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Chusovitina, un salto y una gimnasta eternos

En los Juegos de Londres cerrará un cuarto de siglo compitiendo

NOELIA ROMÁN

Lo de esta mujer es asombroso, extraordinario, brutal', dice Gervasio Deferr, aún admirado por los ecos de la gesta de Oksana Chusovitina, reciente subcampeona del mundo de salto. Y no porque la gimnasta uzbeka, ahora alemana, haya clavado una vez más el mortal extendido con pirueta y media bautizado con su nombre. Sino porque, en el pasado Mundial de Japón, Chusovitina se colgó su cuarta plata en esta disciplina, a los 36 años. La campeona, la estadounidense McKayla Maroney, aún no ha cumplido los 16. Podría ser su hija.

Como la mayoría de rivales con las que ha competido en los últimos años porque Chusovitina es una gimnasta eterna. Hace casi dos décadas, en los Juegos de Barcelona, ya estaba ahí, con 17 años, colgándose el oro en la competición por equipos, junto a la gran Svetlana Boguinskaya con el equipo unificado de la CEI (las exrepúblicas soviéticas). Boguinskaya tiene 38 años. Y lleva 15 retirada. 'Ya me gustaría a mí tener a una Chusovitina en mi grupo: es un ejemplo para todas las niñas', suspira Javier Gómez, exgimnasta y ahora entrenador del grupo femenino del CAR de Sant Cugat. 'Su disciplina y su constancia son admirables, por más que se haya especializado en un aparato', apostilla. 'Cierto, hay que ser muy constante para aguantar tantos años', coincide Deferr.

La alemana logra su cuarta plata mundial en salto, a los 36 años

Bicampeón olímpico en la misma disciplina que Chusovitina, Deferr se retiró el pasado enero, a los 31 años. Ahora, ejerce de entrenador en su gimnasio del barrio barcelonés de La Mina y en el CAR de Sant Cugat, con el grupo masculino de gimnastas. 'Los chicos, en general, quemamos menos nuestra etapa de juventud y demoramos más la retirada', apunta Gervi. 'Pero eso no responde a una cuestión médica sino más bien sociológica, al papel que a la mujer se le atribuye en la sociedad', interviene Antoni Turmo, el médico que, desde hace dos décadas, atiende a los gimnastas en el CAR.

También en ese aspecto Chusovitina es excepcional. La gimnasta uzbeka fue madre de Alisher en 1999. Y, en 2000, volvió a competir en Sid-ney, sus terceros Juegos tras los de Atlanta. 'Que el organismo se apague durante un tiempo es negativo, pero mental y emocionalmente, la maternidad suele ser positiva', explica el doctor Turmo. Su hijo, de hecho, fue uno de los motivos que la llevaron a prolongar su carrera y la principal causa de que ahora compita por Alemania. Allí se trasladó Oksana cuando Alisher, con 3 años, enfermó de leucemia. En Uzbekistán no le ofrecían curación. Y aunque ya había cosechado dos oros, dos platas y tres bronces mundiales, siguió compitiendo para costear el tratamiento de su hijo.

Presente ya en Barcelona 92, en 2012 disputarásus sextos Juegos

Y siguió ganando, ya especializada en salto: un oro, un bronce y dos platas más, incluida la de Japón, al margen de tres metales más europeos. 'La especialización también la ha beneficiado: el salto es un aparato que, si se trabaja bien, no te castiga tanto: requiere menos esfuerzo físico; ocupa entre cinco y diez segundos', apunta Deferr. 'Y, además, el salto femenino no ha evolucionado tanto como el masculino: yo, con mi salto de Sidney, ahora no entraría en la final. El de las chicas, sí', añade Gervi. 'Pero eso no le resta ningún mérito', aclara.

'Para ser tan longevo, te tienen que respetar las lesiones y, para ello, hay que tener un buen físico y una buena condición física, que no son lo mismo', señala Turmo. 'Si no tienes un físico muy bueno, la gimnasia castiga mucho el sistema muscular', añade el médico. En la gimnasia, sufren todas las articulaciones, las extremidades superiores y también las inferiores. 'Cuando se levanta, seguro que nota la rigidez articular y le duele todo', dice el doctor Turmo. 'De ahí, que lo más importante en su caso sea la cabeza, su motivación y su fortaleza psicológica', concluye.

'Con 26 años, la mayoría de gimnastas ya están quemados', asegura el doctor. Turmo recuerda que, a esa edad, la de apogeo para muchos deportistas, los gimnastas ya llevan muchos compitiendo al máximo nivel. Chusovitina empezó a hacerlo con 12 años. 'Pero sigue ganando, así que debe de pensar: ¿para qué me voy a retirar?', deduce Deferr. 'Lo que tenía que hacer, ya lo ha hecho con creces, así que ahora puede escoger qué seguir haciendo y, simplemente, disfrutarlo', añade el bicampeón olímpico español. Él decidió retirarse. Chusovitina, ya con el billete logrado, competirá en Londres 2012. Serán sus sextos Juegos, con su tercer país. Es eterna y muy excepcional.

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