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Día de homenajes en Palma

El Ono Estadi se llenó hasta la bandera, cosa poco habitual, para ver en acción al Barcelona descafeinado

AGENCIAS // R. VILAR

El Ono Estadi se llenó hasta la bandera, cosa poco habitual, para ver en acción al Barcelona descafeinado por la ausencia de la mayoría de sus estrellas recién coronado campeón de Liga. De hecho, la jornada de homenajes para los azulgrana comenzó en cuanto pisaron tierra en Son Sant Joan, donde unos 500 seguidores y algunos trabajadores del aeropuerto recibieron al equipo al grito de: '¡Campeones, campeones!'.

En el estadio balear aumentó la expectación. Durante el calentamiento se vieron las primeras pancartas de felicitación al Barça y de cariño hacia Samuel Eto'o, al que muchos seguidores del Mallorca consideran su hijo pródigo, y que lució el brazalete de capitán. En lo que pareció un guiño más al campeón, el responsable de la megafonía del estadio decidió pinchar en los prolegómenos del partido el Viva la vida de Cold Play, adoptado como himno por los jugadores del Barça por su efecto motivador, y que también sonó durante el descanso en Stamford Bridge, como presagio de la gesta barcelonista. Ayer, no resultó.

Luego, llegó el pasillo de los futbolistas bermellones, que, alineados a lado y lado del túnel de vestuarios, aplaudieron la salida al campo de la formación azulgrana encabezada por Eto'o que llevaba a su hijo de la mano. Quién iba a decirle a Oier o Xavi Torres que, después de luchar infructuosamente por disputar la promoción de ascenso a Segunda A con el Barça Atlètic, vivirían en primera persona tal reconocimiento.

También Héctor Cúper, actualmente seleccionador de Georgia, sintió el aprecio de la que fue su afición al recibir sobre el césped de Son Moix la insignia de oro del club. En el palco, Martin Ferguson, espía del Manchester United y hermano del técnico del próximo rival del Barça en la final de la Champions, tomaba notas durante el partido.

Tras los nuevos altercados registrados la madrugada del sábado en el centro de Barcelona, después de la celebración del título de Liga del club azulgrana, el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, reconoció el domingo que 'se están estudiando espacios alternativos' para los festejos improvisados , aunque remarcó que 'la plaza de Catalunya es una muy buena localización' para ello. Hereu calificó de 'ínfima minoría' a los responsables de los incidentes, que se saldaron con 51 heridos leves y 65 detenidos cuatro de ellos menores, por daños, desórdenes públicos y atentado y resistencia a la autoridad.

'A la mayoría se les ha detenido antes de que puedan hacer cosas que son todo lo contrario a la fiesta', señaló el primer edil. 'Ahora, este tipo de personas ya saben que estamos muy preparados y que vamos a actuar con contundencia', abundó.

La actuación policial se produjo cuando un grupo de 100 personas comenzó a lanzar objetos contra los cuerpos de seguridad haciendo caso omiso a los avisos por megafonía de que desalojaran la zona. Agentes de paisano de los Mossos d'Esquadra practicaron la mayoría de detenciones.

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