No ha habido en la historia derbi más grande que el que disputarán esta tarde (20:45 horas) Real Madrid y Atlético en el estadio Da Luz de Lisboa. 90 minutos que cierran la temporada con un premio con mayúsculas. Pase lo que pase, la Copa de Europa volverá a la capital de Espala. Pero el resultado marcará para siempre a los dos equipos más representativos de la ciudad. Todo el mundo les mirará pero la gloria tan solo recaerá en uno. Al final, Casillas o Gabi levantarán la Copa y Europa, unas horas antes de las elecciones, tendrá un nuevo dueño. 

Para los madridistas se ha convertido en una obsesión la consecución de la Décima. 12 años de espera son demasiados para el club más laureado de Europa. Un lapso que se compara al que se prolongó desde la sexta a la séptima de Amsterdam. Para los colchoneros, el único precedente se vio en blanco y negro. Hace 40 años se toparon con el Bayern en Bruselas en una final lacrimógena. Tras una campaña asombrosa, buscan ponerle la guinda y hacerle un hueco en las vitrinas del Calderón a su primera Copa de Europa.

Salvo el objetivo común de alzarse con la 'orejona' poco o nada tienen en común los dos contendientes. Dos estilos diferentes, dos técnicos con pasión futbolística y con temperamentos dispares. Un desequilibrio de millones en las plantillas. Y trayectorias distintas hasta que han llegado a Lisboa. El Real Madrid ha demostrado tener la mejor puntería. 37 goles en esta edición lo corroboran. Tras superar con solvencia la fase de grupos ante la Juventus, el Galatasaray y el Copenhague, le tocó lidiar con un ejército alemán para llegar a la final. Aplastó al Schalke 04 en octavos, se llevó un susto en la vuelta de cuartos ante el Borussia y se doctoró en el peor escenario, Múnich. Por su parte, el Atlético ha basado su fortaleza en ser capaz de no perder ningún partido. Tras una fase de grupos junto a Zenit, Oporto y Austria Viena, liquidó al Milan, dio un pase al frente contra el Barça y superó el cerrojo del Chelsea. 

Lejos de las estadísticas y las tácticas, sobre el césped del estadio de Lisboa pesarán los corazones y las piernas. A estas alturas, pocas explicaciones deben dar Ancelotti y Simeone. Solo necesitan las palabras justas para tocar la fibra de unos jugadores con la motivación por las nubes. Y es que para muchos, ésta es una experiencia inédita. Tan solo tres jugadores, y Xabi Alonso, saben lo que se siente al ganar la Champions. En los banquillos, Carlo puede entrar en la historia y si gana su tercera Champions, que igualaría las de Bob Paisley con el Liverpool. Simeone se confirmaría como el experto en las finales y añadiría a su curriculum el único título que a estas alturas de su carrera le falta.

Otra clave de la final es el estado físico al límite de los futbolistas. La mente se olvida de lo vivido durante los meses pesados. Pero las extremidades tienen memoria. Por eso, el choque se presenta con varias dudas y jugadores a los que se ha mimado hasta el último momento. Y sin querer pensar todavía en ello, en la mente también aparece el Mundial de Brasil. En el Real Madrid, Cristiano Ronaldo, Pepe y Benzema son los más damnificados. El primero estará seguro. Se ha perdido los últimos partidos de Liga pero ha apretado su recuperación para jugar su tercera final. Sin estar al mejor nivel, el peligro del portugués está fuera de duda. Ya ha entrado en la historia como máximo goleador de la Champions.

El segundo está descartado y su lugar lo ocupará el francés Varane junto a Sergio Ramos. En las bandas, Carvajal y Coentrao han hecho méritos para jugar en detrimento de Arbeloa y Marcelo. Bajo palos, Casillas vuelve a una final con su halo. Y el último de los lesionados será duda hasta última hora. Si no llega Benzema, Isco espera preparado. Ancelotti ha preparado a conciencia el partido, como en las otras grandes citas de la temporada ante el Barça y el Bayern. La ausencia de Xabi Alonso por la amarilla que vio en el Allianz es su mayor quebradero de cabeza. Apostará por Illarramendi, ya que Khedira no tiene el ritmo competitivo necesario. Pero al lado del vasco, situará dos pretorianos como Modric y Di María. La batalla en el centro del campo será vital y el italiano no quiere perderla. Por delante de esa línea se situarán sus dos puñales. Cristiano y Bale, que espera deleitar al mundo como lo hizo en la final de Copa. 

En el Atlético los rigores de la temporada también han hecho mella. Que se lo digan a Diego Costa, cuya capacidad de lucha se ha visto frenada por varias recaídas musculares en su bíceps femoral. La última, le apartó de la lucha por el título en el Camp Nou en una carrera al poco de empezar el partido. Para llegar a la cita ha emprendido un viaje relámpago a Belgrado para ponerse en manos de la doctora Kovacevic y su esotérica placenta de yegua. En el Atlético el secretismo sobre su presencia es máximo. La medicina dice que los tiempos no le acompañan. Pero el efecto placebo es una opción. También llega renqueante Arda Turan. Pero el elegante turco, con un golpe en la cresta iliaca, sí será de la partida.

Más allá de eso, Simeone plantea reforzar el centro del campo a base de efectivos. Incluso poblarlo hasta con cinco hombres, dejando a Villa como única referencia en punta. Pero este dibujo siempre variaría dependiendo de la presencia de Costa. Abajo, tiene puesto fijo el belga Courtois junto a la defensa de siempre: Juanfran, Miranda, Godín y Filipe Luis. En el medio, el Cholo colocaría un trivote con Gabi, Tiago y Mario Suárez.  Koke Resurrección estará en la izquierda. En la derecha hay más posibilidades. Todo depende de Arda Turan. Si no juega lo más probable es que lo haga Raúl García.

Real Madrid: Casillas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Coentrao; Illarramendi, Modric, Di María; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.

Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Arda, Gabi, Mario Suárez, Tiago, Koke; y Villa.

Árbitro: Björn Kuipers (Holanda).

Estadio: Da Luz de Lisboa.

Hora: 20.45 (La 1 y Canal + Liga de Campeones).