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La chispa de la Liga

Desde su despenalización como sustancia dopante en 2004, la ingestión de cafeína se ha elevado entre los futbolistas

IGNACIO ROMO

La cafeína se ha convertido en la reina de las sustancias estimulantes utilizadas por los futbolistas. Desde su despenalización como sustancia dopante en enero de 2004, los jugadores de fútbol la consumen en abundancia y en diferentes formas. Los hay que la prefieren en pastillas, hasta sumar dosis de 400 miligramos antes de los partidos.

Pero también existen los que la ingieren por las vías más habituales: café y bebidas refrescantes. No en vano, la cafeína es la sustancia psicoactiva más utilizada por el ser humano en todo el mundo y se ingiere en bebidas diferentes.

La escena es cada vez más habitual: una hora antes del partido, el futbolista abre su bolsa, extrae un blíster, ingiere varias pastillas de cafeína y se dispone a efectuar el calentamiento. El punto de máxima eficacia de la sustancia se producirá ya en pleno partido.

El doctor César Cobián, presidente de la Asociación Española de Médicos de Equipos de Fútbol (AEMEF), confirma que el consumo de café se ha extendido entre los futbolistas con vistas a mejorar su rendimiento. “Yo diría que ahora mismo hay cafeteras y termos en todos los vestuarios, y es muy frecuente que consuman café antes del partido y durante el descanso”.

Ergogénica

Por su parte, el doctor José Antonio Casajús, ex-futbolista del Zaragoza y profesor de Actividad Física y Deporte de la Universidad de Zaragoza, ve lógico el elevado uso de cafeína entre los futbolistas.

“Es verdad que el consumo de esta sustancia es frecuente y se entiende perfectamente desde el punto de vista del rendimiento en el campo. Es una sustancia permitida y una gran herramienta ergogénica (con capacidad para generar energía) legal.

 “Un futbolista –continúa el doctor Casajús– sabe que si consume una bebida rica en cafeína antes del partido, obtendrá un pico de ácidos grasos libres a los 90 minutos de su ingestión.

Este efecto supone una gran ganancia de carbohidratos. La cafeína está muy al alcance de la mano: por ejemplo, una lata de Red Bull puede contener más cafeína que una taza de café. Eso ya es una cantidad de cafeína útil”.

Estuvo prohibida

El interés de la cafeína, que estuvo prohibida (a niveles elevados) hasta el 1 de enero de 2004, se basa en su doble efecto. Por un lado, es un estimulante rápido del sistema nervioso.

Por otro, es un gran movilizador de ácidos grasos, lipolítico (descompone las grasas para la obtención de energía) y, por tanto, ahorrador de hidratos de carbono, la gasolina súper de los deportistas.

La cafeína parece haberse convertido en la sustancia de moda. Esta misma semana, la compañía PepsiCo anunciaba el lanzamiento de una nueva bebida. Se llama Propel Invigorating Water y la fórmula es asombrosamente sencilla: agua con cafeína.

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