Este artículo se publicó hace 14 años.
Conspiración contra los Lakers
La liga comienza con crisis económica y con Miami Heat, muy reforzado, como gran rival de Pau Gasol
El mar de la opulencia se seca también para la NBA. Antes de que la liga profesional de baloncesto encalle, sus ejecutivos preparan los botes salvavidas para un competición que este año esconderá bajo la alfombra de la competición y el espectáculo unas pérdidas de 350 millones de dólares. El comisionado David Stern receta reducción de equipos y severo recorte salarial para mantener a flote el negocio. Mientras la patronal prepara la tijera, el sindicato de jugadores amenaza con una huelga si no se llega a un acuerdo sobre el convenio colectivo que expira el próximo 30 de junio.
Antes de que todo esto ocurra, como si se tratara de un gran fin de fiesta, esta noche arranca la temporada más atractiva de los últimos años. El trasiego de agentes libres durante el pasado verano ha destapado una gran conspiración contra Los Angeles Lakers. Serán los últimos ocho meses de Phil Jackson en un banquillo. Con la pizca de arrogancia del que se sabe historia y la seguridad de un equipo brillante, el maestro zen atisba su última conquista. Las piezas casan: Kobe Bryant ha acatado el status de estrella de Pau Gasol. Con la perspectiva del tiempo, la pareja será considerada como una de las mejores en la historia de la NBA. Su asociación sustenta el favoritismo de los amarillos para el tercer anillo consecutivo.
Al otro lado del país, el ex Laker Pat Riley buscó el antídoto a la dinastía angelina. Miami Heat encontró el dorado en el sí de Lebron James. Luego llegó el de Cris Bosh para sumarse a un equipo con otra megaestrella como Dwyane Wade. La concentración de estrellas casi nunca dio buenos resultados en la NBA, cierto es que en la mayoría de los casos se trató de la unión de veteranos huérfanos de anillo. El interés es enorme por observar el comportamiento en la cancha de tal cantidad de talento a las órdenes de un joven Erik Spoeltra.
El tercer favorito será Boston Celtics, también con otro ex Laker, Shaquille O'Neal, y con el trío Allen, Pierce y Garnett todavía competitivo.
El resto de franquicias parten desde un piso por debajo. Sólo asoma la cabeza el gran talento de Kevin Durant. Será el próximo emperador de una nueva NBA.
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