Sábado 4 de septiembre. La selección de Malí juega en Cabo Verde un partido de clasificación para la Copa de África. Pierde 1-0. En su alineación figura Mahamadou Diarra. Dos días después, el Madrid se entrena en Valdebebas. No está Diarra. Tres días después, el equipo vuelve a entrenarse en su ciudad deportiva. Diarra sigue sin dar señales de vida. Miércoles 8 de septiembre. El Madrid se ejercita a las órdenes de Mourinho. Se reincorporan los internacionales, incluidos Ramos, Casillas, Xabi Alonso, Higuaín y Di María, que habían jugado la noche anterior en Buenos Aires. Con ellos, al fin aparece Diarra. El semblante de Mourinho anuncia tormenta.

Efectivamente, Mou llama a Mahamadou a su despacho. Con la puerta abierta, el técnico empieza a abroncar al centrocampista africano: 'Eres jugador del Madrid y debes dar ejemplo. Todos somos trabajadores del club y nadie puede ausentarse sin permiso'. Mourinho estaba mosqueado de verdad. Y las explicaciones de Diarra, que alegó que el club blanco conocía su situación, no le aplacaron. El Madrid había tratado de localizarlo sin éxito durante dos días. Mahamadou tenía el móvil apagado. Como era costumbre hasta ahora, el viaje se lo había gestionado su federación. Última vez.

El retraso de Diarra hará cambiar los hábitos. Las explicaciones del club tampoco convencieron al entrenador. 'Como entrenador del club, debo saber dónde están mis jugadores', indicó Mourinho minutos más tarde, reunido con Manolo Redondo, director general de presidencia, y Miguel Pardeza, director de fútbol, en las instalaciones de Valdebebas, adonde tuvieron que personarse convocados por el técnico. Mou pidió un mayor control en la salida de los internacionales y sugirió que se encargue a partir de ahora el propio club de gestionar directamente los vuelos de regreso. Incluso, que flete aviones para acelerar la vuelta de sus jugadores.

Diarra no entra en los planes de Mourinho. Y así se lo dejó claro el luso al propio jugador cuando trató de incluirlo en la operación salida. No ha ido convocado a ningún partido oficial este año. Pero el régimen interno sí debe cumplirlo.