El español Cesc Fábregas se reencontró con el gol para liderar el triunfo del Arsenal en Goodison Park ante el Everton de su compatriota Mikel Arteta, que convierte al conjunto de Arsene Wenger en el principal perseguidor del Chelsea, actual líder de la Liga inglesa.

El internacional español se impuso en el duelo de cerebros. Mikel Arteta estuvo controlado por el centro del campo rival. Y apenas dispuso de margen de maniobra. Cesc, por su parte, tomó las riendas. Y marcó el tanto que sentenció otra victoria de los 'gunners' en el recinto del Everton.

Se reencontró con el gol en la Liga Cesc Fábregas. El segundo que acumula en la competición para acentuar el dominio del conjunto de Wenger, que afrontó el choque sin haber perdido en los últimos seis enfrentamientos con el conjunto de Liverpool. El año pasado goleó. En este curso mantuvo la firmeza.

El defensa francés aprovechó una acción dentro del área para adelantar, pasada la media hora, al Arsenal. El partido se puso más cuesta arriba para los locales tras el descanso con el gol de Cesc Fábregas, que disparó fuera del alcance de Tim Howard.

David Moyes buscó la reacción. Más profundidad. Arteta fue el sacrificado y en su lugar entró al campo el nigeriano Ayegbeni Yakubu. Buscó el gol el Everton, que lo encontró en el tramo final, sin casi tiempo para neutralizar la ventaja del Arsenal. El autor fue Tim Cahill. Los tres puntos sitúan al cuadro de Arsene Wenger en la segunda plaza de la Premier. Por delante del Manchester United, que no pasó del empate el sábado ante el Aston Villa.

El Chelsea fue sorprendentemente derrotado (0-3) en Stamford Bridge por el modesto Sunderland en un partido en el que los 'blues', que concedieron sus primeros goles en casa, se vieron ampliamente superados por su rival y abren así la puerta del liderato a sus perseguidores, tras la disputa del partido más destacado de la sesión dominical de la décimo tercera jornada de la liga inglesa.

Los de Carlos Ancellotti claudicaron ante un Sunderland que encaraba el choque como una presa fácil para los londinenses, pero que jugó con valentía y brillantez, dominando el envite de principio a fin. La primera mitad comenzó con un Chelsea tan voluntarioso como ineficaz en los últimos metros, mientras que los visitantes avisaban de sus intenciones a la contra.

Con el paso de los minutos, el conjunto que dirige Steve Bruce se fue haciendo con el mando del encuentro y comenzó a rondar el gol. Al filo del descanso los rojiblancos encontraban el premio a su superioridad de la mano de Onuoha, que ponía el 0-1 tras culminar una gran jugada personal.

Tras la reanudación, el panorama apenas cambió poco y el Sunderland asestaba otro mazazo al Chelsea a los 52 minutos, cuando Gyan ponía el segundo en el marcador tras una espectacular jugada colectiva de los suyos. A pesar de que quedaba toda la segunda parte, los minutos sirvieron para certificar la impotencia local, que se veía refrendada con el tanto de Welbeck en el 87, que consumaba una sorpresa que abre la lucha por el campeonato.