de ser el 'topo' de la plantilla. Aun así, le dio tiempo para ganar una Champions, una Copa y un Mundial de clubes.

Mourinho y la tensión de la cuerda con Casillas

La tortuosa relación entre ambos, que entre 2010 y 2013 pasó del respeto mutuo a la inquina, se convirtió en uno de los casos más mediáticos del fútbol mundial en el último lustro. Aunque Mourinho siempre negó públicamente que se tratase de un asunto personal, aseguran que el portugués nunca perdonó a Casillas el papel que jugó para que la relación entre los jugadores de la selección española del Real Madrid y del Barcelona no se deteriorase. Una llamada que hizo el entonces portero merengue a Xavi Hernández para rebajar los ánimos después de varios clásicos al rojo vivo supuso el inicio del fin de la relación Mourinho-Casillas.

Pero Mourinho siempre lo negó y aclaró que sus decisiones eran puramente técnicas. "Me gusta un portero que sale bien a los centros, que domina el espacio aéreo. Iker es un fenómeno entre los palos, pero me gusta más otros tipo de portero", llegó a comentar Mourinho para justificar la titularidad de Diego López, en una rueda de prensa semanas antes de su salida del Real Madrid, en mayo de 2013. Casillas, por su parte, se cansó de hacer de transmisor de la estrategia enfrentadora de Mourinho. 

El último encuentro en el que el técnico de Setúbal alineó a Casillas sucedió un 23 de enero de 2013, en un Valencia-Real Madrid de Copa del Rey que el cancerbero abandonó prematuramente al producirse una lesión fortuita en la mano.

Señales en ambos del enfrentamiento

En cualquier caso, el mediático enfrentamiento ha dejado marcas a ambos, aunque quizá las más visibles fueron las de Casillas. Desde que empezó a ser suplente habitual, se sumergió en una espiral de inseguridad que le llevó a escuchar pitos de su propia afición, la misma que le había idolatrado durante más de una década.

El principal triunfo que logró en la era post-Mourinho estuvo empañado por su actuación individual. En la Liga de Campeones que venció el Real Madrid en Lisboa en mayo de 2014, un fallo suyo estuvo a punto de darle un histórico laurel al Atlético de Madrid. Sergio Ramos le auxilió al empatar el encuentro en el 93.

Después del Real Madrid, a Mourinho tampoco le fue tan bien como en otras épocas. Su primera temporada tras "separarse" de Casillas se quedó en blanco con el Chelsea (2013-2014), aunque en la pasada se desquitó al ganar la Liga inglesa y la Copa. Europa, sin embargo, todavía se le resiste. El curso pasado ni siquiera pasó de los octavos de final de la Champions.

Este martes sus caminos se volverán a cruzar con sus respectivos equipos en antagónicas rachas. El Oporto es líder en Portugal (empatado a puntos con el Sporting de Lisboa), aunque en Champions viene de un decepcionante empate en Kiev ante el Dínamo, cosechado hace dos semanas. Mientras, el Chelsea de Mourinho está en plena depresión en la Liga local (décimo quinto), pero lidera el grupo G con tres puntos, gracias a la goleada al Maccabi de Tel Aviv (4-0).

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